Un poco de la historia de las salsas
El origen de las salsas se asocia con los romanos, ellos utilizaban “garum”, la salsa reina de la cocina romana, en todas sus propuestas gastronómicas, esta tenía una particularidad en esa época: se preparaba con intestinos de pescado y una fusión de especias que se fermentaban al sol, dejando como resultado una mezcla de sabores indescriptibles. Historiadores gastronómicos cuentan que las salsas eran las favoritas del emperador Domiciano, quien utilizaba las charlas políticas del momento para elegir la más conveniente a la hora de ofrecer banquetes en las diferentes épocas de su reinado.
Estas elegidas de la cocina, se caracterizan por ser una mezcla líquida que contiene ingredientes fríos o calientes, y se sirven como acompañante de platos fuertes o comidas rápidas como hamburguesas, pizzas, o perros calientes. Algunas son espesas y funcionan a la perfección como “condimentos líquidos para los alimentos”. Es importante resaltar que las salsas son la primera “prueba” para estudiantes de cocina, durante este proceso es una de las habilidades que deben desarrollar, para ofrecer a los comensales diferentes opciones de texturas, olores, colores, sabores y sensaciones.
Existe la salsa pesto, napolitana, carbonara, putanesca, amatriciana, roja, tártara, rosada y de tomate, solo por mencionar algunas.
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Gastronomía: Romana .
Ideal para acompañar con comida rápida
- Tiempo de preparación: 5 minutos.
- Tiempo de cocción: 10 minutos.
- Porciones: 5.
Ingredientes
- 1 taza de leche
- 1 taza de aceite
- 1 pizca de sal
- 150 gramos de queso de hoja
- 1 zanahoria
- 1/2 cebolla cabezona
- 1 diente de ajo
- 1 chorrito de agua
- 1 chorrito de melao
- Cilantro (al gusto)
- Perejil (al gusto)
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Preparación
Añade a la licuadora 1 taza de leche, licúa muy bien. Añade 1 taza de aceite en forma de hilo y sigue licuando hasta que quede espesa la preparación.
Agrega 150 gramos de queso de hoja y vuelve a licuar hasta que quede una salsa. Reserva.
Para darle sabor a la salsa tártara, licúa una zanahoria y 1/2 cebolla cabezona junto con un diente ajo.
Añade un chorrito de agua con un chorrito de melao, sigue licuando.
Cuando tengas lista la mezcla, pásala por un colador y retira el exceso de agua.
Ahora añade esa mezcla a la salsa que preparaste antes y agrega cilantro y perejil al gusto. Mezcla y agrega una pizca de sal, revuelve y disfruta tu salsa.
¡Trucos de la abuela!
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