“Con la barriga llena y el corazón contento”, así, tal cual como lo dice aquel refrán popular, puede definirse este iniciativa gastronómica liderada por el cocinero José Cotes, quien desde hace tres años con el apoyo de entidades públicas y privadas ha logrado poner en la vitrina gastronómica a la Guajira.
Los conocimimientros y las tradiciones de las matronas del departamento se sirvieron en la mesa y a su vez le dieron paso a debates interesantes donde reconocidos chefs y especialistas del sector, se dieron a la tarea de rescatar la cultura del departamento; donde la cocina se transformó en voz y habló por sí sola de los saberes y los sabores que se han desplegado de ella, aquellos que le han dado paso a la innovación tejida por el rescate de los territorios.
El Centro Cultural del Banco de la República, fue el recinto elegido para hablar de la identidad de esta zona colombiana donde nacen varios tipos de cocina, una donde el protagonista es el mar, y otra donde la carne blanca de animales de monte seducen las papilas gustativas de quienes la visitan. Con esto dicho, no es extraño que el evento gastronómico haya cerrado en la terraza del Centro Cultural del municipio con una oda a los diferentes tipos de arroces que nacen de él.
El arroz de camarón seco, la chanfaina, el de almeja, el de cecina, el de libro, que es la tercera cavidad de los cuatro estómagos de la vaca, y el despeluca’o a cargo de Luz Dary Cogollos, “mamá Luz”, les permitió a los asistentes disfrutar de la Guajira en un encuentro donde el sabor fue más allá de una receta.
Mónica Pulido, asesora política para el conocimiento, salvaguardia y fomento de la alimentación de las cocinas tradicionales de Colombia manifestó que “este tipo de eventos permiten reconocer la importancia de la alimentación y las cocinas tradicionales como aporte a la identidad cultural de mujeres, hombres y comunidades que han vivido de la cocina que sigue salvaguardando el patrimonio vivo como parte de su desarrollo sostenible y soberanía alimentaria, que no sería posible sin la guía de las portadoras de tradición”.
La iniciativa estuvo llena de sorpresas, además de que las propuestas culinarias se llevaron varios aplausos, el concurso intercolegiado de cucayo encendió fogones para las nuevas generaciones que se encargarán de difundir, desde sus propios hogares el legado de sus ancestros con una preparación popular que encanta.
Lo social también se sirvió como plato fuerte en este encuentro, mientras que cocineras tradicionales contaban cómo la cocina las había conquistado mientras hacían sus arroces, Charlie Otero, el chef cartagenero que también estaba dentro de la cuota de invitados, hacía una “arrozatón” junto a la Red de Cocinas y Cocineros Tradicionales del Sur de la Guajira, en el Parque de la India, ellos desde muy temprano usaron la cocina del restaurante Mantequilla para llevar a cabo este proyecto que nació de la mano del encuentro gastronómico.
Claudia Ledezma, gastrónoma colombiana se refirió a propósito del sonado evento y aseguró que “Colombia es un país con una enorme riqueza y diversidad cultural y gastronómica, declarada patrimonio inmaterial que necesita ser difundida y transmitida a las nuevas generaciones para su rescate. Solo así podremos mantener vigente la soberanía alimentaria”.
El tercer y último día de esta fiesta de sabor terminó con un agradecimiento que no tardó en cocinarse, además, sembró en asistentes y lugareños la necesidad de seguir trabajando por una cultura que debe sazonarse con más apropiación y servirse en la mesa con el delantal del patrimonio culinario de la región. Esperamos encontrarnos el siguiente año para cocinar memorias y servir novedades que hablen de la cocina de la Guajira. ¡Sabroso!
Si te gusta la cocina y eres de los que crea recetas en busca de nuevos sabores, escríbenos al correo de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) o al de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) para conocer tu propuesta gastronómica. 😊🥦🥩🥧