No dieron los tiempos: archivan proyecto de ley contra “terapias de conversión”
La iniciativa conocida como “Inconvertibles” se hundió por su paso en el Senado. No hubo quórum en la Comisión Primera para dar el debate.
Redacción Género y Diversidad
Este miércoles 12 de junio, el proyecto de ley que buscaba prohibir en Colombia los Esfuerzos de Cambio de Orientación Sexual, Identidad o Expresión de Género (Ecosieg), las mal llamadas “terapias de conversión, fue archivado por vencimiento de términos. La iniciativa, que ya llevaba más de un año en curso, no pudo tener su tercer debate.
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La senadora Clara López declaró su preocupación con los demás senadores de la Comisión Primera pues, una vez iniciada la sesión, fue desarmado el quórum impidiendo así el debate del proyecto de ley. “Hay un grave retroceso, fue vetada la discusión siquiera del proyecto. No podemos ir para atrás así tengamos convicciones religiosas íntimas y eso es lo que pasa hoy con la población LGBTI. Muchos no la quisieran ver existir, pero existe y no vale menos. Lo de hoy es una falta de respeto a la dignidad de las personas”, afirmó López.
El proyecto conocido como “Inconvertibles” buscaba evitar que las personas LGBTIQ+ en Colombia sean sometidas a maltratos y violencia forzada, bajo la excusa de que su orientación sexual o identidad de género es algo de lo que deben ser supuestamente curadas. Un estudio de la organización All Out señala que en el país el 44% de las personas LGBTIQ+ ha sufrido este tipo de prácticas, la mayoría eran menores de 20 años.
Según Naciones Unidas, las “terapias de conversión” son una forma de tortura. Incluyen exorcismos, violaciones sexuales, palizas, desnudez forzada, tratamientos hormonales, hipnosis o lobotomías. Son prácticas sin un sustento médico o científico y por ello vulneran el derecho a la no discriminación, a la salud sexual y reproductiva, a la libertad de conciencia y de religión, la libertad de expresión, los derechos de la niñez y a la prohibición de tortura y malos tratos.
Esta es la segunda vez que se hunde en el Congreso un proyecto de ley en esta materia. “Inconvertibles” ya había sido presentado en mayo 2022 por el entonces representante Mauricio Toro y, el articulado que debía ser debatido por el Senado hoy, fue radicado en noviembre de 2022 por la representante Carolina Giraldo.
Sin embargo, como expresó la senadora Angélica Lozano, el proyecto de ley contra las mal llamadas “terapias de conversión” sería radicado nuevamente después del próximo 20 de julio, cuando inicie el nuevo periodo legislativo. Lozano también hizo un llamado a las y los demás congresistas presentes en la sesión para redactar un proyecto de consensos que reconozca la protección de la diversidad sexual y de género, y que tenga un sustento basado en la evidencia científica.
Por su parte, Carolina Giraldo, autora del proyecto, afirma que “hubo una estrategia para dilatar y que finalmente no se pudiera dar trámite. Aunque formalmente no se dio el debate, durante las intervenciones que hubo quedó claro que todavía hay personas que solo conciben el mundo entre hombres y mujeres heterosexuales y niegan los derechos de la población LGBTIQ+”. Así, la representante destaco que el objetivo del artículado siempre fue buscar medidas para la no discriminación por motivos de orientación sexual, identidad y expresión de género y la prohibición de prácticas que atenten contra la dignidad humana.
Y es que “inconvertibles” ha sido una iniciativa polémica y ha generado discusiones y desinformación en redes sociales. Quienes se oponen al proyecto, como los senadores Alejandro Chacón, JP Hernandez y Karina Espinosa, expresaron durante la sesión, después de que fuera archivado, que este buscaba atentar contra los derechos de los padres de familia, de la libertad de culto y que ya la normativa vigente podría ser utilizada en casos de “terapias de conversión”.
Lea: Las mentiras de quienes se oponen al proyecto contra las “terapias de conversión”
“Nosotros amamos y respetamos a todos, pero ustedes están presentando un proyecto de ley contra nosotros porque somos cristianos y heterosexuales. Pareciera que ustedes nos están imponiendo su condición sexual”, comentó Espinosa. No obstante, el articulado de la iniciativa no hablaba sobre limitar la libertad de expresión y de culto. En diálogo con El Espectador, Cristian Piedrahíta, obispo luterano independiente, afirmó que ese sería un argumento erróneo ya que se ampara en estas libertades para vulnerar los derechos de las personas.
Este miércoles 12 de junio, el proyecto de ley que buscaba prohibir en Colombia los Esfuerzos de Cambio de Orientación Sexual, Identidad o Expresión de Género (Ecosieg), las mal llamadas “terapias de conversión, fue archivado por vencimiento de términos. La iniciativa, que ya llevaba más de un año en curso, no pudo tener su tercer debate.
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La senadora Clara López declaró su preocupación con los demás senadores de la Comisión Primera pues, una vez iniciada la sesión, fue desarmado el quórum impidiendo así el debate del proyecto de ley. “Hay un grave retroceso, fue vetada la discusión siquiera del proyecto. No podemos ir para atrás así tengamos convicciones religiosas íntimas y eso es lo que pasa hoy con la población LGBTI. Muchos no la quisieran ver existir, pero existe y no vale menos. Lo de hoy es una falta de respeto a la dignidad de las personas”, afirmó López.
El proyecto conocido como “Inconvertibles” buscaba evitar que las personas LGBTIQ+ en Colombia sean sometidas a maltratos y violencia forzada, bajo la excusa de que su orientación sexual o identidad de género es algo de lo que deben ser supuestamente curadas. Un estudio de la organización All Out señala que en el país el 44% de las personas LGBTIQ+ ha sufrido este tipo de prácticas, la mayoría eran menores de 20 años.
Según Naciones Unidas, las “terapias de conversión” son una forma de tortura. Incluyen exorcismos, violaciones sexuales, palizas, desnudez forzada, tratamientos hormonales, hipnosis o lobotomías. Son prácticas sin un sustento médico o científico y por ello vulneran el derecho a la no discriminación, a la salud sexual y reproductiva, a la libertad de conciencia y de religión, la libertad de expresión, los derechos de la niñez y a la prohibición de tortura y malos tratos.
Esta es la segunda vez que se hunde en el Congreso un proyecto de ley en esta materia. “Inconvertibles” ya había sido presentado en mayo 2022 por el entonces representante Mauricio Toro y, el articulado que debía ser debatido por el Senado hoy, fue radicado en noviembre de 2022 por la representante Carolina Giraldo.
Sin embargo, como expresó la senadora Angélica Lozano, el proyecto de ley contra las mal llamadas “terapias de conversión” sería radicado nuevamente después del próximo 20 de julio, cuando inicie el nuevo periodo legislativo. Lozano también hizo un llamado a las y los demás congresistas presentes en la sesión para redactar un proyecto de consensos que reconozca la protección de la diversidad sexual y de género, y que tenga un sustento basado en la evidencia científica.
Por su parte, Carolina Giraldo, autora del proyecto, afirma que “hubo una estrategia para dilatar y que finalmente no se pudiera dar trámite. Aunque formalmente no se dio el debate, durante las intervenciones que hubo quedó claro que todavía hay personas que solo conciben el mundo entre hombres y mujeres heterosexuales y niegan los derechos de la población LGBTIQ+”. Así, la representante destaco que el objetivo del artículado siempre fue buscar medidas para la no discriminación por motivos de orientación sexual, identidad y expresión de género y la prohibición de prácticas que atenten contra la dignidad humana.
Y es que “inconvertibles” ha sido una iniciativa polémica y ha generado discusiones y desinformación en redes sociales. Quienes se oponen al proyecto, como los senadores Alejandro Chacón, JP Hernandez y Karina Espinosa, expresaron durante la sesión, después de que fuera archivado, que este buscaba atentar contra los derechos de los padres de familia, de la libertad de culto y que ya la normativa vigente podría ser utilizada en casos de “terapias de conversión”.
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“Nosotros amamos y respetamos a todos, pero ustedes están presentando un proyecto de ley contra nosotros porque somos cristianos y heterosexuales. Pareciera que ustedes nos están imponiendo su condición sexual”, comentó Espinosa. No obstante, el articulado de la iniciativa no hablaba sobre limitar la libertad de expresión y de culto. En diálogo con El Espectador, Cristian Piedrahíta, obispo luterano independiente, afirmó que ese sería un argumento erróneo ya que se ampara en estas libertades para vulnerar los derechos de las personas.