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Un poco de historia
La sopa de cebolla tiene origen en la cocina francesa, siendo popular entre las clases trabajadoras por su simplicidad y abundancia de nutrientes. A finales del siglo XVIII, comenzó a ganar renombre en la cocina profesional, especialmente con la adición de pan tostado y queso gratinado, elementos que la convierten en un plato reconfortante y sofisticado. Hoy, la sopa de cebolla es conocida mundialmente como una de las joyas de la gastronomía francesa.
Esta receta de sopa de cebolla es perfecta para los días fríos, con su sabor profundo y reconfortante. Las cebollas caramelizadas aportan un dulzor suave que se complementa con el vino blanco y el caldo. El toque final de pan de masa madre crujiente y queso gratinado convierte este plato en una experiencia completa, ideal para disfrutar como entrada o plato principal.
Es fácil de preparar, aunque lleva tiempo caramelizar bien las cebollas, paso súper importante para obtener ese sabor característico y auténtico.
Tiempo de preparación: 1 hora y 30 minutos
Ingredientes para 4 porciones:
3 cucharadas de mantequilla clarificada sin sal (puedes reemplazar con mantequilla de vaca)
2 a 3 cebollas grandes rojas o amarillas (aproximadamente 700 g), peladas y cortadas en julianas finas
1 cucharadita de sal, y más al gusto
4 tazas de caldo de pollo (o el que prefieras)
1/2 taza de vino blanco
1/2 cucharada de fécula de maíz
1/2 cucharadita de pimienta negra, y más al gusto
Rebanadas de pan de masa madre
1/2 taza de queso rallado Gruyère o mozarella (opcional)
Preparación:
1. Derrite la mantequilla en una olla grande a fuego medio. Añade las cebollas y 1 cucharadita de sal, mezcla bien y tapa la olla para dejar que las cebollas se ablanden durante unos 5 minutos.
2. Destapa la olla y deja que las cebollas se caramelicen a fuego medio, revolviendo de vez en cuando, hasta que adquieran un color dorado. Si las cebollas se doran demasiado rápido, ajusta el calor. Este proceso puede tomar entre 45 y 60 minutos.
3. Mientras tanto, calienta el caldo en una olla pequeña a fuego bajo.
4. Cuando las cebollas estén caramelizadas, agrega el vino e incorpora la fécula de maíz, mezcla y deja que espese durante uno o dos minutos.
5. Añade lentamente el caldo caliente y la pimienta a la mezcla de cebolla. Cocina a fuego medio-alto sin tapa durante 10 minutos. Ajusta la sal y pimienta al gusto.
Montaje:
Precalienta el horno a 180 °C. Coloca cazuelas individuales resistentes al horno sobre una bandeja de hornear. Vierte la sopa en las cazuelas y cubre con las rebanadas de pan. Espolvorea con el queso rallado.
Gratina en el horno durante uno o dos minutos, vigilando de cerca hasta que el queso se derrita y se dore. Sirve inmediatamente. Puedes preparar la sopa hasta el paso 5 y congelarla. Así, la próxima vez, solo descongela y calienta, luego añade el pan y el queso antes de gratinar y servir.
Si te gusta la cocina y eres de los que crea recetas en busca de nuevos sabores, escríbenos al correo de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) o al de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) para conocer tu propuesta gastronómica. 😊🥦🥩🥧