“Estoy a favor de las cuotas LGBTIQ+”: primera travesti en un ministerio de Brasil
Symmy Larrat es la primera secretaria nacional travesti en el gobierno de Brasil. Está a cargo de los derechos de las personas LGBTIQ+. Habló con El Espectador sobre la experiencia de tener una dependencia exclusiva para estos asuntos, una ley integral trans y las mal llamadas terapias de conversión como tortura.
Pilar Cuartas Rodríguez
Symmy Larrat es la primera secretaria nacional travesti del Gobierno de Brasil. Está a cargo de los derechos de las personas LGBTQIA+, en el Ministerio de Derechos Humanos y Ciudadanía. Su nombramiento, a comienzos de este año, fue histórico. Estudió Comunicación Social y, desde que empezó su activismo en el movimiento estudiantil y luego en el Partido de los Trabajadores, se ha enfocado en entender y abogar para que las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans y queer vivan una vida libre de violencias y prejuicios. (¿Realmente el “pride” de Bogotá fue la primera marcha LGBT en Colombia?)
Pero no es la primera vez que Larrat hace historia. Antes ya había una de las asociaciones LGBTIQ+ más antiguas de su país y esta semana fue la primera travesti en hablar en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Aunque se muestra orgullosa de su trabajo, también alerta de que el hecho de ser pionera en varios ámbitos habla también de la exclusión de vieja data contra las personas LGBTIQ+ en espacios de poder y toma de decisiones públicas, y de las barreras para acceder a un trabajo digno y educación. (Prográmese para las marchas del Orgullo LGBT en Colombia)
Esta semana también estuvo en el Foro Interamericano contra la Discriminación, organizado por Raza e Igualdad en el marco de la Asamblea General de la OEA en Washington. Desde allí, habló con El Espectador sobre las lecciones aprendidas de Brasil sobre tener una dependencia exclusiva para asuntos LGBTIQ+, una ley integral trans y las mal llamadas terapias de conversión como tortura.
¿De qué se encarga la Secretaría Nacional de los Derechos de las Personas LGBTQIA+, del Ministerio de los Derechos Humanos y Ciudadanía?
La Secretaría es responsable de coordinar las políticas públicas en materia de derechos de las personas LGBTIQIA+. Tiene el trabajo de pensar en la protección, promoción y defensa de estos derechos y de las personas LGBTQIA+ en Brasil. (Así se creó el mapamundi LGBTIQ+ que ubica experiencias de diversidad sexual)
Colombia tendrá por primera vez un Ministerio de Igualdad, que a su vez tendrá un viceministerio para las personas LGBTIQ+. ¿Qué lecciones aprendidas de Brasil pueden servirle a Colombia, que por primera vez tendría una oficina nacional para la diversidad sexual?
Brasil ya tenía algo similar en gobiernos anteriores, pero no a este nivel como Secretaría Nacional. Es la primera vez que alcanzamos este nivel. Lo que podemos compartir con Colombia, si llega a tener este Ministerio, que sería equiparable al mismo nivel de la Secretaría Nacional, es que necesitamos entender y disputar otros espacios en la misma Secretaría. Necesitamos disputar el presupuesto y la legislación para poder tener una Secretaría fuerte. En nuestro caso, como no contamos con el marco normativo de la política, es urgente construir una política nacional que dirija todas las políticas públicas. Esto nos facilita y tenemos la justificación legal para crear las políticas públicas necesarias para garantizar los derechos de las personas LGBTQIA+. (Pingüinos, gansos, delfines y otros animales gais)
¿Por qué es importante tener una dependencia nacional exclusiva para asuntos LGBTIQ?
Es importante tener un órgano ejecutor como la Secretaría Nacional en la política porque lo que no se ve, no se recuerda en las políticas públicas. Entonces, tener un organismo nos facilita responsabilizar a la gestión pública para la implementación y ejecución de una política de los derechos de las personas LGBTQIA+. Y tener un espacio como este en el segundo escalón del gobierno nos hace más cómodos para la articulación interfederal e interseccional en la gestión pública, nos acerca al poder y las mesas de decisiones.
La paridad política y el establecer cupos para personas LGBTIQ+ en cargos públicos también genera críticas. ¿Está a favor o no de esto?
Estoy a favor de las cuotas, no solo en cargos públicos, sino también en los concursos públicos y en el acceso a la educación. Creo que la cuota es una política paliativa hasta que arreglemos la exclusión que sufren estas personas y que les dificulta el acceso a la educación. Es mucho más difícil para las personas LGBTQIA+ llegar a estos lugares debido a los prejuicios y la vulnerabilidad. Entonces son políticas afirmativas, son políticas reparadoras hasta que logremos equilibrar esta balanza y ya no sintamos la necesidad de esta política.
¿Qué responde a la crítica de que la paridad y las cuotas impuestas generan a la vez el prejuicio de que, por ser mujeres o personas LGBTIQ+, se tiene que ser “mejor” o “buena” funcionaria persé?
Respondo a esa crítica preguntando: ¿qué les molesta a esas personas de tener a una persona LGBTQIA+ en un espacio como este que permite la cuota? Si reconoce que existe el perjuicio, si reconoce que existe la exclusión, tiene que reconocer que las personas no logran el acceso a su ciudadanía de manera igualitaria. Entonces, pensar en esto como una política paliativa y reparadora es una superación de una realidad que reconocemos que existe. Dicho esto, cuál es la molestia que tiene esa persona al convivir con personas LGBTQIA+.
En Colombia se planea proponer una ley integral trans, ¿es necesario una regulación en esa materia?
La aprobación de los derechos de parentesco es súper importante porque garantizan la efectividad de un derecho que debe ser naturalmente garantizado a las personas por respeto a su humanidad y las decisiones constitucionales con todas sus formas de existencia. Lamentablemente, eso no sucede por lo cual necesitamos leyes que sean ratificadas, muchas veces, lo que sería obvio en una sociedad que debería promover el respeto y la igualdad.
Las personas transgénero, por ser quienes son, son perseguidas, amenazadas y asesinadas. A estas personas se les dificulta, por este prejuicio, acceder al mercado laboral, acceder a la escuela, a los derechos básicos de salud, asistencia social y todos los demás derechos que la función pública debe brindar a todos los ciudadanos y desde temprana edad son abandonados por la familia. Esta persecución por parte de la sociedad, esta ausencia de poder público solo puede revertirse con legislación, legislación que garantice la permanencia de estas personas en el acceso a la ciudadanía y a los derechos. Y una legislación que garantice la seguridad de estas personas y la justicia en casos de extrema violencia.
Las terapias de conversión son otro tema que se discute en el legislativo de Colombia. ¿Cuál es su opinión sobre ellas y cómo se han abordado legalmente en Brasil?
En Brasil, el Consejo Federal de Psicología ya prohibió las terapias de conversión y ellas deben ser vistas como una forma de tortura en el país. Todavía hay quienes eluden este entendimiento, pero debemos aumentar la supervisión para evitar que esta acción se realice de manera clandestina para torturar aún más a las personas LGBTQIA+ por ser quienes son.
*Esta entrevista fue posible gracias a la invitación de la organización Raza e Igualdad y su Foro Interamericano contra la Discriminación, realizado en Washington
Symmy Larrat es la primera secretaria nacional travesti del Gobierno de Brasil. Está a cargo de los derechos de las personas LGBTQIA+, en el Ministerio de Derechos Humanos y Ciudadanía. Su nombramiento, a comienzos de este año, fue histórico. Estudió Comunicación Social y, desde que empezó su activismo en el movimiento estudiantil y luego en el Partido de los Trabajadores, se ha enfocado en entender y abogar para que las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans y queer vivan una vida libre de violencias y prejuicios. (¿Realmente el “pride” de Bogotá fue la primera marcha LGBT en Colombia?)
Pero no es la primera vez que Larrat hace historia. Antes ya había una de las asociaciones LGBTIQ+ más antiguas de su país y esta semana fue la primera travesti en hablar en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Aunque se muestra orgullosa de su trabajo, también alerta de que el hecho de ser pionera en varios ámbitos habla también de la exclusión de vieja data contra las personas LGBTIQ+ en espacios de poder y toma de decisiones públicas, y de las barreras para acceder a un trabajo digno y educación. (Prográmese para las marchas del Orgullo LGBT en Colombia)
Esta semana también estuvo en el Foro Interamericano contra la Discriminación, organizado por Raza e Igualdad en el marco de la Asamblea General de la OEA en Washington. Desde allí, habló con El Espectador sobre las lecciones aprendidas de Brasil sobre tener una dependencia exclusiva para asuntos LGBTIQ+, una ley integral trans y las mal llamadas terapias de conversión como tortura.
¿De qué se encarga la Secretaría Nacional de los Derechos de las Personas LGBTQIA+, del Ministerio de los Derechos Humanos y Ciudadanía?
La Secretaría es responsable de coordinar las políticas públicas en materia de derechos de las personas LGBTIQIA+. Tiene el trabajo de pensar en la protección, promoción y defensa de estos derechos y de las personas LGBTQIA+ en Brasil. (Así se creó el mapamundi LGBTIQ+ que ubica experiencias de diversidad sexual)
Colombia tendrá por primera vez un Ministerio de Igualdad, que a su vez tendrá un viceministerio para las personas LGBTIQ+. ¿Qué lecciones aprendidas de Brasil pueden servirle a Colombia, que por primera vez tendría una oficina nacional para la diversidad sexual?
Brasil ya tenía algo similar en gobiernos anteriores, pero no a este nivel como Secretaría Nacional. Es la primera vez que alcanzamos este nivel. Lo que podemos compartir con Colombia, si llega a tener este Ministerio, que sería equiparable al mismo nivel de la Secretaría Nacional, es que necesitamos entender y disputar otros espacios en la misma Secretaría. Necesitamos disputar el presupuesto y la legislación para poder tener una Secretaría fuerte. En nuestro caso, como no contamos con el marco normativo de la política, es urgente construir una política nacional que dirija todas las políticas públicas. Esto nos facilita y tenemos la justificación legal para crear las políticas públicas necesarias para garantizar los derechos de las personas LGBTQIA+. (Pingüinos, gansos, delfines y otros animales gais)
¿Por qué es importante tener una dependencia nacional exclusiva para asuntos LGBTIQ?
Es importante tener un órgano ejecutor como la Secretaría Nacional en la política porque lo que no se ve, no se recuerda en las políticas públicas. Entonces, tener un organismo nos facilita responsabilizar a la gestión pública para la implementación y ejecución de una política de los derechos de las personas LGBTQIA+. Y tener un espacio como este en el segundo escalón del gobierno nos hace más cómodos para la articulación interfederal e interseccional en la gestión pública, nos acerca al poder y las mesas de decisiones.
La paridad política y el establecer cupos para personas LGBTIQ+ en cargos públicos también genera críticas. ¿Está a favor o no de esto?
Estoy a favor de las cuotas, no solo en cargos públicos, sino también en los concursos públicos y en el acceso a la educación. Creo que la cuota es una política paliativa hasta que arreglemos la exclusión que sufren estas personas y que les dificulta el acceso a la educación. Es mucho más difícil para las personas LGBTQIA+ llegar a estos lugares debido a los prejuicios y la vulnerabilidad. Entonces son políticas afirmativas, son políticas reparadoras hasta que logremos equilibrar esta balanza y ya no sintamos la necesidad de esta política.
¿Qué responde a la crítica de que la paridad y las cuotas impuestas generan a la vez el prejuicio de que, por ser mujeres o personas LGBTIQ+, se tiene que ser “mejor” o “buena” funcionaria persé?
Respondo a esa crítica preguntando: ¿qué les molesta a esas personas de tener a una persona LGBTQIA+ en un espacio como este que permite la cuota? Si reconoce que existe el perjuicio, si reconoce que existe la exclusión, tiene que reconocer que las personas no logran el acceso a su ciudadanía de manera igualitaria. Entonces, pensar en esto como una política paliativa y reparadora es una superación de una realidad que reconocemos que existe. Dicho esto, cuál es la molestia que tiene esa persona al convivir con personas LGBTQIA+.
En Colombia se planea proponer una ley integral trans, ¿es necesario una regulación en esa materia?
La aprobación de los derechos de parentesco es súper importante porque garantizan la efectividad de un derecho que debe ser naturalmente garantizado a las personas por respeto a su humanidad y las decisiones constitucionales con todas sus formas de existencia. Lamentablemente, eso no sucede por lo cual necesitamos leyes que sean ratificadas, muchas veces, lo que sería obvio en una sociedad que debería promover el respeto y la igualdad.
Las personas transgénero, por ser quienes son, son perseguidas, amenazadas y asesinadas. A estas personas se les dificulta, por este prejuicio, acceder al mercado laboral, acceder a la escuela, a los derechos básicos de salud, asistencia social y todos los demás derechos que la función pública debe brindar a todos los ciudadanos y desde temprana edad son abandonados por la familia. Esta persecución por parte de la sociedad, esta ausencia de poder público solo puede revertirse con legislación, legislación que garantice la permanencia de estas personas en el acceso a la ciudadanía y a los derechos. Y una legislación que garantice la seguridad de estas personas y la justicia en casos de extrema violencia.
Las terapias de conversión son otro tema que se discute en el legislativo de Colombia. ¿Cuál es su opinión sobre ellas y cómo se han abordado legalmente en Brasil?
En Brasil, el Consejo Federal de Psicología ya prohibió las terapias de conversión y ellas deben ser vistas como una forma de tortura en el país. Todavía hay quienes eluden este entendimiento, pero debemos aumentar la supervisión para evitar que esta acción se realice de manera clandestina para torturar aún más a las personas LGBTQIA+ por ser quienes son.
*Esta entrevista fue posible gracias a la invitación de la organización Raza e Igualdad y su Foro Interamericano contra la Discriminación, realizado en Washington