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¿Quién no se ha preguntado alguna vez si sería capaz de algo en la vida? Lanzarse en paracaídas, probar un nuevo corte de cabello, intentar un look diferente e incluso atreverse a usar colores inexplorados, son algunas de esas cosas que retan a las personas en su cotidianidad. En la gastronomía este tema no es diferente, los amantes del buen comer prueban sabores dulces, agrios, insípidos, salados y los que definitivamente no tienen una palabra para definirse. Y es que la cocina se trata de arriesgarse, de crear, de explorar lo desconocido y dentro de su gran oferta, los comensales son los encargados de dar a conocer esas experiencias para invitar a otros a ese conocido: “placer gastronómico”. Hoy en Gastronomía y Recetas de El Espectador, traemos algunos platos del mundo que se caracterizan por ser extraños, exóticos e impensables para algunos. ¿Te atreverías a probarlos? Aquí vamos:
Shirako
Este plato está catalogado como una de las “delicias culinarias japonesas” a la que los comensales no se pueden resistir. Se puede comer en salsa o en sopas. Su textura es suave y algunos expertos en el tema la han catalogado como un alimento ideal para la salud, sin embargo, lo que muchos amantes del arte del buen comer no saben es que este plato está elaborado con “glándulas llenas de esperma de pescado”, que tiene un sabor similar al del ya conocido caviar.
Jugo de ojo de oveja
Sí, así como lo lees. Esta tradición culinaria es ideal para pasar el guayabo o la resaca. Hace parte de la gastronomía de Mongolia y está elaborado con zumo de tomate, vinagre y ojos de ovejas. Algunos lo consideran como un líquido lleno de vitaminas para el cuerpo, mientras que otros definitivamente se niegan a probarlo.
Balut
Filipinas, Vietnam y Camboya reciben a sus lugareños y turistas con este plato típico que no es más ni menos que un huevo fertilizado de pollo o pato. Su preparación es bastante particular, los huevos son hervidos con el feto vivo, por lo que antes de consumirse deben haber estado incubados hasta que tengan plumas y pico, para algunos es una delicia de la gastronomía, mientras que algunos deciden decir NO a esta propuesta de la cocina.
Tarántulas fritas
Camboya deleita el paladar de sus comensales con insectos a la parrilla llenos de sabor y texturas imperdibles. La clave de este plato está en su condimento de ajo mezclado con hierbas, emplatado en bandejas de madera. Se pueden comer a cualquier hora del día y son muy reconocidas en las calles de este país, donde se pueden conseguir en cualquier esquina.
San-nakji
¿Pulpos vivos que se bañan en salsa de aceite de sésamo? La respuesta es sí y lo mejor de este plato es que se sirve de inmediato. A la vista del comensal, estos pequeños continúan con movimiento y el plus es “jugar con sus tentáculos” antes de disfrutarlos, aunque suena peligroso y es una propuesta gastronómica de mucho cuidado, este plato, típico de Corea, siempre se lleva todos los aplausos en la mesa.
Hormigas culonas
Este plato típico colombiano, perteneciente a la región de Santander, es la fusión perfecta entre lo salado y lo crujiente. Son catalogadas como afrodisíacas para los comensales y su preparación es una de las más fáciles de la cocina: se trata simplemente de sumergirlas en agua salada y tostarlas en sartenes muy calientes. ¿Te imaginas comiendo la cabeza gruesa, el tórax delgado y las grandes tenazas de esta especie?
kokoreç
Intestinos de oveja o cordero asados que se envuelven en deliciosas mollejas y que son aderezados con hierbas que luego se consumen de manera ligera y casual, convirtiéndolos en una especia de pincho, donde la brasa es la mejor elección para explorar todos sus jugos. Este plato de la cocina de los Balcanes a simple vista se ve tentador, apetitoso y provocativo, pero la realidad es que su mezcla de sabores no es la más agradable para muchos paladares. Seguro a veces es mejor no preguntar y solo probar, así se evitarían muchos “mordiscos amargos”.
Haggis
¡De Escocia para el mundo! Vamos a ver si se te despiertan los sentidos. ¿Te imaginas cocinar “el corazón, pulmones e hígado de una oveja y los condimentas con cebollas, harina de avena, hierbas y especias” y luego los añades dentro del estómago del animal y lo coces durante muchas horas? Bueno pues así es esta típica preparación escocesa que suele acompañarse con su licor tradicional: el whisky. Suena extraño, se lee poco provocativa pero ¿quien quita que la fusión de sus sabores sea tan deliciosa que conquiste tu paladar?.
Si te gusta la cocina y eres de los que crea recetas en busca de nuevos sabores, escríbenos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) para conocer tu propuesta gastronómica. 😊🥦🥩🥧