“Molly Bloom”, sidra de pera inspirada en Ulises de James Joyce
Ligera en su preparación e intensa para el paladar, esta sidra es la bebida ideal para comenzar el fin de semana.
Diana Peña Castañeda / @la_libreria_patisserie
Un poco de la historia de esta receta
Es la habitación matrimonial. Tu esposo duerme. Quizás 2 a 3 de una oscura y seca madrugada de verano. Tus ojos miran, pero no se abren. Recuerdas algo de tu niñez, cavilas sobre el amor, las obligaciones domésticas, las tareas del trabajo, lo que ambicionas comprar, el sexo, tu sexo, una carta, quieres un pedazo de pera jugosa… Lo que habla no eres tú son tus pensamientos desbordados que como un trueno irrumpen sin permisos, ni comas, ni puntos para que la palabra sorprenda: franca y sin remordimientos.
Molly Bloom: 34 años, cantante profesional, fascinante, altiva, amorosa, aunque poco romántica. Es la esposa del señor Leopoldo, el Ulises de Dublin, pero no es el prototipo de sumisión, no es una heroína de tragedia griega, ella es lo opuesto de Penélope. De ahí su infidelidad, pero no desde la desfachatez del adulterio, Molly es la imagen viva de los deseos más profundos de la mujer.
Igual que el señor Leopoldo, ella está sumida en el dolor por la pérdida del primer hijo, un varón. Ese episodio marca, motivado por ella, el término del deseo sexual entre ellos. La otra ausencia, la de la hija adolescente quien estudia lejos de casa se mezcla con la de la madre nunca conocida. Aun así, ella es la entrega no condicionada. Aunque nació en Gibraltar su acento es mundial porque representa el SÍ al derecho natural al amor como madre y como mujer.
En el monólogo de Molly la pera no puede ser más evidente. Si a través de la manzana la humanidad inculpó a la mujer del pecado, la pera la reivindica ¿De qué mano se la comerá Molly, con la izquierda como la virgen? En esta receta la pera se presenta como símbolo de emancipación; la frambuesa en pequeñas cantidades porque va y viene como la pasión o la fecundidad; el viche sugiere el amanecer que comienza. Ligera en su preparación, intensa al paladar esta sidra está hecha en honor a Molly, a Molly de mi corazón.
Gastronomía: Irlandesa .
Usa frambuesas en esta receta
- Tiempo de preparación: 10 minutos.
- Tiempo de cocción: 0 minutos.
- Porciones: 1.
Ingredientes
- 1/2 vaso de infusión de pera
- 1 chorrito de sirope de frambuesa
- 1 chorrito de viche (opcional)
- 1 chorrito de zumo de limón
- 4 frambuesas
- Hielo (al gusto)
Preparación
En una jarra bien fría poner la infusión de pera.
Añadir el sirope de frambuesas, el zumo de limón y el viche.
Agregar las frambuesas y el hielo. Mezclar muy bien y servir en un vaso o copa.
¡Trucos de la abuela!
Si te gusta la cocina y eres de los que crea recetas en busca de nuevos sabores, escríbenos al correo de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) o al de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) para conocer tu propuesta gastronómica. 😊🥦🥩🥧
Un poco de la historia de esta receta
Es la habitación matrimonial. Tu esposo duerme. Quizás 2 a 3 de una oscura y seca madrugada de verano. Tus ojos miran, pero no se abren. Recuerdas algo de tu niñez, cavilas sobre el amor, las obligaciones domésticas, las tareas del trabajo, lo que ambicionas comprar, el sexo, tu sexo, una carta, quieres un pedazo de pera jugosa… Lo que habla no eres tú son tus pensamientos desbordados que como un trueno irrumpen sin permisos, ni comas, ni puntos para que la palabra sorprenda: franca y sin remordimientos.
Molly Bloom: 34 años, cantante profesional, fascinante, altiva, amorosa, aunque poco romántica. Es la esposa del señor Leopoldo, el Ulises de Dublin, pero no es el prototipo de sumisión, no es una heroína de tragedia griega, ella es lo opuesto de Penélope. De ahí su infidelidad, pero no desde la desfachatez del adulterio, Molly es la imagen viva de los deseos más profundos de la mujer.
Igual que el señor Leopoldo, ella está sumida en el dolor por la pérdida del primer hijo, un varón. Ese episodio marca, motivado por ella, el término del deseo sexual entre ellos. La otra ausencia, la de la hija adolescente quien estudia lejos de casa se mezcla con la de la madre nunca conocida. Aun así, ella es la entrega no condicionada. Aunque nació en Gibraltar su acento es mundial porque representa el SÍ al derecho natural al amor como madre y como mujer.
En el monólogo de Molly la pera no puede ser más evidente. Si a través de la manzana la humanidad inculpó a la mujer del pecado, la pera la reivindica ¿De qué mano se la comerá Molly, con la izquierda como la virgen? En esta receta la pera se presenta como símbolo de emancipación; la frambuesa en pequeñas cantidades porque va y viene como la pasión o la fecundidad; el viche sugiere el amanecer que comienza. Ligera en su preparación, intensa al paladar esta sidra está hecha en honor a Molly, a Molly de mi corazón.
Gastronomía: Irlandesa .
Usa frambuesas en esta receta
- Tiempo de preparación: 10 minutos.
- Tiempo de cocción: 0 minutos.
- Porciones: 1.
Ingredientes
- 1/2 vaso de infusión de pera
- 1 chorrito de sirope de frambuesa
- 1 chorrito de viche (opcional)
- 1 chorrito de zumo de limón
- 4 frambuesas
- Hielo (al gusto)
Preparación
En una jarra bien fría poner la infusión de pera.
Añadir el sirope de frambuesas, el zumo de limón y el viche.
Agregar las frambuesas y el hielo. Mezclar muy bien y servir en un vaso o copa.
¡Trucos de la abuela!
Si te gusta la cocina y eres de los que crea recetas en busca de nuevos sabores, escríbenos al correo de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) o al de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) para conocer tu propuesta gastronómica. 😊🥦🥩🥧