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Historia de los rollos de fruta deshidratada
Los rollos de frutas se forman cuando la fruta se convierte en puré, se deshidrata, se corta y se enrolla.
Este dulce ha sido muy popular especialmente en América del Norte. Las grandes empresas lo fabrican de muchos sabores y le agregan colores artificiales y azúcar refinada, teniendo como resultado final un producto muy bajo en concentrado de fruta. Los paquetes cuentan con dibujos animados o personajes de películas populares, lo que hace que el producto sea más atractivo para los niños.
Es difícil saber cuándo o quién desarrolló por primera vez rollos de fruta deshidratada. Sin embargo, se cree que los pueblos del Medio Oriente fueron los primeros en descubrir que la fruta fresca se podía utilizar y conservar durante todo el año si se hacía puré, se cocinaba y se secaba. Uno de los primeros sabores fue el del albaricoque.
Esta receta está inspirada en esta golosina tan popular en América del Norte. Creamos un dulce agridulce a base de mango y fresa, endulzado con un poco de stevia líquida. Es un dulce ideal que puedes crear cuando tienes muchas frutas en tu nevera y no sabes qué hacer con ellas. Es fácil, saludable y lo más importante, cargadísimo de muchísimos nutrientes.
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Ingredientes
3 tazas de mango maduro (sin cáscara y cortado en cubos)
1.5 tazas de fresas sin hojas
2 cucharaditas de stevia líquida
2 cucharadas de zumo de limón (es aproximadamente un limón tipo Tahití)
Aceite de coco (el suficiente para engrasar la bandeja)
Utensilios
Horno o deshidratador
Bandeja de horno o deshidratador
Procesador de alimentos o licuadora
2 recipientes hondos
Papel parafinado
Espátula
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Preparación
Lleva el mango, la stevia y zumo de limón a un procesador de alimentos o licuadora. Mezcla hasta que quede completamente licuado. Lleva a un recipiente y ponlo a un lado.
Limpia o enjuaga el recipiente del procesador de alimentos o licuadora.
Lleva las fresas al procesador de alimentos o licuadora. Mezcla hasta que quede completamente licuado. Lleva a un recipiente y ponlo a un lado.
Corta el papel parafinado a la medida de la bandeja de horno o deshidratador (con la parte más suave hacia arriba). Engrasa completamente el papel con aceite de coco.
Vierte el puré de mango para crear una capa de 1 o 2 cm de espesor. Usa una espátula para esparcir suavemente la mezcla.
Vierte el puré de fresas encima del puré de mango. Viértelo en líneas rectas horizontales para crear formas en los rollos.
Opción deshidratador (más recomendada): Lleva a deshidratar a 135 °F por 3-4 horas, revisando cada hora para monitorear el progreso. Opción Horno: Lleva al horno en su temperatura más baja. El tiempo depende de cada horno, monitorea el progreso cada hora.
*Los rollos están listos cuando la fruta ya no está blanda ni pegajosa, pero aún no está quebaradiz.
Retira del horno o deshidratador y deja reposar por unos 60 minutos, córtalos en tiras (con el papel) y enróllalos para guardarlos. Almacena en un recipiente de vidrio hermético.
¡Trucos de la abuela!
Si te gusta la cocina y eres de los que crea recetas en busca de nuevos sabores, escríbenos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) para conocer tu propuesta gastronómica. 😊🥦🥩🥧