“Fue un asesinato por homofobia”: familiares y amigos de Felipe Garzón
El joven de 22 años fue encontrado con signos de violencia y con una bandera LGBTIQ+ en su boca. Organizaciones y activistas piden a las autoridades esclarecer si existe alguna relación con los homicidios cometidos contra hombres gay en Medellín durante el primer semestre del año.
“Amordazar y asfixiar a alguien es un acto de tortura vil y cobarde”, se lee en varios mensajes de redes sociales que personas cercanas a Felipe Garzón Barreto han publicado en las últimas horas. El joven de 22 años fue asesinado el pasado 13 de diciembre en su apartamento ubicado en el centro de Bogotá. Henry Castiel, su pareja, fue quien lo encontró 15 horas después y asegura, en dialogo telefónico con El Espectador, que no se trató de un robo como se afirmó en un principio, pues la bandera LGBTIQ+ con la que fue encontrado el cuerpo “estaba guardada en un cajón que no estaba a la mano”. (Homofobia, la arista que piden indagar en homicidio en Transmilenio)
El reporte inicial de las autoridades habla de asfixia mecánica, como causa de la muerte. Según la organización Caribe Afirmativo, este es uno de los mecanismos de violencia más recurrentes que se han identificado en los crímenes cometidos contra personas LGBTIQ+. Entre el primero de enero y el 20 de octubre de 2022, se registraron 111 asesinatos contra personas LGBTIQ+ en Colombia, el doble de los casos registrados el año pasado.
Tal como registraron las cámaras de seguridad del edificio, dos hombres entraron al apartamento alrededor de las 6 de la tarde del 12 de diciembre. La familia y amigos de Felipe especulan que él conoció a los dos presuntos victimarios por medio de la plataforma de citas Grindr. “Independientemente de que contactara a estas personas por medio de una aplicación, nadie merece ser asesinado. Están culpando directamente a la víctima por usarla y el centro de la discusión debe ser el rechazo colectivo”, nos comenta Waldir Achury, defensor de derechos humanos y amigo cercano de Felipe. (Los peligros de Grindr y lo que dice la ciencia)
“Siempre que la víctima sea una persona de los sectores LGBTIQ+, la investigación debe priorizar la hipótesis de discriminación o prejuicio”, explica David Alonzo director Distrital de Diversidad. Esto se encuentra estipulado en la más reciente guía de la Fiscalía para investigar y judicializar violencias contra personas LGBTIQ+. El documento también explica que de ser descartada la hipótesis de violencia por prejuicio, se debe probar que la orientación sexual no guardaba relación con la ocurrencia de los hechos. (¿Cómo investigar las violencias contra las personas LGBTIQ+? Fiscalía lanza guía)
En este caso se habla sobre la posible selección prejuiciosa de la víctima, es decir, la motivación es su orientación sexual y por lo tanto se cree que hay más permisividad social de agredir a esa persona. Según la Fiscalía, desde el momento en que fue hallado el cuerpo de Felipe, la entidad dispuso equipo especializado conformado por expertos en violencia de género, fiscales, investigadores y criminalistas para adelantar acciones que permitan la individualización de victimarios.
Este crimen, por sus similitudes en la forma en que los victimarios actuaron, recuerda a los múltiples homicidios cometidos contra hombres gay en Medellín durante el primer semestre del año. De hecho, fuentes cercanas a la investigación le aseguran a El Espectador que uno de los hombres identificados es también presuntamente el principal sospechoso en estos casos. Por esto, hay un ofrecimiento, tanto en Bogotá como Medellín, de 20 millones de pesos por información que permita judicializar a los responsables. (Atados, robados y asfixiados: los asesinatos que alertan a los LGBT en Medellín)
Laura Daniela Díaz, una de las amigas más cercanas a Felipe, dice via twitter que el fallecimiento se trató de un asesinato por homofobia y no de un hurto ni de un ajuste de cuentas. Tanto ella como la pareja de Felipe, afirman que ninguna de las pertenencias en el apartamento del joven fue robada a excepción del teléfono celular. Asimismo, Achury añade que “acá también hay un mensaje, la bandera no la pusieron ahí porque sí”.
Durante la noche del jueves 15 de diciembre, se llevó a cabo una velatón en la Plaza de Lourdes en memoria de la vida de Felipe. Tras este acto, sus amigos cercanos y colectivos LGBTIQ+ de la ciudad también están convocando una movilización para este domingo 18 de diciembre frente al edificio Recoleta de San Diego, en el centro de Bogotá.
“Amordazar y asfixiar a alguien es un acto de tortura vil y cobarde”, se lee en varios mensajes de redes sociales que personas cercanas a Felipe Garzón Barreto han publicado en las últimas horas. El joven de 22 años fue asesinado el pasado 13 de diciembre en su apartamento ubicado en el centro de Bogotá. Henry Castiel, su pareja, fue quien lo encontró 15 horas después y asegura, en dialogo telefónico con El Espectador, que no se trató de un robo como se afirmó en un principio, pues la bandera LGBTIQ+ con la que fue encontrado el cuerpo “estaba guardada en un cajón que no estaba a la mano”. (Homofobia, la arista que piden indagar en homicidio en Transmilenio)
El reporte inicial de las autoridades habla de asfixia mecánica, como causa de la muerte. Según la organización Caribe Afirmativo, este es uno de los mecanismos de violencia más recurrentes que se han identificado en los crímenes cometidos contra personas LGBTIQ+. Entre el primero de enero y el 20 de octubre de 2022, se registraron 111 asesinatos contra personas LGBTIQ+ en Colombia, el doble de los casos registrados el año pasado.
Tal como registraron las cámaras de seguridad del edificio, dos hombres entraron al apartamento alrededor de las 6 de la tarde del 12 de diciembre. La familia y amigos de Felipe especulan que él conoció a los dos presuntos victimarios por medio de la plataforma de citas Grindr. “Independientemente de que contactara a estas personas por medio de una aplicación, nadie merece ser asesinado. Están culpando directamente a la víctima por usarla y el centro de la discusión debe ser el rechazo colectivo”, nos comenta Waldir Achury, defensor de derechos humanos y amigo cercano de Felipe. (Los peligros de Grindr y lo que dice la ciencia)
“Siempre que la víctima sea una persona de los sectores LGBTIQ+, la investigación debe priorizar la hipótesis de discriminación o prejuicio”, explica David Alonzo director Distrital de Diversidad. Esto se encuentra estipulado en la más reciente guía de la Fiscalía para investigar y judicializar violencias contra personas LGBTIQ+. El documento también explica que de ser descartada la hipótesis de violencia por prejuicio, se debe probar que la orientación sexual no guardaba relación con la ocurrencia de los hechos. (¿Cómo investigar las violencias contra las personas LGBTIQ+? Fiscalía lanza guía)
En este caso se habla sobre la posible selección prejuiciosa de la víctima, es decir, la motivación es su orientación sexual y por lo tanto se cree que hay más permisividad social de agredir a esa persona. Según la Fiscalía, desde el momento en que fue hallado el cuerpo de Felipe, la entidad dispuso equipo especializado conformado por expertos en violencia de género, fiscales, investigadores y criminalistas para adelantar acciones que permitan la individualización de victimarios.
Este crimen, por sus similitudes en la forma en que los victimarios actuaron, recuerda a los múltiples homicidios cometidos contra hombres gay en Medellín durante el primer semestre del año. De hecho, fuentes cercanas a la investigación le aseguran a El Espectador que uno de los hombres identificados es también presuntamente el principal sospechoso en estos casos. Por esto, hay un ofrecimiento, tanto en Bogotá como Medellín, de 20 millones de pesos por información que permita judicializar a los responsables. (Atados, robados y asfixiados: los asesinatos que alertan a los LGBT en Medellín)
Laura Daniela Díaz, una de las amigas más cercanas a Felipe, dice via twitter que el fallecimiento se trató de un asesinato por homofobia y no de un hurto ni de un ajuste de cuentas. Tanto ella como la pareja de Felipe, afirman que ninguna de las pertenencias en el apartamento del joven fue robada a excepción del teléfono celular. Asimismo, Achury añade que “acá también hay un mensaje, la bandera no la pusieron ahí porque sí”.
Durante la noche del jueves 15 de diciembre, se llevó a cabo una velatón en la Plaza de Lourdes en memoria de la vida de Felipe. Tras este acto, sus amigos cercanos y colectivos LGBTIQ+ de la ciudad también están convocando una movilización para este domingo 18 de diciembre frente al edificio Recoleta de San Diego, en el centro de Bogotá.