Mambo, la nueva apuesta de gastronomía “nikkei” para saborear en Bogotá
Un lugar que busca poner de manifiesto toda la riqueza cultural, étnica y gastronómica de la cocina japonesa y peruana en un solo plato.
Tatiana Gómez Fuentes
Mambo es la nueva propuesta gastronómica que despierta el apetito de cualquier comensal. Se caracteriza por tener una mezcla de ingredientes, sabores, ideas y personas que podrían definirse como una ruta gastronómica en un solo lugar con sabores conocidos. “Su propuesta de valor es presentar una oferta gastronómica que le permita al comensal arriesgarse de manera controlada y que viva una experiencia única, tanto a nivel gastronómico, como en la barra y cava. Además, podemos definir nuestra propuesta como un “Dinner party”, un lugar en el cual pasan varias cosas al tiempo; un restaurante con las mejores preparaciones, un sitio en donde convergen la buena cocina, el ambiente, con músicos, dj en vivo y artistas que acompañarán a nuestros visitantes”, explicó Juan Francisco Méndez, socio fundador de Mambo.
El restaurante, ubicado en la calle 93 de la capital colombiana, es una oda a los sabores de Latinoamérica. Dentro de su menú se encuentran propuestas como el pulpo con chimichurri y amasijo de maíz dulce y queso, los bocados de pescado elaborados según la pesca del día al estilo karaage en hilos de plátano y mayonesa acevichada y la parijuela nikkei, una sopa de mariscos típica peruana con notas de leche de coco que crean un universo con toda la fuerza de la naturaleza y la unión de la esencia latina con el mundo.
En Gastronomía y recetas de El Espectador hablamos con Juan Manuel Moreno, gerente de la iniciativa culinaria sensorial y esto fue lo que nos contó:
¿De qué se trata la iniciativa gastronómica de “Mambo?
Mambo es una iniciativa que nace de la mano de unos constructores y una persona dedicada al negocio de la rumba hace muchos años, Juan Méndez. Ellos unieron esfuerzos desde la parte financiera y la parte creativa, desarrollando un concepto que terminó cobrando vida propia.
La idea inicial era abrir al público un Dinner Party, todo iba enfocando hacia allá, sin embargo, resultó convirtiéndose en un restaurante por petición de nuestros clientes para fortalecer el sector gastronómico. Y aunque queríamos que pasaran cosas interesantes por las noches, terminamos con una extensión de la idea de negocio original, ampliando nuestra oferta para el consumidor con cocteles y comida.
Todo el tema visual del restaurante está pensando en Colombia. Nuestra intención con este proyecto siempre ha sido rescatar la labor de nuestros artesanos y agricultores, trayendo su trabajo a las mesas de Bogotá.
¿Cómo han logrado fusionar sabores de la gastronomía nikkei y latina para conquistar paladares?
Nikkei es un bocado que surge de unir lo japonés con lo peruano. Los japoneses cuando llegan a Perú no encuentran ciertos ingredientes y tienen que desarrollar sus propuestas, con lo que encuentran fusionando ambas gastronomías.
En el restaurante desarrollamos recetas con ingredientes colombianos, mexicanos, argentinos y peruanos, entre otros, buscando exponer la cocina latinoamericana para que el comensal encuentre sabores tan particulares como un pulpo en una cama de arepa de choclo, una changua hecha con sabores nuestros, pero con toques japoneses, entonces, lo que hacemos es jugar en la cocina adaptando ingredientes de diferentes culturas.
¿Qué significa vivir la filosofía #Ubuntu para los comensales?
El Ubuntu es la razón por la cual Sudáfrica hoy en día es una nación unida. Esta filosofía -sus principales exponentes fueron Mandela y Desmond Tutu- tiene como objetivo enfocarse en lo colectivo, nosotros quisimos adoptarla dejando en evidencia una experiencia donde nuestros clientes entienden la importancia de la lealtad y la solidaridad que se construye en equipo, que además se transmite en nuestro servicio de forma auténtica, siendo respetuosos, colaboradores y haciendo comunidad.
¿Cómo rescatan saberes y sabores a través de sus platos?
Exactamente, eso es lo que queremos. Nuestro ingrediente principal es el amor. Nuestra misión es enaltecer a Colombia trabajando de la mano de artesanos colombianos, nuestra cocina, la máquina de café, nuestros árboles y lámparas son elaborados por manos colombianas. Además, procuramos comprarle a campesinos y/o pescadores directamente para hacer de nuestras preparaciones la mejor exposición de sabores en nuestros platos.
Lea también: Jaime Rodríguez: el chef detrás de la creatividad y el ingenio de Celele
Y las raíces japonesas ¿cómo se ven reflejadas?
Todas están presentes en preparaciones, técnicas, y en las elaboraciones más reconocidas. Las unimos con nuestras raíces latinas, consiguiendo que nuestros platos muevan la emocionalidad de todos los clientes, los transporten a sabores conocidos y experiencias que puedan definirse como parte de su memoria gastronómica.
Todo entra por los ojos, no solo la comida. Háblenos de la arquitectura del lugar y la oda que hacen a diario con #Lafuerzadelanaturaleza
Mambo tiene una cantidad de detalles que la gente empieza a explorar desde el momento que pisan el restaurante. Tenemos una carpeta donde si una abuelita se enamora de una de las matas nosotros le decimos cómo se llama y dónde la puede conseguir. Varios de nuestros artículos de decoración son elaborados por artesanos y carpinteros que contribuyen desde sus saberes para que el espacio tenga propósito y vida propia. Queremos apoyar la pesca responsable, también que nuestros clientes conozcan el arte que hay en el lugar y por qué no que contribuyan a esos emprendimientos que nosotros exponemos desde el amor y las ganas de trabajar en colectivo para que entre todos ganemos.
Si te gusta la cocina y eres de los que crea recetas en busca de nuevos sabores, escríbenos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) para conocer tu propuesta gastronómica. 😊🥦🥩🥧
Mambo es la nueva propuesta gastronómica que despierta el apetito de cualquier comensal. Se caracteriza por tener una mezcla de ingredientes, sabores, ideas y personas que podrían definirse como una ruta gastronómica en un solo lugar con sabores conocidos. “Su propuesta de valor es presentar una oferta gastronómica que le permita al comensal arriesgarse de manera controlada y que viva una experiencia única, tanto a nivel gastronómico, como en la barra y cava. Además, podemos definir nuestra propuesta como un “Dinner party”, un lugar en el cual pasan varias cosas al tiempo; un restaurante con las mejores preparaciones, un sitio en donde convergen la buena cocina, el ambiente, con músicos, dj en vivo y artistas que acompañarán a nuestros visitantes”, explicó Juan Francisco Méndez, socio fundador de Mambo.
El restaurante, ubicado en la calle 93 de la capital colombiana, es una oda a los sabores de Latinoamérica. Dentro de su menú se encuentran propuestas como el pulpo con chimichurri y amasijo de maíz dulce y queso, los bocados de pescado elaborados según la pesca del día al estilo karaage en hilos de plátano y mayonesa acevichada y la parijuela nikkei, una sopa de mariscos típica peruana con notas de leche de coco que crean un universo con toda la fuerza de la naturaleza y la unión de la esencia latina con el mundo.
En Gastronomía y recetas de El Espectador hablamos con Juan Manuel Moreno, gerente de la iniciativa culinaria sensorial y esto fue lo que nos contó:
¿De qué se trata la iniciativa gastronómica de “Mambo?
Mambo es una iniciativa que nace de la mano de unos constructores y una persona dedicada al negocio de la rumba hace muchos años, Juan Méndez. Ellos unieron esfuerzos desde la parte financiera y la parte creativa, desarrollando un concepto que terminó cobrando vida propia.
La idea inicial era abrir al público un Dinner Party, todo iba enfocando hacia allá, sin embargo, resultó convirtiéndose en un restaurante por petición de nuestros clientes para fortalecer el sector gastronómico. Y aunque queríamos que pasaran cosas interesantes por las noches, terminamos con una extensión de la idea de negocio original, ampliando nuestra oferta para el consumidor con cocteles y comida.
Todo el tema visual del restaurante está pensando en Colombia. Nuestra intención con este proyecto siempre ha sido rescatar la labor de nuestros artesanos y agricultores, trayendo su trabajo a las mesas de Bogotá.
¿Cómo han logrado fusionar sabores de la gastronomía nikkei y latina para conquistar paladares?
Nikkei es un bocado que surge de unir lo japonés con lo peruano. Los japoneses cuando llegan a Perú no encuentran ciertos ingredientes y tienen que desarrollar sus propuestas, con lo que encuentran fusionando ambas gastronomías.
En el restaurante desarrollamos recetas con ingredientes colombianos, mexicanos, argentinos y peruanos, entre otros, buscando exponer la cocina latinoamericana para que el comensal encuentre sabores tan particulares como un pulpo en una cama de arepa de choclo, una changua hecha con sabores nuestros, pero con toques japoneses, entonces, lo que hacemos es jugar en la cocina adaptando ingredientes de diferentes culturas.
¿Qué significa vivir la filosofía #Ubuntu para los comensales?
El Ubuntu es la razón por la cual Sudáfrica hoy en día es una nación unida. Esta filosofía -sus principales exponentes fueron Mandela y Desmond Tutu- tiene como objetivo enfocarse en lo colectivo, nosotros quisimos adoptarla dejando en evidencia una experiencia donde nuestros clientes entienden la importancia de la lealtad y la solidaridad que se construye en equipo, que además se transmite en nuestro servicio de forma auténtica, siendo respetuosos, colaboradores y haciendo comunidad.
¿Cómo rescatan saberes y sabores a través de sus platos?
Exactamente, eso es lo que queremos. Nuestro ingrediente principal es el amor. Nuestra misión es enaltecer a Colombia trabajando de la mano de artesanos colombianos, nuestra cocina, la máquina de café, nuestros árboles y lámparas son elaborados por manos colombianas. Además, procuramos comprarle a campesinos y/o pescadores directamente para hacer de nuestras preparaciones la mejor exposición de sabores en nuestros platos.
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Y las raíces japonesas ¿cómo se ven reflejadas?
Todas están presentes en preparaciones, técnicas, y en las elaboraciones más reconocidas. Las unimos con nuestras raíces latinas, consiguiendo que nuestros platos muevan la emocionalidad de todos los clientes, los transporten a sabores conocidos y experiencias que puedan definirse como parte de su memoria gastronómica.
Todo entra por los ojos, no solo la comida. Háblenos de la arquitectura del lugar y la oda que hacen a diario con #Lafuerzadelanaturaleza
Mambo tiene una cantidad de detalles que la gente empieza a explorar desde el momento que pisan el restaurante. Tenemos una carpeta donde si una abuelita se enamora de una de las matas nosotros le decimos cómo se llama y dónde la puede conseguir. Varios de nuestros artículos de decoración son elaborados por artesanos y carpinteros que contribuyen desde sus saberes para que el espacio tenga propósito y vida propia. Queremos apoyar la pesca responsable, también que nuestros clientes conozcan el arte que hay en el lugar y por qué no que contribuyan a esos emprendimientos que nosotros exponemos desde el amor y las ganas de trabajar en colectivo para que entre todos ganemos.
Si te gusta la cocina y eres de los que crea recetas en busca de nuevos sabores, escríbenos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) para conocer tu propuesta gastronómica. 😊🥦🥩🥧