El truco con bicarbonato de sodio para brillar las ollas en casa
Con la ayuda de vinagre y una esponja, este utensilio de la cocina quedará sin manchas y libre de grasa.
Redacción Gastronomía y recetas
Las ollas de acero inoxidable se caracterizan por su capacidad de resistencia y por su facilidad a la hora de limpiarlas, sin embargo, es normal que con su uso frecuente vayan perdiendo el brillo y que, incluso, se tornen más opacas por estar expuestas a temperaturas calientes o a la grasa de algunas preparaciones como el huevo, la carne y las papas fritas.
Pero, ¿cómo hacer para que vuelvan a tener brillo y no parezca que lleven mucho tiempo sin asearse? En Gastronomía y recetas de El Espectador te damos un truco infalible para que dejes este utensilio de la cocina como nuevo. Toma nota:
Bicarbonato de sodio, el mejor aliado de la cocina
Este compuesto sólido cristalino de color blanco soluble en agua es una de las alternativas que puedes emplear para que tus ollas no “queden en el olvido”.
Primer paso
Disuelve el bicarbonato en un recipiente con vinagre. Esto permitirá que se cree una pasta para limpiar las ollas.
Segundo paso
Con la pasta ya lista unta la base y las paredes de la olla. Fíjate que quede bien distribuida por ambas partes y déjala responsando alrededor de 20 minutos, en este paso es importante que identifiques la “intensidad” de las manchas de la olla, solo así sabrás qué cantidad es necesaria para limpiarla.
Tercer paso
Remoja en vinagre una esponja para luego frotar las paredes y la base de la olla. Aquí también es fundamental que sepas cuál esponja es la adecuada, si son pocas manchas, utiliza una esponjilla tradicional, no obstante, si son manchas grandes que lleven varios días en la olla, usa una metálica para este paso.
Cuarto paso
Repite los pasos anteriores hasta eliminar todas las manchas. Si no logras limpiar en su totalidad las ollas, puedes recurrir a añadir una cucharada de bicarbonato por un litro de agua y vaciar este líquido dentro de estas. Luego, ponlas a calentar y cuando hierva el agua la retiras del fuego para proceder a “raspar” con una espátula y retirar todas las manchas. Cuando el proceso esté terminado, lava las ollas como lo haces normalmente para eliminar cualquier residuo.
Si te gusta la cocina y eres de los que crea recetas en busca de nuevos sabores, escríbenos al correo de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) o al de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) para conocer tu propuesta gastronómica. 😊🥦🥩🥧
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El próximo mes tendremos al aire “En foco”, el newsletter de la sección de video de El Espectador. En este espacio podrán encontrar el resumen de todos nuestros contenidos multimedia: documentales, entrevistas, podcasts y formatos como La Pulla, El Meollo, Claroscuro, entre otros. Si desean suscribirse, puede ingresar a este link y dejarnos sus datos.
Las ollas de acero inoxidable se caracterizan por su capacidad de resistencia y por su facilidad a la hora de limpiarlas, sin embargo, es normal que con su uso frecuente vayan perdiendo el brillo y que, incluso, se tornen más opacas por estar expuestas a temperaturas calientes o a la grasa de algunas preparaciones como el huevo, la carne y las papas fritas.
Pero, ¿cómo hacer para que vuelvan a tener brillo y no parezca que lleven mucho tiempo sin asearse? En Gastronomía y recetas de El Espectador te damos un truco infalible para que dejes este utensilio de la cocina como nuevo. Toma nota:
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Primer paso
Disuelve el bicarbonato en un recipiente con vinagre. Esto permitirá que se cree una pasta para limpiar las ollas.
Segundo paso
Con la pasta ya lista unta la base y las paredes de la olla. Fíjate que quede bien distribuida por ambas partes y déjala responsando alrededor de 20 minutos, en este paso es importante que identifiques la “intensidad” de las manchas de la olla, solo así sabrás qué cantidad es necesaria para limpiarla.
Tercer paso
Remoja en vinagre una esponja para luego frotar las paredes y la base de la olla. Aquí también es fundamental que sepas cuál esponja es la adecuada, si son pocas manchas, utiliza una esponjilla tradicional, no obstante, si son manchas grandes que lleven varios días en la olla, usa una metálica para este paso.
Cuarto paso
Repite los pasos anteriores hasta eliminar todas las manchas. Si no logras limpiar en su totalidad las ollas, puedes recurrir a añadir una cucharada de bicarbonato por un litro de agua y vaciar este líquido dentro de estas. Luego, ponlas a calentar y cuando hierva el agua la retiras del fuego para proceder a “raspar” con una espátula y retirar todas las manchas. Cuando el proceso esté terminado, lava las ollas como lo haces normalmente para eliminar cualquier residuo.
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