Cuando comprendemos que no se debe sancochar, sino blanquear, cuando exploramos las posibilidades de cocción –como asada a la parrilla–, cuando probamos cómo se aprovecha en otras culturas culinarias, entonces nos entregamos al disfrute de la rica coliflor. Por ejemplo, en la India existen miles de recetas con esta flor, siempre aromatizadas con fragantes especias y currys, en la cocina clásica francesa existen cremitas que se enriquecen con queso brie o roquefort, en Japón se rebozan sus flores en una tempura y quedan doraditas y crujientes… se puede hacer en puré, en hummus, en encurtido, en arroces –la paella valenciana más clásica lleva florecitas de coliflor–, asada con chimichurri, en una minestrone… Y en todas estas facetas es una verdadera delicia, un secreto muy bien guardado. Hoy la vamos a preparar a la manera clásica francesa que consiste en blanquearla en agua y leche para luego presentarla con una salsa de quesos y gratinada al horno. Así es una guarnición que va muy bien con una enorme variedad de platos.
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INGREDIENTES (Para 4 personas)
2 cabezas de coliflor partida en trozos grandes
2 tazas de agua
2 tazas de leche
Sal
Para la salsa:
2 cucharadas de harina de trigo
2 cucharadas de mantequilla
1 y 1/2 tazas de leche tibia
1 taza de quesos rallados (gruyère, gouda, cheddar, parmesano…)
PREPARACIÓN
En una olla mezcle el agua y la leche, sazone con sal y lleve al hervor. Sumerja la coliflor y cocine durante dos minutos. Retire y escurra. Para la salsa, en una olla aparte, funda la mantequilla, agregue la harina y mezcle muy bien para formar un roux. Luego integre lentamente la leche tibia mezclando con un batidor de alambre. Puede agregar más leche si hace falta. Termine añadiendo la mitad de la mezcla de quesos y sazone con sal y pimienta. Acomode la coliflor en una refractaria, bañe con la salsa, ponga la mitad de queso restante encima y lleve al horno en broil para gratinar.