Un poco de historia de la harina
La historia de la harina empieza hace unos 30,000 años, cuando las primeras civilizaciones de Europa molían granos con piedras. En el antiguo Egipto, alrededor del 3000 a.C., perfeccionaron técnicas de molienda para crear panes, y durante la Edad Media, los molinos de agua y viento en Europa mejoraron la producción. Con la Revolución Industrial en el siglo XIX y la introducción de molinos de rodillos en Suiza, la harina se refinó aún más.
Hacer harina en casa es fácil, más económico y saludable. Con una licuadora de alta velocidad, puedes convertir avena, almendras o cualquier otro grano en harina en cuestión de minutos. Este proceso, aunque moderno, sigue la tradición milenaria de transformar los granos en ingredientes básicos para una alimentación llena de nutrientes.
Tiempo de preparación: 5 minutos
Ingredientes para 4 porciones (1/4 taza por porción):
1 ½ tazas de avena en hojuelas (libre de gluten si es necesario)
Preparación:
- 1. Lleva la avena en una licuadora de alta potencia y licúa a velocidad alta hasta que obtengas una harina fina y pulverizada, aproximadamente en 15 segundos). Ten cuidado de no licuar en exceso, ya que la harina de avena podría volverse grumosa.
- 2. Revisa tu licuadora para asegurarte de que no queden pedacitos de avena sin moler. Si es necesario, continúa licuando, removiendo la licuadora de la base y agitándola ocasionalmente para garantizar que toda la avena se mezcle bien.
- 3. Transfiere la harina a un frasco o recipiente y almacénala hasta por 1 mes sin refrigerar, o incluso por más tiempo.
Montaje:
Utiliza esta harina para preparar postres saludables deliciosos, se mantiene fresca a temperatura ambiente aproximadamente 2 meses.
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