Crepas saladas, una receta ideal para cualquier hora del día

Un poco de la historia de este plato

Originarios de la región de Bretaña al oeste de Francia, este plato es toda una tradición. Se obtienen por la cocción de la pasta extendida en forma de circular o de disco y se cocina por sus dos caras, hasta que se dore. Expertos en el tema han concluido que las crepas fueron el reemplazo de uno de los alimentos más importantes del mundo: el pan.

Aunque este último es preferible comerlo a temperaturas tibias para disfrutar de todo su sabor, las crepas por el contrario se pueden comer frías o calientes. Varios restaurantes en el mundo han decidido incluirlas en sus menús, llevándose gratas sorpresas, no solo por las fusiones increíbles que se encuentran dentro de ellas para sus comensales, sino porque también tienen un plus diferencial en su oferta: pueden ser de dulce o de sal. Algo a lo que definitivamente ningún amante del buen comer se puede negar.

Te puede interesar: Receta: así se prepara un waffle de atún con guacamole

Para el relleno

Huevos

Queso (de tu preferencia y al gusto)

Jamón serrano (al gusto)

Pimientos

Rúgula

Sal y pimienta

Cocina también: Receta: puré de papa criolla con guascas y queso paipa

Preparación

Mezcla harina con sal. Agrega leche poco a poco y un huevo. Bate hasta que todo esté bien incorporado y añade mantequilla derretida.

En una sartén caliente verte una cucharada de la mezcla y espárcela con movimientos suaves por toda la sartén hasta formar el crepe. Cocina por ambos lados.

Si las quieres hacer como desayuno puedes fritar el huevo en el centro y añadir todos los complementos que quieras, mientras tanto el huevo se irá cocinando. Dobla los crepes para darles forma y acompáñalos con una taza de café.

¡Trucos de la abuela!

Si te gusta la cocina y eres de los que crea recetas en busca de nuevos sabores, escríbenos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) para conocer tu propuesta gastronómica. 😊🥦🥩🥧

Un poco de la historia de este plato

Originarios de la región de Bretaña al oeste de Francia, este plato es toda una tradición. Se obtienen por la cocción de la pasta extendida en forma de circular o de disco y se cocina por sus dos caras, hasta que se dore. Expertos en el tema han concluido que las crepas fueron el reemplazo de uno de los alimentos más importantes del mundo: el pan.

Aunque este último es preferible comerlo a temperaturas tibias para disfrutar de todo su sabor, las crepas por el contrario se pueden comer frías o calientes. Varios restaurantes en el mundo han decidido incluirlas en sus menús, llevándose gratas sorpresas, no solo por las fusiones increíbles que se encuentran dentro de ellas para sus comensales, sino porque también tienen un plus diferencial en su oferta: pueden ser de dulce o de sal. Algo a lo que definitivamente ningún amante del buen comer se puede negar.

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Queso (de tu preferencia y al gusto)

Jamón serrano (al gusto)

Pimientos

Rúgula

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Preparación

Mezcla harina con sal. Agrega leche poco a poco y un huevo. Bate hasta que todo esté bien incorporado y añade mantequilla derretida.

En una sartén caliente verte una cucharada de la mezcla y espárcela con movimientos suaves por toda la sartén hasta formar el crepe. Cocina por ambos lados.

Si las quieres hacer como desayuno puedes fritar el huevo en el centro y añadir todos los complementos que quieras, mientras tanto el huevo se irá cocinando. Dobla los crepes para darles forma y acompáñalos con una taza de café.

¡Trucos de la abuela!

Si te gusta la cocina y eres de los que crea recetas en busca de nuevos sabores, escríbenos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) para conocer tu propuesta gastronómica. 😊🥦🥩🥧