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La comida es como una buena canción, hay que ponerle atención y disfrutarla para conectar con el mensaje que quiere difundir a través de los sentidos de quienes van a disfrutarla. Tomás Treschanski sí que es un verdadero exponente de este último concepto. Tiene 25 años, le gusta la cocina y hoy es el chef latinoamericano más joven en obtener una estrella Michelín, un reconocimiento que logró en diciembre y que sigue impulsando una propuesta arriesgada que habla de autenticidad y que expone “la cocina como un arte”, tal como lo dice este cocinero que le apuesta a conquistar comensales en una barra.
Tomás es el líder del restaurante de alta gastronomía “Trescha”, un establecimiento que está oculto en el barrio porteño de Villa Crespo, y que con el paso de unos pocos meses ya ha despertado el interés de aquellos que disfrutan de un show gastronómico que está compuesto por 14 momentos que le permite a sus asistentes viajar por diferentes culturas. En él se puede disfrutar de una buena lengua, de exquisitas carnes y de pescados que han sido debidamente cocinadas por un equipo de 20 personas que están haciendo historia junto al argentino.
Treschanski abrió las puertas de su restaurante en marzo de 2023 y desde ese momento ha logrado importantes reconocimientos en el sector gastronómico destacándose como uno de los cocineros con más proyección, tal como lo evidenciaron sus más recientes distinciones: el Young Chef Award y la inclusión del nombre de su propuesta en la Guía Michelin.
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Este emprendimiento gastronómico, que nació luego de una crisis de salud mundial (Covid-19), abre solo cuatro días a la semana para que quienes están detrás de los fogones puedan descansar de las jornadas que empezaron con un propósito y que hoy se han convertido en la verdadera razón de ser del lugar: servir al cliente de forma auténtica y original. En una reciente entrevista realizada por el diario El País, el argentino contó que solo abre su restaurante, esté número de veces porque lo aprendió de la cultura nórdica, “la mirada que tienen hacia el trabajo y la importancia que le dan al tiempo libre para descansar y que tengas una vida. Ahí entendí que la alta gastronomía no tiene que ser esclavizante, sino que uno puede compensar y encontrar un equilibrio”.
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Sacrificio, coraje y convencimiento son las palabras que visten a diario la labor de este chef argentino que comenzó con una idea de negocio que se mueve bajo el ya conocido fine dining, ese que funciona como una montaña rusa donde la incertidumbre es el plato principal que se sirve a la mesa y el mismo que es capaz de ser un eje transformador de un concepto que no pasa de moda y que le hace oda a la cocina de autor, a pesar de que muchos lo consideren en crisis.
Crear platos es su pasión, su cabeza, al igual que una receta, está en un constante experimento, eso le ha permitido “darse el gusto” de renovar sus platos cada vez que puede poniendo el sello de su personalidad en cada sabor y creación. Los juegos de texturas, la crocancia y la cremosidad, entre otros, lo tienen hoy por hoy en la mira de expertos gastrónomos que encuentran en él la jovialidad que la cocina siempre va a necesitar para avanzar.
Si te gusta la cocina y eres de los que crea recetas en busca de nuevos sabores, escríbenos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) para conocer tu propuesta gastronómica. 😊🥦🥩🥧