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La primera procede de Ica, al sur de Perú, donde operan varias destilerías desde tiempos coloniales. Allí predomina el pisco, aguardiente surgido de la destilación del vino y cuya aparición data de finales del siglo XVI.
Inspirado en la tradición vitícola de la zona, Ismael de la Quintana produjo, en 1890, en su hacienda Huamaní, su primer destilado de uva. Así, De la Quintana dio inicio a una tradición familiar que sigue viva.
El pisco Huamaní, en la cima de su categoría, alcanza hoy reconocimiento nacional e internacional, principalmente porque su elaboración se deriva de procesos naturales y artesanales, introducidos por el fundador hace 133 años. Son los mismos que aplica hoy Ismael Benavides Ferreyros, su biznieto.
Aunque Huamaní hace piscos con Quebranta, Torontel e Italia –tres las ocho variedades pisqueras–, su producto más reconocido es el Acholado, mezcla de esas mismas uvas. El resultado es una bebida con insinuaciones cítricas y florales, y notas a frutos secos, ideal para beberla pura o como vértebra de seductores cócteles, hoy servidos para enaltecer platos en los mejores restaurantes limeños y en muchos de los peruanos que operan en Colombia. Es una exquisitez líquida.
Y de España llega a la escena colombiana la ginebra MG, elaborada en Vilanova i la Geltrú, Barcelona. Es la luminaria de MG Destilerías, casa fundada en 1835.
Lanzada en 1940, la ginebra MG (iniciales de su creador, Manuel Giró), completa 83 años de gestión en el seno de la misma familia, lo que la convierte en una de las primeras ginebras elaboradas en España, país convertido en gran consumidor de este destilado, con una buena dosis de iniciativas propias.
La fórmula inicial de Giró, inspirada en el concepto británico London Dry (seca), ha sido utilizar alcohol de cereales, enebro cultivado en la propiedad y un par de botánicos naturales como semillas de coriandro y cardamomo. Y no más. Nada parecido a muchos de sus competidores locales e internacionales, que recurren a una extensa variedad de aromatizantes y saborizantes, desviando su esencia, es decir, el enebro (también llamado Juniperus communis o Ginever).
Además, la MG se destila de manera manual en alambiques de cobre, por lo que se autodeclara como oferta clásica que no admite artificios.
Igualmente, evade de manera radical aquellos gin tonics que se aproximan a ensaladas de frutas. La MG, desde su creación, se sirve en un vaso grueso y alto de cristal, con la única adición de tónica y una corteza de limón. Nada más. El líquido luce limpio y brillante, con finos aromas a enebro y hierba fresca, y una agradable sensación en boca. He aquí dos nuevos clásicos para probar y gozar.
* Grupo Madero importa Pisco Huamaní y DLk Imortaciones trae la ginebra MG.