El chef colombiano llegó hace 17 años a Francia y descubrió su afinidad cuando estaba en el colegio. Estudió en el Gimnasio Moderno de Bogotá y en el año 2006, con 18 años, decidió viajar a la Ciudad de la Luz a probar suerte. “Le Cordon Bleu” se convertiría en su escuela desempeñándose como “cocinero de los empleados de la academia”, una receta de insistencia que años más tarde lo llevaría a posicionarse como uno de los mejores en el mundo.
Pierre Gagnaire, Éric Briffard y Éric Frechon, fueron sus primeros maestros, luego de que una jugada del destino lo pusiera frente a los fogones en una prueba que un estudiante desaprovechó y que se transformaría en un tiquete de entrada a su más grande pasión. Aún con eso vive en constante agradecimiento con su madre y su abuelo, las dos personas que le mostraron las bondades de la comida y de sus raíces. “Mis raíces traen esa libertad y, al mismo tiempo, un tono festivo presente en todos los sitios que lanzo”.
Aunque en varias ocasiones, el colombiano ha manifestado que no busca estrellas Michelin, su nombre y sus propuestas resuenan por las calles de un país reconocido mundialmente por su gastronomía. La vida no ha dejado de sorprenderlo, el último acontecimiento que rondó su cocina fue el de haber sido elegido como portador de la llama olímpica en París 2024, no sabe la razón por la que lo escogieron y siempre ha pensado “que eso les pasa a otros” porque viene de un nación muy lejana.
La noticia la recibió por parte de los organizadores del evento deportivo, a través de un correo electrónico que le causó mucha emoción. Luego de atar cabos, la asoció con algunos trabajos que ha realizado con ellos y a las visitas que ha recibido de algunos a sus restaurantes. “Tony Estanguet es el presidente de la asociación de los Juegos Olímpicos, él ha visitado mis propuestas, esa puede ser una de las razones por las que me escogieron. También creo que es porque soy la representación de alguien extranjero que está logrando cosas importantes, en un país donde es posible hacerlo”, contó en una reciente entrevista en Noticias Caracol.
Arbeláez no es el único colombiano que ha portado el fuego olímpico, Luis Felipe Ossa y Carlos ‘El Pibe’ Valderrama también lo hicieron en el año 2008 y 2012 respectivamente. La ciudad de los Pirineos Atlánticos vio correr al también deportista aficionado el pasado 20 de mayo en el segmento de Bayona, en una localidad al sur de Francia, siendo seleccionado entre 10.500 relevistas, y quien deja nuevamente el nombre de Colombia en alto a propósito del evento deportivo próximo a comenzar.
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