Este es el paso a paso para preparar una salsa de ajo
Para esta receta necesitarás huevo, perejil, ajo, sal, zumo de un limón y aceite.
Andrés Carvajal, chef / @chef.andy7
Un poco de la historia de las salsas
El origen de las salsas se asocia con los romanos, ellos utilizaban “garum”, la salsa reina de la cocina romana, en todas sus propuestas gastronómicas, esta tenía una particularidad en esa época: se preparaba con intestinos de pescado y una fusión de especias que se fermentaban al sol, dejando como resultado una mezcla de sabores indescriptibles. Historiadores gastronómicos cuentan que las salsas eran las favoritas del emperador Domiciano, quien utilizaba las charlas políticas del momento para elegir la más conveniente a la hora de ofrecer banquetes en las diferentes épocas de su reinado.
Estas elegidas de la cocina, se caracterizan por ser una mezcla líquida que contiene ingredientes fríos o calientes, y se sirven como acompañante de platos fuertes o comidas rápidas como hamburguesas, pizzas, o perros calientes. Algunas son espesas y funcionan a la perfección como “condimentos líquidos para los alimentos”. Es importante resaltar que las salsas son la primera “prueba” para estudiantes de cocina, durante este proceso es una de las habilidades que deben desarrollar, para ofrecer a los comensales diferentes opciones de texturas, olores, colores, sabores y sensaciones.
Existe la salsa pesto, napolitana, carbonara, putanesca, roja, tártara, rosada, de tomate, y de ajo, solo por mencionar algunas.
Gastronomía: Griega.
Esta preparación puedes conservarla en la nevera
- Tiempo de preparación: 5 minutos.
- Tiempo de cocción: 5 minutos.
- Porciones: 6.
Ingredientes
- 1 huevo
- 4 dientes de ajo
- Zumo de un limón
- Hojas de perejil (al gusto)
- Sal (al gusto)
- Un chorrito de aceite
Preparación
Lleva a la licuadora un huevo.
Pela cuatro dientes de ajo y no botes la cáscara para usarla en una próxima receta.
Añade los ajos a la licuadora junto con unas hojas de perejil, sal y zumo de limón. Licúa. La idea es que mientras se está licuando todo, se añada en forma de hilo una taza de aceite para emulsionar.
Cuando esté lista, envásala y disfrútala.
¡Trucos de la abuela!
Si te gusta la cocina y eres de los que crea recetas en busca de nuevos sabores, escríbenos al correo de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) o al de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) para conocer tu propuesta gastronómica. 😊🥦🥩🥧
Un poco de la historia de las salsas
El origen de las salsas se asocia con los romanos, ellos utilizaban “garum”, la salsa reina de la cocina romana, en todas sus propuestas gastronómicas, esta tenía una particularidad en esa época: se preparaba con intestinos de pescado y una fusión de especias que se fermentaban al sol, dejando como resultado una mezcla de sabores indescriptibles. Historiadores gastronómicos cuentan que las salsas eran las favoritas del emperador Domiciano, quien utilizaba las charlas políticas del momento para elegir la más conveniente a la hora de ofrecer banquetes en las diferentes épocas de su reinado.
Estas elegidas de la cocina, se caracterizan por ser una mezcla líquida que contiene ingredientes fríos o calientes, y se sirven como acompañante de platos fuertes o comidas rápidas como hamburguesas, pizzas, o perros calientes. Algunas son espesas y funcionan a la perfección como “condimentos líquidos para los alimentos”. Es importante resaltar que las salsas son la primera “prueba” para estudiantes de cocina, durante este proceso es una de las habilidades que deben desarrollar, para ofrecer a los comensales diferentes opciones de texturas, olores, colores, sabores y sensaciones.
Existe la salsa pesto, napolitana, carbonara, putanesca, roja, tártara, rosada, de tomate, y de ajo, solo por mencionar algunas.
Gastronomía: Griega.
Esta preparación puedes conservarla en la nevera
- Tiempo de preparación: 5 minutos.
- Tiempo de cocción: 5 minutos.
- Porciones: 6.
Ingredientes
- 1 huevo
- 4 dientes de ajo
- Zumo de un limón
- Hojas de perejil (al gusto)
- Sal (al gusto)
- Un chorrito de aceite
Preparación
Lleva a la licuadora un huevo.
Pela cuatro dientes de ajo y no botes la cáscara para usarla en una próxima receta.
Añade los ajos a la licuadora junto con unas hojas de perejil, sal y zumo de limón. Licúa. La idea es que mientras se está licuando todo, se añada en forma de hilo una taza de aceite para emulsionar.
Cuando esté lista, envásala y disfrútala.
¡Trucos de la abuela!
Si te gusta la cocina y eres de los que crea recetas en busca de nuevos sabores, escríbenos al correo de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) o al de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) para conocer tu propuesta gastronómica. 😊🥦🥩🥧