Los problemas del proyecto de ley que propone adoptar fetos desde el vientre
El Ministerio de Salud y La Mesa por la Vida se oponen a la iniciativa porque solo ve a la mujer como un aparato reproductor y desconoce lo dicho por la Corte Constitucional en materia de aborto. El autor, el representante Julián Peinado dicen lo contrario.
Pilar Cuartas Rodríguez
Un proyecto de ley propone permitir que en Colombia se adopten niños desde que son fetos y están en el vientre de su madre. La iniciativa está en trámite en el Congreso de la República desde julio de 2021, ya superó el primero de cuatro debates y, aunque en principio se entendería que tiene un fin altruista para aquellas mujeres que no desearon sus embarazos, entidades, congresistas y defensoras de derechos humanos alertan que podría ir en contra de los derechos reproductivos de las mujeres y personas gestantes, en especial, el aborto, que está despenalizado totalmente hasta la semana 24 de gestación, y a partir de entonces se activa un sistema de causales. (Licencia menstrual en Colombia: pros y contras)
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Un proyecto de ley propone permitir que en Colombia se adopten niños desde que son fetos y están en el vientre de su madre. La iniciativa está en trámite en el Congreso de la República desde julio de 2021, ya superó el primero de cuatro debates y, aunque en principio se entendería que tiene un fin altruista para aquellas mujeres que no desearon sus embarazos, entidades, congresistas y defensoras de derechos humanos alertan que podría ir en contra de los derechos reproductivos de las mujeres y personas gestantes, en especial, el aborto, que está despenalizado totalmente hasta la semana 24 de gestación, y a partir de entonces se activa un sistema de causales. (Licencia menstrual en Colombia: pros y contras)
El principal autor de la iniciativa, que ya ha sido archivada en dos ocasiones por falta de discusión, es el representante Julián Peinado Ramírez, abogado y especialista en Derecho Administrativo y Contratación Estatal. El propósito, según él, es ampliar el abanico de opciones que tienen las mujeres con embarazos no deseados, pero que no quieren o no pueden abortar. (Los derechos humanos que desconoce el director de la Policía en Colombia)
“Sin afectar la garantía individual de proteger el derecho que tiene la mujer para practicar el aborto como procedimiento para interrumpir el embarazo cuando ella lo solicita, se debe fortalecer la existencia de alternativas para las mujeres en estado de embarazo no deseado. Por eso, en este proyecto de ley se propone otorgar la posibilidad a la mujer de dar en adopción a su hijo aún sin este haber nacido y crear el Programa Nacional de Asistencia Médica y Psicológica para Mujeres en Estado de Embarazo No Deseado”, proponen Peinado y otro puñado de congresistas. (“No se viola”: así transcurrió el plantón en el colegio las Bethlemitas)
Hoy en Colombia, una mujer o persona gestante (hombre trans o persona no binaria) que tiene un embarazo no deseado puede decidir abortar, seguir el embarazo o dar en adopción a su bebé recién nacido, por lo menos un mes después del parto. Pero no se permite que dé en adopción a su feto sin haber nacido. Solo pueden adoptarse los niños nacidos, y que son menores de 18 años, y fueron declarados en situación de adoptabilidad, después de un largo proceso administrativo y judicial en el que se comprueba que no hay una familia cercana para hacerse responsable y que se les han vulnerado sus derechos. Los que están por nacer no se pueden adoptar.
Eso obedece también a una razón jurídica de peso: la ley establece que se es persona desde que se nace y se respira, aunque sea un instante, no antes. Y en este argumento se concentra la primera alerta de los detractores del proyecto de ley, entre ellos el Ministerio de Salud. En su concepto, la entidad dice que los no nacidos o fetos no son titulares de derechos, porque no son considerados personas, y en ese sentido no podría ser adoptados, porque la adopción es un mecanismo a través del cual se les garantizan a los niños y adolescentes su derecho a tener una familia. Eso no quiere decir que no deba proteger la vida desde la concepción, sí se hace, solo que a través de la mujer o persona embarazada. (Las médicas y los médicos que defienden el derecho al aborto en Colombia)
Sobre la propuesta de crear el Programa Nacional de Asistencia Médica y Psicológica para Mujeres en Estado de Embarazo No Deseado, que sería liderado por el Ministerio de Salud y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, el proyecto de ley asegura que brindará asistencia médica y psicológica gratuita a las mujeres que se encuentren en estado de embarazo no deseado. “Eso les permitirá recibir atención médica y psicológica, alimentación y hasta vivienda, protegiendo la vida y salud de la persona gestante y del niño o niña que está por nacer. Quienes en medio de ese proceso decidan dar en adopción desde la gestación, podrán retractarse dentro del primer mes de nacido del niño o niña”, explicó el representante Peinado a El Espectador.
El Ministerio de Salud tampoco se mostró de acuerdo con este punto, pues afirma que ya existen en Colombia disposiciones para atender a la persona en gestación, independientemente si ésta es o no deseada, como por ejemplo el Plan Decenal de Salud Pública en la Dimensión Sexualidad, Derechos Sexuales y Reproductivos y la Política Nacional de Sexualidad, Derechos Sexuales y Reproductivos.
El Ministerio de Salud advierte, además, que hacer diferenciaciones entre embarazos deseados y no deseados generaría escenarios de distorsión e inequidad, si se considera que la atención para un tipo de embarazo debería ser gratuita, mientras que las demás embarazadas sí tienen que ajustarse a lo establecido en el sistema de salud. La entidad recordó que las mujeres no pueden ser obligadas a asumir comportamientos heroicos o a ofrendar su vida o salud para continuar un embarazo, ya que no pueden ser vistas como simples receptáculos destinados a la procreación. (Beatriz, el caso que podría cambiar el mapa del aborto en América Latina)
En eso concuerda la Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres, que hace parte del movimiento Causa Justa que despenalizó en aborto en Colombia. Señala que este proyecto oculta barreras inmensas tanto para el acceso a los servicios de salud reproductiva como el aborto voluntario y a la misma adopción de menores que ya están en el sistema. En su opinión, la adopción desde el vientre materno permitiría libremente que terceros traten de imponer, coaccionar, intimidar y amenazar a las gestantes para que escojan la adopción desde el vientre como una “mejor” opción en comparación con la Interrupción Voluntaria del Embarazo, incluso si esto significa sacrificar sus derechos fundamentales.
Esto también iría en contra de lo establecido por la Corte Constitucional en la sentencia que despenalizó parcialmente el aborto en 2006: las mujeres son seres humanos plenamente dignos y deben ser tratados como tal y no como un instrumento de reproducción de la especie humana. “Más que una alternativa, el proyecto de ley convierte y reduce a las mujeres en una herramienta de reproducción sin otra opción que llevar un embarazo a término, sin importar su salud mental y física, sin tomar en cuenta la fundamentación detrás de las causales de despenalización vigentes que protegen derechos fundamentales y atienden a las necesidades de las gestantes de cuidar su bienestar físico y mental”, añadió la Mesa. (Me violaron y no puse resistencia: sí, sigue siendo violación)
La Corte ha dicho también que el Congreso tiene prohibido imponer barreras directas o indirectas al aborto y, según La Mesa, la adopción desde el vientre se traduce en una barrera indirecta para que las mujeres, niñas, adolescentes y personas gestantes no accedan al derecho a interrumpir un embarazo, sino que otros impongan un procedimiento de adopción obligándoles a continuar con la gestación. “El representante falla en entender que la adopción desde el vientre materno no es una solución a los embarazos no deseados”.
Supone, además, un obstáculo para los niños y adolescentes que están bajo protección del ICBF y que esperan por ser ubicados en una familia. Las personas que quieren adoptar también estar permeadas por prejuicios y suelen solicitar adoptar a niños y niñas recién nacidos o menores de ocho años. Si se habilita adoptar desde el vientre, ¿qué pasará con los niños mayores de ocho años, con los que tienen varios hermanos o que tienen alguna discapacidad y que hoy pocos quieren adoptar?
Para el año 2022, el ICBF reportó que más de 3.000 menores están bajo su custodia y la mayoría superan los 12 años. Cuando los niños cumplen ocho años tienen más dificultades de ser adoptados y es por su edad. “El proyecto de ley no toma en consideración estas cifras y pone en una situación peor a aquellos menores con dificultades para ser adoptados, incidiendo directamente en las cifras y por supuesto violando derechos fundamentales de los menores en situación de adoptabilidad que ya nacieron, al no permitirles el goce de los derechos fundamentales a la familia derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes”, concluye La Mesa.
En el mismo sentido, la representante Jennifer Pedraza se opone a la iniciativa y le dijo a este diario que le ha propuesto al autor del proyecto redactar una nueva iniciativa que aborde las problemáticas alrededor de la adopción de niños, pero que no toque el acceso de las mujeres al aborto ni las persuada ni las presione a continuar con sus embarazos no deseados. Peinado, por el contrario, sostiene que esta iniciativa no anula, ataca o restringe la sentencia que despenalizó el aborto. “Yo soy liberal, por lo tanto, apoyo y respeto este pronunciamiento de la Corte. ¿Qué posición puede ser más liberal que la de crear más alternativas para que la mujer tenga de dónde escoger con todas las garantías?”, respondió el congresista a este diario.