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El Departamento de Educación de Estados Unidos propuso un cambio que impediría a escuelas y universidades imponer políticas que “categóricamente” prohíban la participación de estudiantes trans en equipos deportivos según su identidad de género. No obstante, las instituciones sí podrían imponer límites y restricciones en algunos casos. (El debate por la participación trans en competencias deportivas)
La administración Biden subrayó que la participación en deportes escolares “es un componente importante de la educación y brinda valiosos beneficios físicos, sociales, académicos y de salud mental”. Por tanto, asegura que la normativa debe ofrecer un marco para proteger a todos los estudiantes sin que se les niegue igualdad de oportunidades. (Atletas transgénero: las mujeres que lograron la inclusión en el deporte)
La propuesta se fundamenta como una disposición del Título IX, la legislación de equidad de género promulgada en 1972, la cual establece que las instituciones en programas de educación patrocinados con fondos federales no pueden discriminar a sus estudiantes por motivos de sexo o identidad de género. Por tanto, la nueva regla se opone a las prohibiciones generales o categóricas que atentan contra la integridad de las personas trans “por simplemente ser quienes son”, asegura la hoja de ruta.
Bajo esta nueva regulación, de ser aprobada, se brindaría mayor flexibilidad a las universidades y a las escuelas, desde el preescolar hasta grado 12, en el desarrollo de criterios que garanticen equidad en las competencias, al igual que prevenir lesiones relacionadas con el ejercicio deportivo. De esta manera, podrían limitar la participación si concluyen que incluirles generaría efectos negativos en esos aspectos, los cuales han sido ampliamente debatidos frente la inclusión de mujeres trans.
Sin embargo, las instituciones tendrían que considerar una serie de factores antes de imponer una prohibición a atletas trans y tendrían que justificarla con base a motivos educativos. Por ejemplo, deben tener en consideración el tipo de deporte, la edad de los estudiantes y el nivel de competitividad. La propuesta señala que algunos equipos deportivos requieren de conocimientos avanzados y otros permiten la participación de cualquier persona. (“Salir del clóset” siendo deportista profesional)
Se añadió que las escuelas tienen la obligación de minimizar los daños a quienes cuya oportunidad de participar en un equipo masculino o femenino, acorde con su identidad de género, se vea limitada o negada. Con la normativa propuesta, se busca que no haya problemas para que estudiantes trans de primaria puedan participar en equipos según su identidad de género, mientras que en los niveles más avanzados se prevé que criterios relacionados con el sexo y cada caso particular permitan lograr equidad en la competición.
Sin embargo, las reacciones a esta nueva normativa fueron mixtas. Por una parte, activistas por los derechos de las personas transgénero dijeron que la propuesta proporciona un conjunto de protecciones para los estudiantes trans, pero también les preocupa que las regulaciones puedan ofrecer una hoja de ruta para aquellos que quieren discriminar. Contrariamente, sectores conservadores republicanos argumentan que la administración Biden está destruyendo los deportes femeninos.
El Departamento de Educación dijo que la propuesta tenía la intención de “promover el objetivo de asegurar la igualdad de oportunidades en el deporte” y ofrecer “la claridad necesaria” sobre cómo las escuelas públicas, así como las universidades, deben navegar por un tema controvertido como este. Precisamente, este pronunciamiento se dio el mismo día que el Tribunal Supremo de EE.UU. avaló que una niña trans de 12 años siga compitiendo en el equipo femenino de atletismo de su escuela en Virginia Occidental, estado que vetó el acceso de personas trans a estos equipos. (Binders, la técnica para fajar el pecho de hombres trans y personas no binarias)
La nueva regulación, que tendrá 30 días de discusión pública antes de entrar en vigencia, surge ante el creciente número de leyes que han prohibido la inclusión de personas trans en espacios deportivos, al igual que medidas que limitan el acceso a tratamientos médicos de afirmación de género. Según el proyecto Movement Advancement, a marzo del 2023, serían 20 los estados que han impuesto leyes que prohíben completamente la participación trans en espacios deportivos.
A pesar de que este es un tema controversial, un estudio del New York Times del año pasado reveló que el número real de atletas transgénero en Estados Unidos sigue siendo pequeño. Según el informe, alrededor del 1,4% de los jóvenes de 13 a 17 años y el 1,3% de los de 18 a 24 años se identifican como trans, en comparación con el 0,5% de todos los adultos. (Cinco mujeres trans que nos inspiran | La Disidencia)
En las últimas semanas también se dio la noticia que el Consejo Mundial de Atletismo decició excluir a las atletas transgénero de competir en las categorías femeninas si han atravesado una pubertad masculina. Este es un cambio a la política que tenía la federación que dictaba que las atletas trans que quisieran participar en la categoría femenina debían mantener niveles bajos de testosterona.
La medida del órgano rector del atletismo a nivel mundial, se suma a la decisión del año pasado de la Federación Internacional de Natación la cual determina que las mujeres transgénero tendrán que haber suprimido la pubertad masculina antes de los 12 años para poder competir en categorías femeninas de ese deporte. Modificación que se produjo luego del mediático caso de la nadadora de la Universidad de Pensilvania Lia Thomas.
A la fecha, el marco del Comité Olímpico Internacional sobre atletas trans establece que no se debe suponer que un atleta trans automáticamente tiene una ventaja injusta en los eventos deportivos. Por esto, asigna la responsabilidad a las federaciones individuales de determinar los criterios de elegibilidad en sus deportes.