Receta: cómo hacer una pizza margarita en casa
Aquí aprenderemos cómo hacer la masa y el relleno de la más tradicional y básica de las preparaciones italianas.
Edwin Bohórquez Aya
Un poco de historia:
Muchos relatos acercan a esta preparación con una idea de que surgió de un cocinero en Italia, específicamente en Nápoles, cuando se le pidió que hiciera una propuesta para Margarita Teresa de Saboya, la primera reina de ese país tras la unificación. La masa como base, pero el tomate, el queso y la albahaca arriba cumpliendo una función también estética, buscando los colores de la bandera italiana. La propuesta gastronómica salió bien y a esa nueva pizza se le terminó llamando ‘margarita’. Es catalogada como la base que muchos cocineros en el mundo toman para luego crear múltiples versiones de acuerdo al gusto de cada uno o del comensal.
No dejes de cocinar: Receta: cómo preparar lechona, un plato muy colombiano
Ingredientes para una pizza grande de 8 porciones:
200 gramos de puré de tomate conocido como pommi (se puede reemplazar con pasta de tomate)
300 gramos de tomate chonto, que esté lo más rojo posible.
Orégano fresco (dos o tres ramas pequeñas)
Una cucharada de sal
Una pizca de pimienta
400 gramos de queso tipo mozarella
100 gramos de albahaca
Cuatro dientes de ajo
500 gramos de harina de trigo
10 gramos de levadura instantánea
50 gramos de aceite de oliva
300 gramos de agua
PREPARACIÓN DE LA SALSA:
Cortar finamente los cuatro dientes de ajo. Ponerlos en una taza con aceite de oliva para evitar que se oxiden. Calentar una olla sopera en el fogón y poner allí la combinación de ajo y aceite de oliva. Revolvemos y cuando se vean un poco dorados, tres o cuatro minutos después, vamos a agregar todo el puré de tomate (o la pasta de tomate), dos pizcas de sal, las dos ramas de orégano fresco (y si no tiene orégano fresco sino en polvo, agregar una cucharada pequeña porque éste viene más concentrado). Se deja allí sobre el fuego por 15 minutos para que se concentren los olores y sabores. Revolver constantemente. Cuando salen las primeras burbujas, dejamos a fuego lento para que la preparación se condense y espese. Retire las ramas de orégano, póngala en un recipiente aparte y déjela enfriar. No puede poner esta salsa caliente sobre la masa porque la puede romper.
PREPARACIÓN DE LA MASA:
Poner la harina sobre el mesón de trabajo como si fuera una montaña. Tomar una espátula o una cuchara de madera y hacer un círculo en la mitad. Se verá como si fuera una corona o una dona gigante.
Aparte, ponga la levadura en una taza con agua tibia, no caliente porque puede dañarla. Revolver hasta que se eliminen los grumos. Una vez está disuelta ponerla en el centro del círculo, de la corona. Se agrega el aceite de oliva en el mismo lugar. La sal se pone alrededor de la harina, por la parte de afuera de la corona y no puede entrar en contacto con levadura porque la daña. Empezamos a mezclar a con la espátula cubriendo con la harina hacia el centro. No hay problema si los líquidos tratan de escapar, solo debe integrar toda la mezcla hasta que va tomando forma sólida. Use sus manos para amasar. Esa es la clave de esta receta y la razón de fondo de una buena masa. Si aún hay mucha harina suelta, puede poner un poco de agua, muy poca, para darle consistencia a la mezcla. Sabrá que está lista cuando no se quede pegada en las manos, hasta tanto amásela constantemente. Lave sus manos y amase nuevamente. Cuando ya esté en su punto, de nuevo, lo sabrá porque no se queda pegada a sus manos, haga una bola y luego divídala en dos con la espátula, así que tendrá dos bolitas. Póngalas sobre una bandeja con una base se harina. Cúbralas con una bolsa plástica, de tal forma que se fermente naturalmente durante, al menos, 30 minutos.
Sabrá que la masa está lista cuando doble su tamaño, es decir, cada una de las bolas deberá estar dos veces más grande.
PREPARACIÓN DE LA PIZZA:
Sobre la superficie que va a trabajar, ponga una capa de harina. Lleve una de las bolas de masa y empiece a estirar del centro hacia afuera. Hágalo con los nudillos. No puede quedar muy delgada porque se puede romper. Ahora, sobre una bandeja para horno, ponga nuevamente una capa de harina para evitar que se pegue la masa. Lleve allí su masa ya estirada. Ponga dos o tres cucharadas de la salsa sobre la masa. Distribúyala por toda la superficie, pero no hasta los bordes. Ponga el queso mozarella, que sea un queso graso para que se estire cuando esté en el horno. Ponga una buena cantidad de queso. Corte los tomates en rodajas y póngalos sobre el queso. Llévela al horno a una temperatura de 180 a 200 grados. De cinco a siete minutos tardará para estar lista, aunque todo depende del tipo de horno y de su capacidad de distribuir el calor, así que se recomienda verificarla cada tres minutos para que no se queme.
Mientras tanto tome las hojas de albahaca, enróllelas y córtelas. A este tipo de corte se le llama Chiffonade. Que queden muy delgadas.
EN LA MESA:
Ara el horno, retire la pizza, los bordes se verán más altos. La puede cortar en las porciones que desee de acuerdo al tamaño, pero salen ocho porciones pequeñas, y antes de llevar a la mesa decoramos con las tiras de la albahaca. Cuando se corta se escuchará la crocancia de la masa. Y así queda la pizza margarita, lista para comer, hecha en casa.
¡Trucos de la abuela!
Lleva a tu mesa: Receta: ¿Cómo preparar pandeyuca?, nueve ingredientes para lograrlo
Un poco de historia:
Muchos relatos acercan a esta preparación con una idea de que surgió de un cocinero en Italia, específicamente en Nápoles, cuando se le pidió que hiciera una propuesta para Margarita Teresa de Saboya, la primera reina de ese país tras la unificación. La masa como base, pero el tomate, el queso y la albahaca arriba cumpliendo una función también estética, buscando los colores de la bandera italiana. La propuesta gastronómica salió bien y a esa nueva pizza se le terminó llamando ‘margarita’. Es catalogada como la base que muchos cocineros en el mundo toman para luego crear múltiples versiones de acuerdo al gusto de cada uno o del comensal.
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Ingredientes para una pizza grande de 8 porciones:
200 gramos de puré de tomate conocido como pommi (se puede reemplazar con pasta de tomate)
300 gramos de tomate chonto, que esté lo más rojo posible.
Orégano fresco (dos o tres ramas pequeñas)
Una cucharada de sal
Una pizca de pimienta
400 gramos de queso tipo mozarella
100 gramos de albahaca
Cuatro dientes de ajo
500 gramos de harina de trigo
10 gramos de levadura instantánea
50 gramos de aceite de oliva
300 gramos de agua
PREPARACIÓN DE LA SALSA:
Cortar finamente los cuatro dientes de ajo. Ponerlos en una taza con aceite de oliva para evitar que se oxiden. Calentar una olla sopera en el fogón y poner allí la combinación de ajo y aceite de oliva. Revolvemos y cuando se vean un poco dorados, tres o cuatro minutos después, vamos a agregar todo el puré de tomate (o la pasta de tomate), dos pizcas de sal, las dos ramas de orégano fresco (y si no tiene orégano fresco sino en polvo, agregar una cucharada pequeña porque éste viene más concentrado). Se deja allí sobre el fuego por 15 minutos para que se concentren los olores y sabores. Revolver constantemente. Cuando salen las primeras burbujas, dejamos a fuego lento para que la preparación se condense y espese. Retire las ramas de orégano, póngala en un recipiente aparte y déjela enfriar. No puede poner esta salsa caliente sobre la masa porque la puede romper.
PREPARACIÓN DE LA MASA:
Poner la harina sobre el mesón de trabajo como si fuera una montaña. Tomar una espátula o una cuchara de madera y hacer un círculo en la mitad. Se verá como si fuera una corona o una dona gigante.
Aparte, ponga la levadura en una taza con agua tibia, no caliente porque puede dañarla. Revolver hasta que se eliminen los grumos. Una vez está disuelta ponerla en el centro del círculo, de la corona. Se agrega el aceite de oliva en el mismo lugar. La sal se pone alrededor de la harina, por la parte de afuera de la corona y no puede entrar en contacto con levadura porque la daña. Empezamos a mezclar a con la espátula cubriendo con la harina hacia el centro. No hay problema si los líquidos tratan de escapar, solo debe integrar toda la mezcla hasta que va tomando forma sólida. Use sus manos para amasar. Esa es la clave de esta receta y la razón de fondo de una buena masa. Si aún hay mucha harina suelta, puede poner un poco de agua, muy poca, para darle consistencia a la mezcla. Sabrá que está lista cuando no se quede pegada en las manos, hasta tanto amásela constantemente. Lave sus manos y amase nuevamente. Cuando ya esté en su punto, de nuevo, lo sabrá porque no se queda pegada a sus manos, haga una bola y luego divídala en dos con la espátula, así que tendrá dos bolitas. Póngalas sobre una bandeja con una base se harina. Cúbralas con una bolsa plástica, de tal forma que se fermente naturalmente durante, al menos, 30 minutos.
Sabrá que la masa está lista cuando doble su tamaño, es decir, cada una de las bolas deberá estar dos veces más grande.
PREPARACIÓN DE LA PIZZA:
Sobre la superficie que va a trabajar, ponga una capa de harina. Lleve una de las bolas de masa y empiece a estirar del centro hacia afuera. Hágalo con los nudillos. No puede quedar muy delgada porque se puede romper. Ahora, sobre una bandeja para horno, ponga nuevamente una capa de harina para evitar que se pegue la masa. Lleve allí su masa ya estirada. Ponga dos o tres cucharadas de la salsa sobre la masa. Distribúyala por toda la superficie, pero no hasta los bordes. Ponga el queso mozarella, que sea un queso graso para que se estire cuando esté en el horno. Ponga una buena cantidad de queso. Corte los tomates en rodajas y póngalos sobre el queso. Llévela al horno a una temperatura de 180 a 200 grados. De cinco a siete minutos tardará para estar lista, aunque todo depende del tipo de horno y de su capacidad de distribuir el calor, así que se recomienda verificarla cada tres minutos para que no se queme.
Mientras tanto tome las hojas de albahaca, enróllelas y córtelas. A este tipo de corte se le llama Chiffonade. Que queden muy delgadas.
EN LA MESA:
Ara el horno, retire la pizza, los bordes se verán más altos. La puede cortar en las porciones que desee de acuerdo al tamaño, pero salen ocho porciones pequeñas, y antes de llevar a la mesa decoramos con las tiras de la albahaca. Cuando se corta se escuchará la crocancia de la masa. Y así queda la pizza margarita, lista para comer, hecha en casa.
¡Trucos de la abuela!
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