Feminicidio en centro comercial Santafé: cinco datos sobre esta violencia machista
El caso está siendo investigado como un feminicidio y no se trata de un crimen pasional. Tampoco es un hecho aislado, pues la violencia de género en Colombia afecta a cientos de mujeres y es un problema estructural.
Redacción Género y Diversidad
Este miércoles, Stefanny Barranco Oquendo fue asesinada por su expareja en el centro comercial Santafé, en Bogotá. A plena luz del día y a la vista de cientos de personas que visitaban el establecimiento comercial. La mujer de 32 años trabajaba en un local de utensilios de cocina, hasta donde llegó Iván José de la Rosa para asesinarla propinándole varias puñaladas. Aunque el agresor intentó quitarse la vida después de cometer el feminicidio, las personas a su alrededor evitaron que lo hiciera. La mujer murió tras el ataque y su agresor se encuentra vivo, pero en delicado estado de salud en un hospital.
Lea aquí: Stefanny Barranco, ella es la víctima de feminicidio en centro comercial de Bogotá
Estos son los datos claves que por ahora se conocen y dan cuenta de la violencia machista que afecta a cientos de mujeres en Colombia y que apuntan al feminicidio como primera hipótesis de investigación:
La primera hipótesis es feminicidio y no homicidio
El feminicidio es un delito diferente al homicidio y existe desde 2015 en Colombia. Consiste en matar a una mujer por el hecho de ser mujer, es decir, por despreciarla, considerarla inferior o de su propiedad. El feminicida comete el crimen porque cree que tiene poder sobre ella, la discrimina, y por lo general se da una violencia exacerbada. La pena máxima puede ser hasta de 50 años, diez años más que la pena máxima por homicidio. Así que se castiga con más severidad.
El crimen contra Stefanny Barranco se está investigando como un feminicidio, principalmente debido a la relación que tenían la víctima y el victimario, ya que fueron pareja y, según las primeras versiones de los allegados, la mujer terminó su relación y, en retaliación, él la habría asesinado. Este puede ser un indicio de que el agresor se creía dueño de las decisiones y la vida de Stefanny y no respetaba su determinación de terminar la relación. La ley contempla explícitamente que una de las situaciones que pueden dar cuenta que se está ante la comisión de un feminicidio es: “Tener o haber tenido una relación familiar, íntima o de convivencia con la víctima”.
Lea aquí: ¿Por qué el crimen en Unicentro será investigado como feminicidio?
Un feminicidio no es un hecho aislado ni particular
Apenas se hizo público este caso de feminicidio, el centro comercial Santafé publicó un comunicado en el que lamentó el hecho, pero lo calificó de “aislado y puntual entre dos personas”. Estas mismas palabras fueron usadas por el centro comercial Unicentro hace un año, cuando Christian Rincón asesinó a su expareja Erika Aponte, de 26 años, en el local de pizzas donde trabajaba.
No obstante, la Fiscalía ha dicho textualmente en una sus directivas que el feminicidio no puede ser concebido como un hecho aislado ni esporádico, sino que se trata de un crimen perpetrado en un contexto marcado por patrones de discriminación que producen violencia. Como, por ejemplo, creer que las mujeres son propiedad de los hombres y sus subordinadas, y que son ellos los únicos que pueden decidir cuándo se termina la relación de pareja.
La Fundación Paz & Reconciliación (Pares) asegura, en su informe “Vivir sin miedo, informe de violencias basadas en género 2022-2023″, que el año pasado se registraron 630 feminicidios, es decir, casi dos crímenes al día. Los principales agresores de las mujeres son en su mayoría personas cercanas a ellas. Solo en 2022, según ONU Mujeres, unas 48.800 mujeres y niñas murieron a manos de sus parejas u otros familiares en todo el mundo. Esto significa que, en promedio, más de cinco mujeres o niñas son asesinadas cada hora por alguien de su propia familia.
Un feminicidio no es un crimen pasional
La Policía dijo a medios de comunicación que la primera hipótesis del feminicidio de Stefanny Barranco es un “crimen pasional”. No obstante, la Fiscalía asegura en su directiva sobre cómo investigar feminicidios que estos casos no deben ser nombrados como “crímenes pasionales” o un “asunto privado” ni deben reconocerse circunstancias que pueden reducir la pena como la “ira” o el “intenso dolor”, pues eso implicaría responsabilizar a la víctima, validar el crimen como un mecanismo de la defensa del honor y reputación del agresor e invisibilizar el delito.
Esa noción de “crimen pasional” se introdujo con más determinación en Colombia alrededor de los años 30. El Código Penal de 1936 justificaba que un esposo, por ejemplo, matara a su esposa si la encontraba en la cama con su amante. Si ella le era infiel, entonces era menos grave que él la matara. Y por eso, se le rebajaba la pena, o incluso se le eximía de ir a la cárcel. Pero esos asesinatos motivados por “celos”, lo que esconden en realidad es esa idea machista de que los hombres son los que controlan las decisiones de las mujeres, cuando se está en una relación heterosexual. Por eso, se creó en Colombia el delito de feminicidio en 2015, que reemplaza y cambia por completo esa noción del crimen pasional.
En video: ¿Por qué se habla de “feminicidio” y no de “crimen pasional”?
Los feminicidios a la vista de todos
No es la primera vez que una mujer es asesinada en un centro comercial, a la vista de todos o en su lugar de trabajo. Hace apenas un año, Erika Aponte fue asesinada por su expareja mientras trabajaba en una pizzería al interior del centro comercial Unicentro. De la misma forma, a comienzos de este año, Estefany Katherine Bocanegra fue atacada a tiros por su expareja en su lugar de trabajo, una salsamentaria en Ibagué. Y así, por lo menos otras cuatro mujeres han sido víctimas de feminicidios en lugares comerciales y altamente concurridos.
Lea aquí: Katerine Bocanegra avisó que su expareja quería matarla y no recibió ayuda
Al respecto, la abogada Karol Martínez, directora de la Clínica de Violencia Intrafamiliar de la Universidad del Rosario, ha explicado a este diario que los feminicidios que ocurren en espacios públicos a menudo reflejan la intensidad de la rabia experimentada por el perpetrador, “es un contexto muy violento, de ‘no me importa que me capturen porque tú eres mi mujer y tengo el derecho’, lo que condiciona significativamente la falta de intervención por parte de quienes presencian el hecho”.
Por su parte, Edna Lucía Murillo Ramírez, referenta de la Secretaría de la Mujer para la localidad de los Mártires y vocera de la campaña en centros comerciales “Te Queremos Viva y Diva”, explicó que algunos centros comerciales no tienen sinergias entre los trabajadores y los equipos de seguridad para identificar el perfil o el comportamiento de una persona que llega a estos lugares con la intención de agredir.
Lea aquí: Stefanny Barranco y los otros cinco feminicidios en centros comerciales
Dos niños quedaron huérfanos por este feminicidio
Los dos hijos que Stefanny Barranco concibió junto a Iván José De la Rosa quedaron huérfanos tras el feminicidio de su madre. Así como ellos, en Colombia, se estima que existen 957 niñas y niños huérfanos por violencia feminicida. El abuelo de los menores de edad viajó a Bogotá desde Malambo, Atlántico, donde espera encontrarse con ellos y pedir su custodia, pues actualmente se encuentran bajo protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Estos niños y niñas que pierden a sus mamás por cuenta de los feminicidios sufren también emocionalmente. Luz Granada Contreras, trabajadora social experta en derechos de infancia, afirma que pueden experimentar “situaciones de trauma, estrés postraumático, depresión o de generación de autolesiones. Es un tipo de violencia que genera en estos niños y niñas una dificultad de reconocerse como seres humanos válidos”. Por eso, fue radicado un proyecto de ley en el Congreso que busca garantizarles asistencia legal, económica, emocional, psicosocial, educativa y de salud a los huérfanos por feminicidio. A la iniciativa le faltan dos de cuatro debates.
¿Dónde puedo recibir ayuda ante un caso de violencia de género?
Línea única de atención de emergencias 123, al comunicarse solicitar especialista en temas de género.
Línea Nacional 155 para recibir orientación si estás siendo víctima de alguna violencia basada en género.
Red Solidaria de Mujeres: WhatsApp 3223328655.
Línea de Protección a Niños, Niñas y Adolescentes: 141. WhatsApp: 3202391685 – 3208655450 – 3202391320.
Línea Fiscalía General de la Nación: 122, para presentación de denuncias de violencia intrafamiliar, violencias basadas en género y violencia sexual.
Línea Púrpura en Bogotá: 018000112137, número gratuito desde teléfono fijo o celular. WhatsApp 3007551846
Este miércoles, Stefanny Barranco Oquendo fue asesinada por su expareja en el centro comercial Santafé, en Bogotá. A plena luz del día y a la vista de cientos de personas que visitaban el establecimiento comercial. La mujer de 32 años trabajaba en un local de utensilios de cocina, hasta donde llegó Iván José de la Rosa para asesinarla propinándole varias puñaladas. Aunque el agresor intentó quitarse la vida después de cometer el feminicidio, las personas a su alrededor evitaron que lo hiciera. La mujer murió tras el ataque y su agresor se encuentra vivo, pero en delicado estado de salud en un hospital.
Lea aquí: Stefanny Barranco, ella es la víctima de feminicidio en centro comercial de Bogotá
Estos son los datos claves que por ahora se conocen y dan cuenta de la violencia machista que afecta a cientos de mujeres en Colombia y que apuntan al feminicidio como primera hipótesis de investigación:
La primera hipótesis es feminicidio y no homicidio
El feminicidio es un delito diferente al homicidio y existe desde 2015 en Colombia. Consiste en matar a una mujer por el hecho de ser mujer, es decir, por despreciarla, considerarla inferior o de su propiedad. El feminicida comete el crimen porque cree que tiene poder sobre ella, la discrimina, y por lo general se da una violencia exacerbada. La pena máxima puede ser hasta de 50 años, diez años más que la pena máxima por homicidio. Así que se castiga con más severidad.
El crimen contra Stefanny Barranco se está investigando como un feminicidio, principalmente debido a la relación que tenían la víctima y el victimario, ya que fueron pareja y, según las primeras versiones de los allegados, la mujer terminó su relación y, en retaliación, él la habría asesinado. Este puede ser un indicio de que el agresor se creía dueño de las decisiones y la vida de Stefanny y no respetaba su determinación de terminar la relación. La ley contempla explícitamente que una de las situaciones que pueden dar cuenta que se está ante la comisión de un feminicidio es: “Tener o haber tenido una relación familiar, íntima o de convivencia con la víctima”.
Lea aquí: ¿Por qué el crimen en Unicentro será investigado como feminicidio?
Un feminicidio no es un hecho aislado ni particular
Apenas se hizo público este caso de feminicidio, el centro comercial Santafé publicó un comunicado en el que lamentó el hecho, pero lo calificó de “aislado y puntual entre dos personas”. Estas mismas palabras fueron usadas por el centro comercial Unicentro hace un año, cuando Christian Rincón asesinó a su expareja Erika Aponte, de 26 años, en el local de pizzas donde trabajaba.
No obstante, la Fiscalía ha dicho textualmente en una sus directivas que el feminicidio no puede ser concebido como un hecho aislado ni esporádico, sino que se trata de un crimen perpetrado en un contexto marcado por patrones de discriminación que producen violencia. Como, por ejemplo, creer que las mujeres son propiedad de los hombres y sus subordinadas, y que son ellos los únicos que pueden decidir cuándo se termina la relación de pareja.
La Fundación Paz & Reconciliación (Pares) asegura, en su informe “Vivir sin miedo, informe de violencias basadas en género 2022-2023″, que el año pasado se registraron 630 feminicidios, es decir, casi dos crímenes al día. Los principales agresores de las mujeres son en su mayoría personas cercanas a ellas. Solo en 2022, según ONU Mujeres, unas 48.800 mujeres y niñas murieron a manos de sus parejas u otros familiares en todo el mundo. Esto significa que, en promedio, más de cinco mujeres o niñas son asesinadas cada hora por alguien de su propia familia.
Un feminicidio no es un crimen pasional
La Policía dijo a medios de comunicación que la primera hipótesis del feminicidio de Stefanny Barranco es un “crimen pasional”. No obstante, la Fiscalía asegura en su directiva sobre cómo investigar feminicidios que estos casos no deben ser nombrados como “crímenes pasionales” o un “asunto privado” ni deben reconocerse circunstancias que pueden reducir la pena como la “ira” o el “intenso dolor”, pues eso implicaría responsabilizar a la víctima, validar el crimen como un mecanismo de la defensa del honor y reputación del agresor e invisibilizar el delito.
Esa noción de “crimen pasional” se introdujo con más determinación en Colombia alrededor de los años 30. El Código Penal de 1936 justificaba que un esposo, por ejemplo, matara a su esposa si la encontraba en la cama con su amante. Si ella le era infiel, entonces era menos grave que él la matara. Y por eso, se le rebajaba la pena, o incluso se le eximía de ir a la cárcel. Pero esos asesinatos motivados por “celos”, lo que esconden en realidad es esa idea machista de que los hombres son los que controlan las decisiones de las mujeres, cuando se está en una relación heterosexual. Por eso, se creó en Colombia el delito de feminicidio en 2015, que reemplaza y cambia por completo esa noción del crimen pasional.
En video: ¿Por qué se habla de “feminicidio” y no de “crimen pasional”?
Los feminicidios a la vista de todos
No es la primera vez que una mujer es asesinada en un centro comercial, a la vista de todos o en su lugar de trabajo. Hace apenas un año, Erika Aponte fue asesinada por su expareja mientras trabajaba en una pizzería al interior del centro comercial Unicentro. De la misma forma, a comienzos de este año, Estefany Katherine Bocanegra fue atacada a tiros por su expareja en su lugar de trabajo, una salsamentaria en Ibagué. Y así, por lo menos otras cuatro mujeres han sido víctimas de feminicidios en lugares comerciales y altamente concurridos.
Lea aquí: Katerine Bocanegra avisó que su expareja quería matarla y no recibió ayuda
Al respecto, la abogada Karol Martínez, directora de la Clínica de Violencia Intrafamiliar de la Universidad del Rosario, ha explicado a este diario que los feminicidios que ocurren en espacios públicos a menudo reflejan la intensidad de la rabia experimentada por el perpetrador, “es un contexto muy violento, de ‘no me importa que me capturen porque tú eres mi mujer y tengo el derecho’, lo que condiciona significativamente la falta de intervención por parte de quienes presencian el hecho”.
Por su parte, Edna Lucía Murillo Ramírez, referenta de la Secretaría de la Mujer para la localidad de los Mártires y vocera de la campaña en centros comerciales “Te Queremos Viva y Diva”, explicó que algunos centros comerciales no tienen sinergias entre los trabajadores y los equipos de seguridad para identificar el perfil o el comportamiento de una persona que llega a estos lugares con la intención de agredir.
Lea aquí: Stefanny Barranco y los otros cinco feminicidios en centros comerciales
Dos niños quedaron huérfanos por este feminicidio
Los dos hijos que Stefanny Barranco concibió junto a Iván José De la Rosa quedaron huérfanos tras el feminicidio de su madre. Así como ellos, en Colombia, se estima que existen 957 niñas y niños huérfanos por violencia feminicida. El abuelo de los menores de edad viajó a Bogotá desde Malambo, Atlántico, donde espera encontrarse con ellos y pedir su custodia, pues actualmente se encuentran bajo protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Estos niños y niñas que pierden a sus mamás por cuenta de los feminicidios sufren también emocionalmente. Luz Granada Contreras, trabajadora social experta en derechos de infancia, afirma que pueden experimentar “situaciones de trauma, estrés postraumático, depresión o de generación de autolesiones. Es un tipo de violencia que genera en estos niños y niñas una dificultad de reconocerse como seres humanos válidos”. Por eso, fue radicado un proyecto de ley en el Congreso que busca garantizarles asistencia legal, económica, emocional, psicosocial, educativa y de salud a los huérfanos por feminicidio. A la iniciativa le faltan dos de cuatro debates.
¿Dónde puedo recibir ayuda ante un caso de violencia de género?
Línea única de atención de emergencias 123, al comunicarse solicitar especialista en temas de género.
Línea Nacional 155 para recibir orientación si estás siendo víctima de alguna violencia basada en género.
Red Solidaria de Mujeres: WhatsApp 3223328655.
Línea de Protección a Niños, Niñas y Adolescentes: 141. WhatsApp: 3202391685 – 3208655450 – 3202391320.
Línea Fiscalía General de la Nación: 122, para presentación de denuncias de violencia intrafamiliar, violencias basadas en género y violencia sexual.
Línea Púrpura en Bogotá: 018000112137, número gratuito desde teléfono fijo o celular. WhatsApp 3007551846