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A diario pedimos un “americano” en el restaurante, es uno de los que más ofrecen en las tiendas de cafés especiales que cada vez abren más locales en ciudades como Bogotá, o simplemente es el más popular cuando hay que hacer el pedido en la cafetería del aeropuerto. Es, en términos generales, el más común, el que todo el mundo recuerda y el que aparece en todas las cartas.
Pero en el marco del Día Nacional del Café y tras una conversación que tuvimos con el experto en cafés especiales y creador de Amor Perfecto, Luis Fernando Vélez, hablamos de la razón del por qué no deberíamos pedir “café americano”y sí “café colombiano”.
“A lo que se le llama café americano es a expreso más agua. El expreso es un método de preparación que hace una extracción concentrada. Pero cuando los estadounidenses fueron a Europa, a la guerra, cuando les servían eso tan concentrado, no se lo podían tomar y le agregaban agua. Desde ese momento le acabaron llamando al expreso más agua un americano”.
La charla completa con Luis Fernando Vélez, aquí
“Pero en Colombia, esas máquinas que hacían ese concentrado, a lo que producía esa máquina, le decíamos ‘tinta’. Y de ahí viene la palabra tinto. ¡Tráigame una de esas aguas entintadas! Entonces yo digo que si en Colombia producimos los mejores cafés del mundo, al expreso más agua le podríamos decir “colombiano”.
Y entonces también le preguntamos ¿qué hacer para que más colombianos consuman más y mejor café 100% colombiano? Y esto nos dijo: “Primero, haciéndolos conscientes, hacer ver al consumidor cuando sabe que sí se está tomando un café 100 % colombiano, eso es muy importante, eso nos ha faltado en la industria, porque de alguna manera la industria dice “Café fabricado en Colombia”, pone la bandera, pero no sabemos los granos de dónde vienen. Es un tema de educar, educar, educar, porque aunque una taza de café de $ 9.000 suene muy cara, sigue siendo un lujo muy barato. Y cuando usted compra una libra de café cara y la divide por el número de tasas, que sea una libra de $ 50.000 en el supermercado, que es costosa, pero cuando usted la divide en 60 tasas que salen de ahí, eso quiere decir a usted cada taza de un café especial le vale apenas $ 850″.
Para ver: “Hay que trabajar con el Gobierno para estabilizar el precio del café”: FNC
Vélez, sobre la base de que no todo el mundo puede comprar una libra de café especial, dijo: “Tenemos familias con un ingreso que no se pueden dar ese lujo, pero así sea en Navidad o una vez al año, es el único lujo que nos podemos dar los 50 millones de colombianos”.
El café de especialidad cada vez abre más puertas, más negocios. Por ejemplo, fue el protagonista de Época, el restaurante famoso de Cartagena. “En un viaje al Eje Cafetero descubrí lo que era el café de especialidad. Esto me conmovió y entré en la necesidad de fomentar esta delicia de bebida que no estaba al alcance de todos los colombianos. La idea con mi esposa fue traer esta experiencia a la ciudad, sirviendo y explicándolo en la mesa con una excelente gastronomía para todos los momentos del día”, le dijo a El Espectador Julián Gutiérrez, el emprendedor detrás de ese negocio.
“Encontramos un hueco en el mercado, para ese entonces no existían buenas cafeterías de especialidad ni mucho menos restaurantes que sirvieran buen café. Decidimos tomar unos cursos de barismo, queríamos asegurarnos de que realmente nos apasionara la idea, ya que buscábamos hacer de esto nuestro proyecto de vida. Nuestro encanto por la industria nos llevó a seguir desarrollando esta idea de negocio. Luego de recibir unos recursos con el apoyo de nuestra familia, iniciamos nuestro proyecto y abrimos nuestro primer local al lado del Hotel Casa del Arzobispado, en el Centro Histórico de Cartagena”, agregó.
¿Y cómo se toma un buen café? Nos decía Vélez que “el mejor café es el que a usted más le guste, y si a usted le gusta el café, empiece a investigar y a probar. Lo ideal es siempre partir de grano. Cada vez hay más hogares comprando su propio molino. Porque cuando usted compra grano, el grano se autoprotege. Acuérdese que más del 40% de los componentes de ese grano son aromáticos volátiles, entonces si usted muele empieza a volatilizar. Comprar en grano, moler, preparar solo lo que se va a tomar y empezar a jugar y a sentirse como colombiano experto, juegue con él en su paladar. Esto es un tema de educar, educar, educar y compartir conocimiento”.
Si te gusta la cocina y eres de los que crea recetas en busca de nuevos sabores, escríbenos al correo de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) o al de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) para conocer tu propuesta gastronómica. 😊🥦🥩🥧
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