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Vamos a confesarnos: a todos nos encantan los apanados, así sea como un placer prohibido. Y es que de solo recordar esa sensación exquisita de morder una de estas frituras crujientes y sabrosas se me hace agua la boca. Apanados hay en todas las culturas culinarias. Las más sofisticadas podrían ser quizá las tempuras de Japón, cuyo origen -cuenta la leyenda- es en realidad portugués, pero los japoneses, como hacen con todo, perfeccionaron la técnica hasta el extremo. Allí también tienen el majestuoso apanado con panko, que son migas de pan más gruesas y que dan como resultado un apanado con más textura. Los ingleses tienen su plato bandera bien apanado: fish and chips, que son trozos de pescado blanco en una fritura a la que se le agrega por tradición cerveza negra -ojalá Guinness-, con papas fritas servido todo en cucuruchos de papel de periódico. Y qué decir de los apanados más clásicos de España: las deliciosas croquetas: para graduarse de abuela española hay que preparar las croquetas más ricas del mundo. Y hablando de abuelas… Mi abuela nos hacía el pollo apanado con Corn Flakes triturado, y era realmente rico. Bueno, pues haciendo pruebas de apanados, se nos ocurrió triturar bien finito unas monedas de patacón, y de ahí salió la receta que les presento. Termino con esta historia: en días de novena llevé a casa de unos amigos la masa de los buñuelos, y resulta que solo tenían en ese momento aceite de oliva… No hubo más remedio, así que controlé la temperatura de la fritura para que no se ahumara el aceite de oliva y quedaron los buñuelos más ricos que he comido en mi vida.
hsasson28@hotmail.com / www.harrysasson.com
INGREDIENTES
30 langostinos U21-25 pelados y desvenados
3/4 de taza de harina de trigo
1 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de pimienta negra
1/2 cucharadita de sal de ajo
2 o 3 huevos batidos
1 taza de miga de patacón
Aceite para freír
PREPARACIÓN
Para la miga de patacón solo se debe triturar una buena cantidad de monedas de patacón bien crocantes y secas. Sazone con sal y pimienta tanto los langostinos como la harina de trigo. Pase los langostinos por la harina, luego por huevo y, finalmente, por la miga. Frite por tandas en aceite a temperatura media-alta, hasta dorar. Retire y deje reposar sobre papel absorbente. Acompañe con la salsa de su preferencia: golf, guacamole, rosada, suero costeño, miel mostaza o tártara.