Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Un poco de la historia de la salsa rosada
La salsa rosada tiene sus raíces en la mezcla de mayonesa y salsa de tomate, originada en Argentina en el siglo XX. Con el tiempo, ha evolucionado hasta convertirse en un acompañamiento popular para muchos platos, especialmente las papas fritas. Las versiones comerciales suelen estar cargadas de aditivos, azúcares y conservantes.
Preparar tu propia salsa rosada en casa te permite controlar la calidad de los ingredientes, evitando ingredientes dañinos para tu salud. Además, al hacerla tú mismo puedes experimentar con sabores y ajustar la receta a tu gusto.
Los tomates, un ingrediente clave en esta receta, son ricos en licopeno, un antioxidante que protege contra enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer. También aportan vitaminas A y C, esenciales para un sistema inmunológico fuerte y una piel saludable. Toma nota y prepara esta receta de la mano de Diana León.
Gastronomía: Griega.
También funciona muy bien como dip o vinagreta para ensaladas
- Tiempo de preparación: 30 minutos.
- Tiempo de cocción: 120 minutos.
- Porciones: 4.
Ingredientes
- 5 tomates chontos
- 1 cucharada de vinagre balsámico
- 3 cucharaditas de cebolla en polvo
- 3 cucharaditas de ajo en polvo
- 2 cucharadas de sal marina
- 2 cucharaditas de paprika
- 1 cucharada de miel
- 1/3 taza de marañones crudos
Preparación
Pon a remojar los marañones en agua caliente por unos 15 minutos.
Lava bien los tomates y ponlos a hervir enteros en una olla con agua suficiente para cubrirlos. Cocina durante unos 10-15 minutos, hasta que la piel comience a desprenderse.
Retira los tomates del agua y déjalos enfriar lo suficiente para manejarlos. Luego, quítales, la cáscara.
En una licuadora, agrega los tomates pelados junto con el vinagre balsámico, la cebolla en polvo, el ajo en polvo, la sal marina, la paprika, la miel y los marañones crudos.
Licúa todo hasta obtener una mezcla suave y homogénea. Si la salsa queda muy espesa, puedes añadir un poco de agua para ajustar la consistencia a tu gusto.
Vierte la salsa en un recipiente hermético y refrigérala durante al menos 2 horas antes de servir.
¡Trucos de la abuela!
Si te gusta la cocina y eres de los que crea recetas en busca de nuevos sabores, escríbenos al correo de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) o al de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) para conocer tu propuesta gastronómica. 😊🥦🥩🥧