Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La oferta de duraznos del altiplano, especialmente cuando están en cosecha, es espectacular, y nada tienen que envidiarles a los chilenos o californianos: son hermosos, carnosos, dulce y jugosos. Aprovechando esta rica fruta, seguí la costumbre de los argentinos, que suelen asar frutas (membrillos, peras, manzanas, duraznos…) al rescoldo, que es a un lado de la parrilla durante el asado, para tenerlos listos al momento del postre. Entonces, preparé una cuajada clásica, pero agregando duraznos asados al finalizar el melao, y el resultado fue tan rico, que de inmediato lo incluí en la carta de mi restaurante. Acá preparamos un melao con partes iguales de agua y de panela, y se puede aromatizar con lo que desee: piel de naranja, canela, clavo, tomillo, romero… Y los duraznos se asan enteros, ya sea en el horno o a un lado de la parrilla, hasta que su piel esté doradita y sea fácil retirarla. Un consejo: calienten un poquito la cuajada antes de servir.
hsasson28@hotmail.com / www.harrysasson.com
INGREDIENTES
4 trozos de cuajada fresca
6 duraznos maduros enteros
1 taza de agua
1 taza de panela rallada
PREPARACIÓN
Dore los duraznos sobre la parrilla o en el horno en alto, retire la piel y córtelos en cascos, descartando el hueso. Caliente un poco la cuajada en el mismo horno. Prepare el melao en una olla mezclando el agua, la panela y los saborizantes que le quiera agregar. Lleve a un hervor, reduzca el fuego y cocine hasta que tenga consistencia de caramelo. Añada los cascos de durazno y cocine durante un par de minutos cuidando que el melao no se pase de punto. Sirva la cuajada bañando con el melao y los duraznos.