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El aguachile es una preparación muy extendida en la costa del Pacífico mexicano, que en su fórmula más básica lleva camarones, agua, limón, chile, pepino y cebolla. El resultado es una especie de ceviche aromático y con mucho sabor. A partir de esta receta se pueden hacer muchísimas variaciones: con cilantro, con chiles secos y de diferentes tipos, con salsa inglesa o de soya, con jugo de tomate, con melón y hasta con tequila o mezcal, entre muchas otras posibilidades… Eso sí, se debe acompañar, como es tradición, con galletas de soda y una cervecita helada. Esta preparación tiene dos condiciones: debe ser refrescante y debe picar, y por eso un ingrediente principal es chile, generalmente de la variedad chiltepín, aunque también se puede utilizar jalapeño o habanero. Esta semana, para un evento que atendí, presenté a los asistentes esta entradita de aguachile con langostinos y espárragos, que si bien no es la receta tradicional, sí puedo decir que quedó delicioso.
INGREDIENTES (Para 4 personas)
16 langostinos U15 sin pelar
8 espárragos
1 pepino cohombro europeo
Jugo de 8 limones criollos
1 taza de hojas de cilantro
1 jalapeño (o al gusto)
Sal y pimienta negra
1 chorro de aceite de oliva
PREPARACIÓN
Cocine los langostinos en un caldo corto o de vegetales, con sal y limón. Deje enfriar, pélelos, retíreles la vena y córtelos en trozos. Haga lo mismo con los espárragos. Licue el pepino con el cilantro, el jugo de limón, el jalapeño y unos cubos de hielo. Pase por un tamiz varias veces, hasta que quede limpio. Marine los langostinos con limón, sal y pimienta antes de mezclar con los espárragos y bañar con el caldillo. Termine con un chorrito de aceite de oliva.