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La línea Salvavidas de la Fundación Sergio Urrego es el único proyecto de prevención del suicidio y contención de situaciones de crisis relacionadas con discriminación y violencia de género y/o por orientación sexual especializado en infancia y adolescencia del país. En los últimos cinco años, ha atendido a más de 13.000 personas. Lo que para la fundación significa que sí es posible salvar muchas vidas con un mensaje o una llamada de ayuda.
La idea de tener una línea de atención para salud mental surgió prácticamente al mismo tiempo que la fundación. Tras hacerse público el caso de Sergio Urrego, un joven gay que se quitó la vida tras ser discriminado por las directivas del colegio Gimnasio Castillo Campestre por su orientación sexual, Alba Reyes, mamá de Sergio y directora de la fundación, comenzó a recibir casi que a diario mensajes de jóvenes pidiéndole ayuda.
“Empezaron a escribirme a mis redes sociales. Yo en ese momento no tenía ni idea de qué era lo que debía hacer, pero contestaba los mensajes así fueran las 3:00 am. Tenía mi teléfono debajo de la almohada y contestaba a cada uno de los jóvenes, niños y niñas que me contactaban. Recuerdo mucho que una niña me llamó pidiendo que le leyera un cuento para poder dormir tranquila. Ahí me di cuenta de la necesidad que había sobre poder brindar orientación psicosocial y empecé a revisar de qué manera podríamos emprender”, comparte Alba en conversación con El Espectador.
Conoció en Estados Unidos a The Trevor Project, una organización sin ánimo de lucro líder en la intervención de crisis y prevención del suicidio para juventudes LGBTIQ+, que brinda información y atención las 24 horas del día. Alba relata que se enamoró del proyecto y que la organización le explicó cómo montar la línea salvavidas. Sin embargo, no había recursos.
El proyecto de la Fundación Sergio Urrego empezó de manera empírica brindando atenciones psicosociales de la mano de profesionales en salud mental que quisieran trabajar de forma voluntaria. Acudieron a los consultorios de psicología de universidades como la Manuela Beltrán y así se fue conformando un equipo interdisciplinario para la atención de los casos. Pero, no fue hasta que Netflix y su plataforma WannaTalkAboutIt las contactó en 2019 y brindó un financiamiento inicial.
Hoy, la línea salvavidas de la Fundación Sergio Urrego funciona gracias a alianzas, proyectos de cooperación internacional y donaciones. Actualmente, uno de sus aliados más importantes es Tik Tok. Cuando alguna persona está buscando en la red social temas relacionados con autolesiones, suicidio o salud mental, sale un aviso con recursos y los datos de la línea de ayuda de la fundación y del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Todo un equipo interdisciplinario de profesionales está al otro lado de la línea para atender, brindar acompañamiento y activar protocolos de emergencia ante crisis de salud mental. El equipo lo conforman entre 15 y 18 psicólogos y psicólogas y brindan servicios como primeros auxilios psicológicos, remisiones en casos que sea pertinente activar rutas que permitan el restablecimiento de derechos y orientación en temas que no representan un factor de riesgo inmediato, pero que pueden convertirse en detonantes de suicidio.
Si bien es la única línea del país, no gubernamental, que presta este servicio a niños y jóvenes enfocado en materia de diversidad sexual y de género y por discriminación en ambientes escolares, atiende a cualquier persona sin importar su edad u orientación sexual+. Como explica Laura Solorzano, especialista en psicología jurídica y criminológica y actual coordinadora de la línea, “hay una deuda grande con el cuidado de la salud mental y es importante que todas las personas puedan tener algún espacio de escucha”.
En Colombia, la atención en salud mental todavía es un gran pendiente. La Asociación Colombiana de Psiquiatría informa que solo uno de cada diez colombianos con depresión recibe tratamiento adecuado y, según la Encuesta Nacional de Salud Mental, solo el 38,5% de los adultos entre 18 y 44 años que solicitaron atención en salud mental recibieron algún tipo de tratamiento por parte de sus entidades de salud. Además, aún persiste un gran estigma alrededor de ir a terapia.
A pesar de que a la línea se han contactado personas con hasta 50 años pidiendo consejos, por ejemplo, sobre cómo salir del clóset tras haber reprimido sus orientaciones sexuales o identidades de género la mayor parte de sus vidas o papás buscando ayuda para hablar con sus hijos adolescentes, el rango de edad del mayor número de contactos con la línea se encuentra entre los 6 y 15 años de edad. “Esto refleja el alto índice de problemas y trastornos en la salud mental en la población infantil y juvenil de Colombia”, afirman desde el área de psicología de la fundación.
¿Cómo trabaja la línea salvavidas de la Fundación Sergio Urrego?
La atención se realiza a través de llamadas o por mensajes de WhatsApp al 3117668666, también desde el correo hablamoscontigo@sergiourrego.org o pueden comunicarse desde las redes sociales de la fundación. Una vez se hace el contacto con la línea, un analista determina el tipo de atención que requiere el caso y se le asigna al psicólogo o psicóloga correspondiente. Tras recibir la llamada, la profesional puede dedicar, en promedio, dos o tres horas de atención. Además, hacen seguimiento a través de WhatsApp y otras llamadas.
Andrea Valcárcel, psicóloga y analista de la línea Salvavidas, señala que los momentos en que las personas más se contactan son por las tardes, especialmente, los lunes y martes. Después del fin de semana pueden llegar a recibir más de 100 mensajes nuevos y WhatsApp es el canal que les ha permitido fortalecer la atención y seguimiento de los casos. “Muchos sienten que si están los padres en la casa no pueden llamar con tranquilidad porque van a escucharlos. Entonces, con un mensaje es más fácil el acompañamiento o incluso suelen pedir el teléfono de un amigo”, comparte.
Actualmente, las y los profesionales de la línea Salvavidas trabajan desde Bogotá, Tunja, Medellín y Jamundí, pero la línea está habilitada para atender a personas de todo el país y activar los protocolos de contención de crisis de salud mental de cada departamento o ciudad respectivamente. Asimismo, dependiendo del caso, los usuarios pueden ser remitidos a profesionales y entidades aliadas de bajo costo, que les permiten continuar con su proceso de acompañamiento una vez terminada la contención de la crisis.
“Es importante ver cada caso como una persona que viene de condiciones y contextos particulares, no como una atención más”, complementa Carol Ávila, psicóloga de la línea. Ella explica que en los últimos años el trabajo y funcionamiento del proyecto ha evolucionado hacia una atención de la salud mental desde una perspectiva interseccional. Es decir, reconocer que factores como la raza, identidad de género, orientación sexual, edad o territorio donde se habita convergen y así, por ejemplo, la atención de un caso de Bogotá no puede ser igual que a alguien que se comunica desde Arauca. Esta mirada les permite “que las llamadas sean más largas o que las interacciones sean más profundas y exitosas”, reflexiona Carol.
Por el momento, el horario de atención de la línea Salvavidas es de lunes a viernes desde las 6:00 am hasta las 11:00 pm y los sábados de 7:00 am a 9:00 pm. Sin embargo, están trabajando para próximamente volver a implementar la atención 24 horas.
¿Quién cuida a quienes cuidan de la salud mental?
Trabajar en prevención del suicidio, contención de crisis y emergencias en salud mental requiere prestar especial cuidado a la salud mental propia. Las tres psicólogas de la línea Salvavidas con las que dialogó este diario concuerdan que es un trabajo retador y requiere de apoyo mutuo entre las y los profesionales. Si bien, ellas hacen un esfuerzo por separar lo laboral de sus vidas personales, reconocen que son necesarias tener pautas de autocuidado.
Por ejemplo, cada mes – o cuando sea necesario - los integrantes de la fundación tienen “descargas emocionales”, unos espacios en los que acuden psicoterapeutas externos que les permite dialogar sobre cómo se han sentido con los casos o incluso poder parar en cualquier momento de crisis emocional. “Somos personas cuidando personas”, repiten constantemente. Asimismo, destacan que es importante recordar que los procesos de cuidado de salud mental son lentos y requieren de atención más allá de la contención de una crisis y que “todas las personas, incluyendo los psicólogos, requerimos de espacios de desahogo, escucha y ayuda para poder estar bien”.
Si conoces a alguien que necesite ayuda en salud mental, puedes contactarte con:
- Fundación Sergio Urrego: 3117668666
- ICBF: Línea 141
- Bogotá: Línea 106
- Barranquilla: 3399999
- Medellín: 4444448
- Cali: Línea 106
Ten en cuenta que el Ministerio de Salud dispone un directorio que reúne líneas de atención para todos los departamentos del país. Puedes consultarlo aquí.