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El salmón siempre ha sido un favorito en mi cocina, especialmente los filetes que recibimos hoy a buen precio -relativamente, digamos- desde los cultivos de Chile. Durante las celebraciones especiales siempre me surge el salmón dentro de las ideas para servir, y dentro de la gran variedad de diferentes preparaciones que puede protagonizar este rico pescado, yo lo recomiendo asado… y frío… Sí, frío, y este es mi secreto. La razón es muy sencilla, y es que el salmón es rico en grasas, que se comportan de forma diferente con el calor. Cuando se enfrían, estos aceites -que son muy buenos para la salud, por cierto-, suavizan su sabor y aroma. Además, así se puede preparar antes de que lleguen los invitados y la casa no quedará llena de olores a pescado cuando comience el evento. La receta es sencilla: se adoba el filete entero con una mezcla de hierbas, se asa en el horno a máximo, se deja enfriar y se acompaña en la mesa con una mayonesa de pesto o una tártara. Una última recomendación: cuando utilice el filete de salmón completo recuerde retirar la parte baja, correspondiente a la panza o ventresca, pues contiene más grasa que el resto de la pieza.
hsasson28@hotmail.com / www.harrysasson.com
INGREDIENTES
1 filete de 1,5 kilos de salmón con piel
2 cucharadas de cebollín picado
2 cucharadas de perejil picado
1 cucharada de orégano
2 cucharadas de mantequilla al clima o de aceite de oliva
Ralladura de 1 naranja
Semillas de hinojo molidas (opcional)
Sal y pimienta negra recién molida
PREPARACIÓN
Prepare una pasta mezclando todos los ingredientes y úntela al salmón por el lado de la carne. Acomode en una bandeja y lleve al horno a máxima temperatura hasta que dore en la superficie, pero esté todavía jugoso por dentro. Retire y deje enfriar. Sirva con una mayonesa de hiervas o una salsa tártara.