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Nikki Hiltz, atleta no binaria, representará en atletismo a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de París 2024. Elle logró un cupo a sus primeros Olímpicos el pasado 30 de junio al ganar la carrera clasificatoria de 1.500 metros con un tiempo récord de tres minutos y 55.33 segundos. Nikki dedicó su triunfo a todas las personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas y celebró que ocurrió en el último día del mes por el Orgullo LGBTIQ+.
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Nikki, de 29 años, es una persona trans no binaria, es decir, no se identifica ni como hombre ni mujer sino en una especie de género neutro, y utiliza los pronombres they/them que en español se traducen a elle. Fue la primera persona no binaria en ganar un título nacional en atletismo, sostiene seis triunfos de la primera división de la Asociación Nacional de Atletas Colegiados (NCAA por sus siglas en inglés) y creó el “Pride 5k”, una carrera benéfica que recolecta dinero para organizaciones LGBTIQ+.
Pero su clasificación a París 2024 suscitó comentarios transfóbicos y discriminatorios hacia elle. En redes sociales señalaron a Nikki como “un hombre biológico” que compitió contra mujeres, que ganó “injustamente” y que ahora “cualquier hombre” llegaría a participar a la categoría femenina.
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Tanto la agencia Reuters como The Athletic, la sección de deportes del New York Times, tuvieron que aclarar dicha desinformación y comentarios. Nikki es una persona cuyo sexo asignado al nacer fue femenino y toda su trayectoria en el atletismo la ha hecho en competencias femeninas. Salió del clóset públicamente como una persona trans no binaria en 2021 y, hasta la fecha, no se ha sometido a ningún tratamiento de reemplazo hormonal, pues eso implicaría dejar de competir como atleta profesional.
Si bien tras su clasificación a los Juegos Olímpicos aseguró que es gratificante poder competir siendo elle misme y representar a las personas LGBTIQ+, también anotó que era desgastante que su identidad de género fuera malinterpretada. “Explicar lo que significa no binario a la comunidad del atletismo una y otra vez es agotador. Los titulares dicen ‘atleta trans’ y automáticamente asumen que soy un hombre asignado al nacer o un hombre trans que está tomando testosterona”, aseguró en su cuenta de Instagram.
El año pasado, en una entrevista con Runner’s World, elle afirmó que uno de sus sueños siempre fue ir a los Juegos Olímpicos, “pero también es un sueño mío tomar testosterona, crecer vello facial o tener una cirugía de pecho, así que creo que a veces realmente puedo resentir este deporte”.
En noviembre de 2021, el Comité Olímpico Internacional (COI) actualizó sus reglas sobre la participación de personas trans en competencias oficiales, estableciendo que cada disciplina podría determinar si pueden o no participar. Dicha decisión llevó a que, hasta la fecha, al menos diez deportes olímpicos hayan restringido la participación de atletas trans, específicamente de mujeres trans o de quienes hayan atravesado una pubertad masculina.
En el caso específico del atletismo, cuyo ente rector internacional es World Athletics, se adoptó el año pasado una política que prohíbe a todas las mujeres trans atletas que hicieron su transición después de los 12 años competir en las categorías de atletismo femenino. Por su parte, los hombres trans pueden competir en categorías masculinas siempre y cuando presenten una declaración firmada de sus identidades de género.
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El reglamento de World Athletics no hace mención alguna sobre atletas que se identifiquen como personas no binarias. Sin embargo, aquellas que fueron asignadas femenino al nacer generalmente pueden competir en categorías femeninas si no han recibido terapia hormonal, siendo este el caso de Nikki.
Aun así, el llegar como una persona abiertamente no binaria y que hace uso de pronombres neutros a la justa olímpica es un paso importante hacia el reconocimiento de las identidades de género diversas en el mundo del deporte. Es lo que le atleta dijo a ABC news, “me siento muy agradecide por todas las personas queer y trans que me han precedido. Y ahora quiero ser eso para la siguiente generación porque la visibilidad importa. Es lo que quiero representar así sea para un solo niñe que quizás vea reflejada su identidad en mí. Si es así, todo habrá valido la pena”.
Nikki Hiltz no es la primera persona trans no binaria en participar en unos juegos olímpicos. En Tokio 2021, le futbolista canadiense Quinn se convirtió en la primera persona no binaria en ganar una medalla olímpica de oro, tras su triunfo con la selección femenina. Para esta edición, por el momento, además de Nikki clasificó por lanzamiento de peso a la comitiva estadounidense Raven Saunders, también una persona no binaria, y desde Filipinas llegará Hergie Bacyadan, un hombre trans que competirá en boxeo.