Aisha Acosta (izq), Alexa Aitiev y Valery Martínez son algunas de las trabajadoras de Petunia.
Foto: Mauricio Alvarado Lozada
Las rejas rosas de Petunia, repostería con alma sobresalen entre los edificios de ladrillo de Chapinero Alto en Bogotá. En este rincón de color, los postres, la comida y las bebidas se sumergen entre lo esotérico y los arcoíris alusivos a la población LGBTIQ+. Un lugar que le apuesta a la dignidad laboral y abrir la discusión por el respeto a la diversidad.
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Por Mariana Escobar Bernoske
Comunicadora social con énfasis en periodismo y producción sonora/radiofónica. Ha participado en investigaciones sobre Derechos Humanos desde una perspectiva feminista y de género. Tiene estudios en el Centro Latinoamericano de Derechos Humanos y la Universidad de Strathclyde.mescobarb@elespectador.com