Receta para preparar linguine alle vongole
Las almejas son puro sabor a mar, y en esta receta se resaltan por el balance de su aporte salado y yodado, la acidez del vino (y si se quiere un poco de jugo de limón amarillo) y el aroma del perejil fresco picado.
Aprovechando la oferta de almejas frescas y congeladas, estoy por estos días feliz con mi familia preparando platos que disfrutamos mucho. Una de las preparaciones más clásicas de la cocina italiana, y preferidas en casa, es el linguine alle vongole. Depende de la tradición, puede llevar tomate y picante, crema de leche o, como más nos gusta, con vino blanco, perejil y montado al final con aceite de oliva o mantequilla, que es tal como quiero proponerlo esta semana.
Las almejas son puro sabor a mar, y en esta receta se resaltan por el balance de su aporte salado y yodado, la acidez del vino (y si se quiere un poco de jugo de limón amarillo) y el aroma del perejil fresco picado. Ya viene en el gusto si se le pone queso o no. Los puristas me van a revirar, pues la norma dice que la pasta con mariscos no lleva queso, pero realmente creo que un buen parmesano o pecorino ayudará a balancear aún más y a dar un poco de cremosidad. Para acompañar, infaltable un buen pan campesino o toscano y, por qué no, una copita de vino.
INGREDIENTES
1 libra de linguine
1 kilo de almejas en su concha
1/3 de taza de aceite de olivas
2 cucharadas de cebolla cabezona finamente picada
2 a 4 dientes de ajo machacados
Ají seco al gusto
3 cucharadas de perejil finamente picado
1 taza de vino blanco
3 a 4 cucharadas de mantequilla
Sal y pimienta negra fresca
PREPARACIÓN
Cocine la pasta en una olla con suficiente agua hirviendo con sal. Mientras tanto, en una sartén con el aceite de oliva saltee el ajo, cuando comience a caramelizar añada la cebolla y sofría. Luego integre las almejas, el ají, el vino y la mitad de la mantequilla. Tape y deje cocinar. Cuando abran todas las almejas, tras unos 5 minutos moviéndolas, agregue la pasta cocinada y drenada, el resto de la mantequilla y el perejil. Sazone con sal y pimienta, y termine de cocinar durante unos minutos.
Aprovechando la oferta de almejas frescas y congeladas, estoy por estos días feliz con mi familia preparando platos que disfrutamos mucho. Una de las preparaciones más clásicas de la cocina italiana, y preferidas en casa, es el linguine alle vongole. Depende de la tradición, puede llevar tomate y picante, crema de leche o, como más nos gusta, con vino blanco, perejil y montado al final con aceite de oliva o mantequilla, que es tal como quiero proponerlo esta semana.
Las almejas son puro sabor a mar, y en esta receta se resaltan por el balance de su aporte salado y yodado, la acidez del vino (y si se quiere un poco de jugo de limón amarillo) y el aroma del perejil fresco picado. Ya viene en el gusto si se le pone queso o no. Los puristas me van a revirar, pues la norma dice que la pasta con mariscos no lleva queso, pero realmente creo que un buen parmesano o pecorino ayudará a balancear aún más y a dar un poco de cremosidad. Para acompañar, infaltable un buen pan campesino o toscano y, por qué no, una copita de vino.
INGREDIENTES
1 libra de linguine
1 kilo de almejas en su concha
1/3 de taza de aceite de olivas
2 cucharadas de cebolla cabezona finamente picada
2 a 4 dientes de ajo machacados
Ají seco al gusto
3 cucharadas de perejil finamente picado
1 taza de vino blanco
3 a 4 cucharadas de mantequilla
Sal y pimienta negra fresca
PREPARACIÓN
Cocine la pasta en una olla con suficiente agua hirviendo con sal. Mientras tanto, en una sartén con el aceite de oliva saltee el ajo, cuando comience a caramelizar añada la cebolla y sofría. Luego integre las almejas, el ají, el vino y la mitad de la mantequilla. Tape y deje cocinar. Cuando abran todas las almejas, tras unos 5 minutos moviéndolas, agregue la pasta cocinada y drenada, el resto de la mantequilla y el perejil. Sazone con sal y pimienta, y termine de cocinar durante unos minutos.