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La cantante, compositora y actriz brasileña Liniker hizo historia al ganar el Grammy Latino 2022 al mejor álbum de música popular brasileña. Ella es la primera artista abiertamente trans de Latinoamérica en ganar un gramófono de oro . “Algo histórico sucede hoy para mi país”, dijo en español durante la ceremonia de premiación que se celebró en Las Vegas, Estados Unidos. Su trayectoria artística ha sido descrita como la resistencia trans y negra hecha soul y su música es un reflejo del reconocimiento pleno de su identidad de género. (En video: ¡Qué peligro ser LGBTIQ+ en el Mundial de Catar 2022!)
Nació el 3 de julio de 1995 en la ciudad de Araraquara, al interior de São Paulo, Brasil. Su madre Ângela, quien la crió como madre soltera, participaba en círculos de samba rock por lo que desde su infancia creció en un entorno musical. En diversas ocasiones, Liniker ha relatado cómo siempre durante su infancia quiso llevar la ropa de su madre, “yo estaba bien conmigo, la ciudad era el problema”. A los 16 años comenzó a escribir canciones y a los 18 dejó su ciudad natal para perseguir su pasión por las artes ingresando a la Escuela Libre de Teatro, en la ciudad de Santo André. (Queerbaiting: las personas LGBTIQ+ como estrategia de clics)
Su debut musical fue en el 2015 con la banda “Liniker e os Caramelows”, que formó junto con unos amigos. Según la revista Rolling Stone Brasil, es una de las pocas bandas del Brasil que logró pasar de cero reproducciones a obtener 1.5 millones de visitas en YouTube en menos de una semana con su single Zero del EP Cru. El video viral no sólo lanzó al grupo a la fama convirtiendola en una de las bandas alternativas más importantes del país, sino que puso a Liniker, quien ese momento se identificaba como “negro, pobre y gay” ,en el ojo público por su expresión de género.
Al inicio de su carrera, la artista tenía una estética no-binaria: barba con labiales oscuros, aretes, faldas y turbantes. Liniker empezó a ser descrita por los medios locales como un performance queer y usaban palabras en masculino y en femenino para describirla. Sin embargo, en una entrevista con Vice, relató que nunca pensó en convertirse en un símbolo para las personas LGBTIQ+. “Al principio fue inesperado. Yo no sabía que el simple hecho de ser quien soy podía afectarme tanto y afectar a tantas otras personas”, relató Liniker. Su tránsito fue completamente público y lo reflejó en las canciones que escribía. (Ni hombre ni mujer: las personas no binarias)
Liniker utiliza su posición como artista reconocida para promover el cambio social y representar la cultura trans negra en un contexto social hostil para la diversidad sexual y de género como Brasil, que es el país con la mayor tasa de asesinatos de personas trans en el mundo. Ella siente que tiene la responsabilidad de hablar sobre la violencia contra las personas queer en Brasil, pues su música y experiencia de vida son un símbolo de resistencia para sus seguidores. Sin embargo, también dice que le molesta que, a veces, durante las entrevistas, se pasen demasiado tiempo discutiendo su identidad de género y muy poco hablando sobre su música.
En 2017, Liniker volvió a ser viral junto con el cantante brasileño Johnny Hooker con la canción Flutua, que habla contra la homofobia. “Nadie tendrá el poder decirnos cómo amar”, dice el coro del sencillo. Asimismo, se ha pronunciado contra el fortalecimiento de los movimientos políticos conservadores expresando: “Mi cuerpo es un cuerpo político. Es mío, tengo libertad sobre él. ¿Quién eres tú para dictar reglas que debo seguir? Cada cuerpo es una historia”. (¿Qué es ser queer?)
Después de cinco años como vocalista de “Liniker e os Caramelows”, la banda decide separarse y ella se dedicó completamente a su carrera como solista. En 2021, inició su carrera como actriz protagonizando la serie de Amazon Prime “Las mañanas de septiembre”, que cuenta la historia de Cassandra, una mujer trans que dejó su ciudad natal para ser libre, pero descubre que en “su vida anterior tuvo un hijo”. También lanzó su primer álbum en solitario, “Índigo Borboleta Anil”, que le otorgó el Grammy Latino.
