Tipos de vino para cada comida: ¿cómo saber cuál debes tomar?
Si aún no sabes cómo combinar la comida con el vino, acá te dejamos algunos consejos para que tengas en cuenta.
No hay que ser un experto para disfrutar de un buen vino, sin embargo, entre más se aprende al respecto, más se puede disfrutar.
Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México existen varias clasificaciones de vinos. Entre las distribuciones están la de dulzor y la de edad, también, se pueden diferenciar por secos, semisecos, semidulces y dulces.
Asimismo, la institución indica que son múltiples los beneficios del consumo moderado de esta bebida. Entre ellos están el neutralizar los radicales libres, sustancias que deterioran el funcionamiento del cuerpo. Además, disminuye las enfermedades cardiovasculares.
Ahora, si lo quieres es incorporar el vino a algunas de tus preparaciones, acá te dejamos una guía para escojas el mejor y tengas una combinación exquisita.
¿Cómo saber cuál vino tomar con la comida?
El portal especializado Vinetur ha dejado algunos consejos a los que puedes recurrir para escoger un buen vino al momento de ingerir alimentos.
Los mariscos
Este tipo de alimentos se armonizan con sabores yodados y con cierta acidez. Por ejemplo, la langosta combina perfecto con un Chardonnay y las ostras con vinos espumosos.
Los postres
En este caso debes tener en cuenta la frescura de la elaboración, la característica de los ingredientes y la textura. En la mayoría de los casos se consumen con Oportos, Moscateles y Riesling.
Lee también: ¿Cómo preparar la sangría perfecta para tus próximas festividades?
Las carnes rojas
Con preparaciones como el estofado van bien los vinos tintos como el Cabernet Sauvignon. Si por ejemplo te encuentras en un asado, un tempranillo sería lo mejor.
Las aves
Si la carne de ave es asada es la guarnición la que marcará el tipo de vino que se va a usar. Si es un acompañamiento simple puedes optar por un tinto ligero.
Ahora, si el pollo u otro tipo de carne de ave es aderezada con algo, tal vez quieras optar por un Chardonnay o un Riesling si la preparación es un poco más grasosa.
Los arroces y pastas
En este caso también dependen las guarniciones, si por ejemplo son verduras se tiende a beber vinos rosados, pero, si es arroz o pasta marinera, tal vez lo mejor sea los vinos blancos como Chardonnay.
Las ensaladas y verduras
Debes saber que si utilizas vinagre para dar sabor a estos alimentos, este es un ingrediente que no se lleva muy bien con el vino. Lo mismo pasa con las salsas picantes, los espárragos, las alcachofas y los huevos.
Los aperitivos
Normalmente estos se armonizan con vinos blancos secos o tintos jóvenes.
Puedes leer: Receta de piña colada sin alcohol en casa, solo necesitas 4 ingredientes
El pescado
Aunque casi siempre se asocia el pescado con el vino blanco, también depende de la preparación. Por ejemplo, el salmón se puede consumir con vinos tintos jóvenes o con algún rosado.
Las sopas y consomés
Acá debes tener en cuenta el ingrediente principal de la sopa, así, sabrás con qué armonizarla.
Los jamones, embutidos y patés
En este caso casi siempre se bebe con Merlot.
No hay que ser un experto para disfrutar de un buen vino, sin embargo, entre más se aprende al respecto, más se puede disfrutar.
Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México existen varias clasificaciones de vinos. Entre las distribuciones están la de dulzor y la de edad, también, se pueden diferenciar por secos, semisecos, semidulces y dulces.
Asimismo, la institución indica que son múltiples los beneficios del consumo moderado de esta bebida. Entre ellos están el neutralizar los radicales libres, sustancias que deterioran el funcionamiento del cuerpo. Además, disminuye las enfermedades cardiovasculares.
Ahora, si lo quieres es incorporar el vino a algunas de tus preparaciones, acá te dejamos una guía para escojas el mejor y tengas una combinación exquisita.
¿Cómo saber cuál vino tomar con la comida?
El portal especializado Vinetur ha dejado algunos consejos a los que puedes recurrir para escoger un buen vino al momento de ingerir alimentos.
Los mariscos
Este tipo de alimentos se armonizan con sabores yodados y con cierta acidez. Por ejemplo, la langosta combina perfecto con un Chardonnay y las ostras con vinos espumosos.
Los postres
En este caso debes tener en cuenta la frescura de la elaboración, la característica de los ingredientes y la textura. En la mayoría de los casos se consumen con Oportos, Moscateles y Riesling.
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Las carnes rojas
Con preparaciones como el estofado van bien los vinos tintos como el Cabernet Sauvignon. Si por ejemplo te encuentras en un asado, un tempranillo sería lo mejor.
Las aves
Si la carne de ave es asada es la guarnición la que marcará el tipo de vino que se va a usar. Si es un acompañamiento simple puedes optar por un tinto ligero.
Ahora, si el pollo u otro tipo de carne de ave es aderezada con algo, tal vez quieras optar por un Chardonnay o un Riesling si la preparación es un poco más grasosa.
Los arroces y pastas
En este caso también dependen las guarniciones, si por ejemplo son verduras se tiende a beber vinos rosados, pero, si es arroz o pasta marinera, tal vez lo mejor sea los vinos blancos como Chardonnay.
Las ensaladas y verduras
Debes saber que si utilizas vinagre para dar sabor a estos alimentos, este es un ingrediente que no se lleva muy bien con el vino. Lo mismo pasa con las salsas picantes, los espárragos, las alcachofas y los huevos.
Los aperitivos
Normalmente estos se armonizan con vinos blancos secos o tintos jóvenes.
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El pescado
Aunque casi siempre se asocia el pescado con el vino blanco, también depende de la preparación. Por ejemplo, el salmón se puede consumir con vinos tintos jóvenes o con algún rosado.
Las sopas y consomés
Acá debes tener en cuenta el ingrediente principal de la sopa, así, sabrás con qué armonizarla.
Los jamones, embutidos y patés
En este caso casi siempre se bebe con Merlot.