El 21% de las mujeres ha sido víctimas de ciberacoso en sus trabajos
Así lo reveló una investigación del Observatorio para la Equidad de las Mujeres (OEM) y el Centro Internacional para la Empresa Privada. El estudio también señala que persiste la idea de que “es más difícil para los hombres controlar sus instintos sexuales”.
Redacción Género y Diversidad
Durante los últimos años, varias empresas han realizado esfuerzos para promover entornos laborales libres de violencias y discriminaciones por motivos de género. Sin embargo, de acuerdo con los datos de un estudio sobre violencia de género por Internet en el ámbito laboral, realizado por el Observatorio para la Equidad de las Mujeres de la Universidad Icesi y el Centro Internacional para la Empresa Privada, en el que participaron 470 mujeres emprendedoras o empresarias de Cali, Bogotá y Medellín, estas estrategias aún no han llegado al entorno digital.
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Según el estudio, 2 de cada 10 mujeres que usan Internet para asuntos laborales ha recibido algún tipo de contenido indeseado por parte de jefes, compañeros, proveedores o clientes, a través de redes sociales, correo electrónico u otras plataformas digitales. Ellas aseguran haber sentido acoso por parte de estas personas en un contexto que debió haberse restringido al trabajo.
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“En medio de una videollamada laboral, empezó a decirme que yo debía bailar muy rico porque era de Cali, que mi novio era muy afortunado y que él podía viajar a escondidas de su esposa para que saliéramos de rumba. Me sentí muy incómoda y respondí con un emoticón. No teníamos confianza porque era nueva en ese trabajo”, cuenta Laura* sobre una conversación que tuvo con su jefe vía Skype que era el medio de comunicación oficial. “Empecé a dejarlo en visto siempre que me decía cosas así o me escribía en horarios no laborales. Él notó mi molestia y dejó de hacerlo, pero también se volvió muy odioso conmigo”, añade.
Tras la pandemia por el COVID-19, el teletrabajo y las modalidades laborales híbridas se han vuelto cada vez más comunes, pero también han dado lugar a un aumento de las violencias de género en línea. De hecho, el 10% de las mujeres consultadas por la investigación ha recibido comentarios misóginos o de acoso en sus redes sociales personales por parte de personas vinculadas a sus empresas y el 28% se sienten cohibidas de publicar asuntos en sus redes personales debido a reacciones o comentarios del entorno empresarial.
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Como explica la profesora María Fernanda Quintero, experta en economía feminista, no se puede seguir separando lo privado de lo público, pues las violencias persiguen a las mujeres a todos espacios, incluso los entornos laborales. “Las denuncias por violencias basadas en género en empresas están aumentando, así que hay un mayor número de personas que se atreven a contar lo que les está pasando. Este tema siempre debe estar sobre la mesa y acompañarse de políticas empresariales de cero tolerancia hacia cualquier tipo de violencia y de campañas de concientización”, enfatiza Quintero.
La caracterización de las violencias basadas en género en línea dentro del contexto laboral también son producto de una cultura que ha normalizado este tipo de agresiones hacia las mujeres. Aunque la mayoría de las encuestadas rechazó la idea de que acosar a mujeres que publican fotos “provocativas” era normal, un 14% justificó este comportamiento. Adicionalmente, el 28% de las participantes estuvo de acuerdo con la creencia de que es más difícil para los hombres controlar sus instintos sexuales. Pero, aun así, el 53.2% de las participantes afirmaron haber experimentado el envío de imágenes o videos con contenido ofensivo o sexualmente explícito sin su consentimiento.
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“En los sesgos, imaginarios y estereotipos seguimos evidenciando una tolerancia de la violencia institucional. Hay un aumento de mujeres que creen que no es aceptable y esto es una buena noticia porque habla del trabajo que se ha venido haciendo. Sin embargo, es importante que las empresas se lo tomen en serio, pues ya no es un asunto solamente de la vida privada”, explica Sandra Balanta, coordinadora de investigaciones del Observatorio para la Equidad de las Mujeres.
Aunque el 71.1% de las encuestadas considera que sus empresas son un lugar libre de violencias basadas en género, el 28.9% aún percibe la presencia de violencias en sus entornos empresariales, especialmente en contextos digitales. Por eso, según las recomendaciones de las instituciones investigadoras, se debe dar mayor importancia a la promoción de políticas y medidas para eliminar cualquier forma de violencia o discriminación en el trabajo. Al crear espacios virtuales donde prevalece el respeto, la igualdad de género y la seguridad, se fortalece el bienestar emocional y físico de las y los trabajadores y, además, estas medidas demuestran el compromiso de la empresa con la responsabilidad social.
Durante los últimos años, varias empresas han realizado esfuerzos para promover entornos laborales libres de violencias y discriminaciones por motivos de género. Sin embargo, de acuerdo con los datos de un estudio sobre violencia de género por Internet en el ámbito laboral, realizado por el Observatorio para la Equidad de las Mujeres de la Universidad Icesi y el Centro Internacional para la Empresa Privada, en el que participaron 470 mujeres emprendedoras o empresarias de Cali, Bogotá y Medellín, estas estrategias aún no han llegado al entorno digital.
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“En medio de una videollamada laboral, empezó a decirme que yo debía bailar muy rico porque era de Cali, que mi novio era muy afortunado y que él podía viajar a escondidas de su esposa para que saliéramos de rumba. Me sentí muy incómoda y respondí con un emoticón. No teníamos confianza porque era nueva en ese trabajo”, cuenta Laura* sobre una conversación que tuvo con su jefe vía Skype que era el medio de comunicación oficial. “Empecé a dejarlo en visto siempre que me decía cosas así o me escribía en horarios no laborales. Él notó mi molestia y dejó de hacerlo, pero también se volvió muy odioso conmigo”, añade.
Tras la pandemia por el COVID-19, el teletrabajo y las modalidades laborales híbridas se han vuelto cada vez más comunes, pero también han dado lugar a un aumento de las violencias de género en línea. De hecho, el 10% de las mujeres consultadas por la investigación ha recibido comentarios misóginos o de acoso en sus redes sociales personales por parte de personas vinculadas a sus empresas y el 28% se sienten cohibidas de publicar asuntos en sus redes personales debido a reacciones o comentarios del entorno empresarial.
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La caracterización de las violencias basadas en género en línea dentro del contexto laboral también son producto de una cultura que ha normalizado este tipo de agresiones hacia las mujeres. Aunque la mayoría de las encuestadas rechazó la idea de que acosar a mujeres que publican fotos “provocativas” era normal, un 14% justificó este comportamiento. Adicionalmente, el 28% de las participantes estuvo de acuerdo con la creencia de que es más difícil para los hombres controlar sus instintos sexuales. Pero, aun así, el 53.2% de las participantes afirmaron haber experimentado el envío de imágenes o videos con contenido ofensivo o sexualmente explícito sin su consentimiento.
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Aunque el 71.1% de las encuestadas considera que sus empresas son un lugar libre de violencias basadas en género, el 28.9% aún percibe la presencia de violencias en sus entornos empresariales, especialmente en contextos digitales. Por eso, según las recomendaciones de las instituciones investigadoras, se debe dar mayor importancia a la promoción de políticas y medidas para eliminar cualquier forma de violencia o discriminación en el trabajo. Al crear espacios virtuales donde prevalece el respeto, la igualdad de género y la seguridad, se fortalece el bienestar emocional y físico de las y los trabajadores y, además, estas medidas demuestran el compromiso de la empresa con la responsabilidad social.