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Un poco de la historia de la lasaña
La mezcla perfecta de los sabores de Italia para el mundo. Una de las joyas de la gastronomía no solo por su exquisitez, sino también por sus combinaciones, así es la lasaña. Un plato que data de la Antigua Grecia y que es conocido como “Laganon o Laganum”.
La preparación de esta delicia culinaria está basada en tiras de pasta que forman capas y que en su mayoría de veces están acompañadas de salsa de carne y pollo, entre otras. En 1634, Giovan Battista Crisci, fue el primer chef en hacer de esta receta una obra de arte, logrando así fusionar un sinnúmero de sabores con un ingrediente mágico: el queso gratinado.
Y aunque esta propuesta es una de las favoritas de muchos comensales, hay que tener en cuenta algunas recomendaciones para no estropear su cocción a la hora de sorprender en la mesa. En Gastronomía y recetas de El Espectador te damos algunos consejos para que pongas en práctica:
No humedecer lo suficiente las láminas de pasta
No importa si es seca o fresca, aquí la clave es que las láminas queden húmedas para que quede consistente y se cocinen de manera uniforme en el horno. Recuerda que no se trata de trabajarlas todas al tiempo porque se pueden pegar, busca un punto medio, ni tan blandas, ni tan duras. Una buena opción es introducir las láminas en un bowl con agua a temperatura ambiente durante 30 minutos.
Usar salsas listas
No es que no puedas hacerlo, a veces puedes recurrir a esta opción, sin embargo, no es la más recomendable. Las salsas que están listas para el consumo pueden tener toques de sal o azúcar más pronunciados y esto no resultará agradable para tu paladar. Además, el desconocimiento de sus sabores puede dañar por completo tu preparación.
No precalentar el horno
Este es uno de los errores más frecuentes. Si el horno no tiene la temperatura correcta antes y después, es muy probable que la lasaña quede cocida únicamente por partes, haciendo que a la hora de servirla consumas un alimento crudo y desabrido. Temperatura recomendada: 180 °C / 190 °C (350 °F /375 °F.
No uses quesos acuosos
Lo ideal para resaltar los sabores de tu lasaña es usar queso parmesano o mozzarella para gratinar. El queso cottage, por ejemplo, tiene mucha agua y puede hacer que no se derrita bien a la hora de la cocción, dejando como resultado texturas inconsistentes.
No te excedas con las capas
Sabemos que te gusta innovar en la mesa, pero a veces menos es más. Utiliza pocas láminas para hacer tu preparación. Si pones muchas, tu receta estará expuesta a dañarse y con seguridad se perderán los sabores que fusionaste en ella. Aquí es importante que sepas que el horno también puede causar estragos.
Recetas para conquistar paladares
Receta 1: ¿Cómo preparar lasaña de carne?
La preparación de esta delicia culinaria está basada en tiras de pasta que forman capas y que en su mayoría de veces están acompañadas de salsa de carne y pollo. ¡Manos a la obra! Ver la receta completa aquí
Receta 2: así se prepara una lasaña con camarones
Para elaborar este plato debes lavar muy bien los camarones y desvenarlos. Ver la receta completa aquí
Receta 3: paso a paso para preparar lasaña de zucchini
El truco para este plato es la salsa para pasta, este ingrediente le dará todo el sabor a esta propuesta gastronómica. Ver la receta completa aquí
Si te gusta la cocina y eres de los que crea recetas en busca de nuevos sabores, escríbenos al correo de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) o al de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) para conocer tu propuesta gastronómica. 😊🥦🥩🥧