Proyecto contra “terapias de conversión” fue aprobado en segundo debate

Este miércoles 20 de marzo, la plenaria de la Cámara de Representantes continuó con el segundo debate del proyecto de ley que busca prohibir en Colombia los Esfuerzos de Cambio de Orientación Sexual, Identidad o Expresión de Género (Ecosieg), las mal llamadas “terapias de conversión”. Con 97 votos a favor, dieron luz verde para continuar con el trámite legislativo. Ahora le esperan dos debates en el Senado.

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Si bien el ambiente en el Congreso era positivo a favor de la iniciativa, la sesión se vio atravesada por algunos intentos por eliminar del articulado la palabra “esfuerzos”, pues para sus opositores, como el conservador Luis Miguel López, esto daría pie a que “cualquier cosa sea considerada un esfuerzo” y atentaría contra la libertad de culto o contra la terapia psicológica.

Ante esto, el representante liberal Álvaro Rueda, ponente en este debate, explicó que las Ecosieg es el concepto reconocido internacionalmente para estas prácticas vulneradoras de derechos humanos. “Yo no creo que leer 14 versículos de la Biblia sea un trato cruel o tortuoso, para nada. El proyecto es claro en determinar qué entra en esta categoría y a qué se refieren esos esfuerzos. Avancemos por la reivindicación de derechos de una población que por años ha pedido a gritos respeto”, enfatizó Rueda.

Naciones Unidas identifica que los esfuerzos por cambiar la orientación sexual o la identidad de género incluyen rezos, exorcismos, violaciones sexuales, palizas, desnudez forzada, tratamientos hormonales, hipnosis o lobotomías. Por ello, las consideran tortura y vulneran el derecho a la no discriminación, a la salud sexual y reproductiva, a la libertad de conciencia y de religión, la libertad de expresión, los derechos de la niñez y a la prohibición de tortura y malos tratos.

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Así, la plenaria logró ponerse de acuerdo en que el acompañamiento espiritual o religioso no es algo que la ley prohibiría, pues es legítimo, siempre y cuando esté libre de violencias físicas o psicológicas. Asimismo, hacen énfasis en que debe primar el respeto por los derechos humanos y la no discriminación por razones de orientación sexual o identidad de género. “Lo que buscamos es eliminar prácticas degradantes e inhumanas, vengan de donde vengan. Se trata de defender los derechos humanos”, enfatizó la representante Carolina Giraldo, autora de la iniciativa, quienconsidera el resultado de la jornada como algo histórico.

Además de prohibir en todo el territorio nacional las mal llamadas terapias de conversión, el proyecto de ley pretende que ninguna entidad de salud o persona pueda ofrecer este tipo de prácticas y tampoco usar recursos públicos para ello. De igual forma, busca capacitar al personal de salud desde un enfoque para la diversidad y crear un protocolo de investigación con la Fiscalía y el Ministerio de Justicia.

Uno de los testimonios de un sobreviviente de terapias de conversión que se conoció esta semana fue el de David Zuluaga. En diálogo con este diario, el joven contó que durante casi cuatro años fue sometido a múltiples violencias y tortura psicológica por parte del grupo católico Lazos de Amor Mariano, bajo la promesa de “curar” su homosexualidad. Él hace énfasis en que había momentos en que lo tiraban al suelo, forcejeaban y empezaban a orar para “retirarle el espíritu de la homosexualidad”. Incluso, una vez, un misionero lo agarró a codazos en el estómago con el fin de que vomitara su “pecado”.

Puede leer su relato completo aquí: Testimonio de sobreviviente a “terapias de conversión” en Lazos de Amor Mariano

Este miércoles 20 de marzo, la plenaria de la Cámara de Representantes continuó con el segundo debate del proyecto de ley que busca prohibir en Colombia los Esfuerzos de Cambio de Orientación Sexual, Identidad o Expresión de Género (Ecosieg), las mal llamadas “terapias de conversión”. Con 97 votos a favor, dieron luz verde para continuar con el trámite legislativo. Ahora le esperan dos debates en el Senado.

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Si bien el ambiente en el Congreso era positivo a favor de la iniciativa, la sesión se vio atravesada por algunos intentos por eliminar del articulado la palabra “esfuerzos”, pues para sus opositores, como el conservador Luis Miguel López, esto daría pie a que “cualquier cosa sea considerada un esfuerzo” y atentaría contra la libertad de culto o contra la terapia psicológica.

Ante esto, el representante liberal Álvaro Rueda, ponente en este debate, explicó que las Ecosieg es el concepto reconocido internacionalmente para estas prácticas vulneradoras de derechos humanos. “Yo no creo que leer 14 versículos de la Biblia sea un trato cruel o tortuoso, para nada. El proyecto es claro en determinar qué entra en esta categoría y a qué se refieren esos esfuerzos. Avancemos por la reivindicación de derechos de una población que por años ha pedido a gritos respeto”, enfatizó Rueda.

Naciones Unidas identifica que los esfuerzos por cambiar la orientación sexual o la identidad de género incluyen rezos, exorcismos, violaciones sexuales, palizas, desnudez forzada, tratamientos hormonales, hipnosis o lobotomías. Por ello, las consideran tortura y vulneran el derecho a la no discriminación, a la salud sexual y reproductiva, a la libertad de conciencia y de religión, la libertad de expresión, los derechos de la niñez y a la prohibición de tortura y malos tratos.

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Así, la plenaria logró ponerse de acuerdo en que el acompañamiento espiritual o religioso no es algo que la ley prohibiría, pues es legítimo, siempre y cuando esté libre de violencias físicas o psicológicas. Asimismo, hacen énfasis en que debe primar el respeto por los derechos humanos y la no discriminación por razones de orientación sexual o identidad de género. “Lo que buscamos es eliminar prácticas degradantes e inhumanas, vengan de donde vengan. Se trata de defender los derechos humanos”, enfatizó la representante Carolina Giraldo, autora de la iniciativa, quienconsidera el resultado de la jornada como algo histórico.

Además de prohibir en todo el territorio nacional las mal llamadas terapias de conversión, el proyecto de ley pretende que ninguna entidad de salud o persona pueda ofrecer este tipo de prácticas y tampoco usar recursos públicos para ello. De igual forma, busca capacitar al personal de salud desde un enfoque para la diversidad y crear un protocolo de investigación con la Fiscalía y el Ministerio de Justicia.

Uno de los testimonios de un sobreviviente de terapias de conversión que se conoció esta semana fue el de David Zuluaga. En diálogo con este diario, el joven contó que durante casi cuatro años fue sometido a múltiples violencias y tortura psicológica por parte del grupo católico Lazos de Amor Mariano, bajo la promesa de “curar” su homosexualidad. Él hace énfasis en que había momentos en que lo tiraban al suelo, forcejeaban y empezaban a orar para “retirarle el espíritu de la homosexualidad”. Incluso, una vez, un misionero lo agarró a codazos en el estómago con el fin de que vomitara su “pecado”.

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