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Muchas veces la cena se arma alrededor de lo que hay en la cocina, y para este ejercicio nada mejor que elegir una ensalada, pues en su mezcla cabe cualquier ingrediente y resulta ligera y saludable para el final del día. Los elementos que compongan una ensalada son variadísimos: un trozo de pescado, una pieza de pollo desmenuzada, algo de carne o jamón, salmón ahumado, huevos cocinados, algo de pasta o de granos, cogollos de lechuga, zanahorias, tomates cherry, palmitos, espárragos, alverjas, una lata de garbanzos, alcachofas, aceitunas, pimentón, maíz dulce, mazorquitas encurtidas, quinua, lentejas cocidas…, incluso frutas como fresas, mango biche o manzana. Pero si bien el menú es extenso, siempre he creído que lo más importante de una ensalada es su aderezo, pues este es el que aporta las necesarias notas de sabor. Digamos, su vestido. El balance, en materia de aderezos, es fundamental: ácido, dulce y salado deben estar en perfecto equilibrio, ya sea en una simple vinagreta de tres partes de aceite por una de vinagre, una vinagreta emulsionada de mostaza, una mayonesa casera o un aderezo de yogur, como esta que propongo.
hsasson28@hotmail.com / www.harrysasson.com
INGREDIENTES
4 cucharadas de yogur natural Zorba
2 cucharadas de buena mostaza francesa
2 cucharadas de miel de abejas
Jugo de un limón
2 cucharadas de cebollín picado
1 chorro de aceite de oliva
Sal y pimienta negra
PREPARACIÓN
Cocine unos huevos hasta que estén duros y córtelos por la mitad o en cuartos. Lave bien unos cogollos de lechuga. Mezcle la ensalada con los elementos que desee. Para el aderezo, integre todos los ingredientes en la licuadora o batiendo enérgicamente, y mezcle con la ensalada. Si el aderezo queda muy grueso, se puede adelgazar con un poquito de agua.