“No nos quedemos calladas”: periodista de CityTV que denunció acoso sexual
Este jueves 18 de enero, tres reporteras de City Noticias denunciaron que, desde hace dos años, han sido acosadas sexualmente por el mismo hombre.
Daniela Villamarín Solorza
Fotos. Mensajes. Videollamadas. Videos con contenido sexual. Todo esto han tenido que padecer Deisy Nivia, Estefanía Maldonado y Angie Téllez, las periodistas de CityTV que denunciaron ser víctimas de acoso sexual por medio de mensajes de texto desde hace varios años y por parte del mismo hombre.
“Todo comenzó hace dos años. Yo acababa de entrar al canal y había compartido mi número para recibir las denuncias de la ciudadanía. En ese momento no dimensioné lo que significaba entregar mi número de teléfono”, recuerda la periodista Deisy Nivia. “Un día recibí una videollamada y, cuando contesté, la primera imagen que tuve fue la de ese hombre masturbándose”, le dijo a El Espectador.
Nivia cuenta que colgó y bloqueó el número del agresor, quien se identifica en los mensajes de texto como Álvaro. Sin embargo, a los pocos meses, y por medio de otros números telefónicos, este le volvió a escribir. “Me decía que tenía una adicción a las drogas y me enviaba videos mientras consumía, se tocaba y repetía mi nombre”.
Los mensajes que recibió Estefanía Maldonado eran muy similares. El hombre se contactó con ella, según él, para pedirle ayuda. “No me pareció raro porque este es un número de denuncias, pero cuando le pregunté qué necesitaba, empezó a enviarme una seguidilla de videos masturbándose”, relató la periodista en conversación con este medio. “Me decía: ‘Hola, Estefanía, me estoy drogando y todo esto que estoy haciendo es por ti’”.
La reportera optó por bloquear el número, pero el hombre encontró la forma de que no pudiera cortar la comunicación. “Me escribe desde otros números, incluso hizo un grupo conmigo que se llamaba ‘Ayuda a un drogadicto’ donde había más personas. En uno de los videos se escucha que tiene de fondo nuestro noticiero y se está masturbando mientras lo ve”, asegura Maldonado.
Pese a que las reporteras han bloqueado a más de diez números diferentes para evitar el acoso, el hombre sigue encontrando la manera de contactarlas para enviarles contenido sexual. “Él desaparece por unos días, semanas, incluso meses, pero siempre vuelve a aparecer”, le dijo Nivia a este diario.
Puede leer: 38 mujeres fueron asesinadas en masacres durante 2023, según la JEP
Incluso, cuenta que la situación se volvió tan abrumadora que decidió confrontarlo y pedirle que parara. “Estaba tan desesperada que decidí tener una charla con él. Le pregunté si tenía hijas, sobrinas, que seguro sí tenía mamá. Le dije que sus problemas de adicción o que el hecho de que tuviera un problema mental, no justificaba que se desquitara con mujeres como yo. Le dije que lo que estaba haciendo era un delito”. Según el relato de la reportera, el hombre respondió que solo estaba buscando ayuda.
Las tres periodistas realizaron la denuncia frente a las autoridades. Sin embargo, según aseguró la Fiscalía en un comunicado, la de Maldonado se cerró luego de que la entidad le solicitara una ampliación de la denuncia y ella no asistiera a la diligencia. La Fiscalía también indicó que “el proceso se encuentra activo” y que ya “se realizó la ampliación de la denuncia y se destacó un equipo de investigadores y del Grupo Nacional de Género para adelantar las actividades de investigación”.
Por su parte, Maldonado dice que nunca le informaron que iban a cerrar el caso por cuenta de las declaraciones que hacían falta. “Si lo hubiese sabido, hubiera hecho todo lo posible para que no lo cerraran”. Además, dijo que sí sintió un respaldo por parte de las autoridades, pero que “en un punto del proceso se rompió el canal de comunicación”.
Nivia tiene otra perspectiva y dice que nunca recibió información suficiente para seguir con el proceso. “Pusimos la denuncia, vino un investigador, tomó el testimonio, le compartimos las pruebas y no pasó nada. Ellos tenían mis datos y hoy que me llamaron, volvieron a pedirme mi nombre completo”.
Maldonado asegura que ya se reabrió su caso y que en este momento se encuentra en conversación con las autoridades, que ya identificaron al hombre y están intentando dar con su paradero. También, que después de denunciar el caso en el noticiero, otras mujeres la han contactado para decirle que han sido víctimas del mismo hombre.
Ambas periodistas hacen un fuerte llamado a no normalizar este tipo de violencia. “La invitación es a que no nos quedemos calladas, a no normalizar estos casos. Esta vez puede ser el video de un señor masturbándose, pero mañana puede ser algo peor”, dice Maldonado. Nivia asegura que la normalización también tiene que ver con que las culpen por ser víctimas de acoso. “No nos deberían pasar este tipo de cosas y lo peor es que, cuando te pasan, te culpan por eso. Te preguntan por qué compartes información personal, por qué compartes tu número, para qué respondes. Entonces ahora yo soy la culpable de dar mi número para recibir las denuncias de la gente”.
Carmen Lilia Uribe, abogada experta en violencia intrafamiliar y de género, explica que es fundamental comenzar a hablar públicamente sobre el acoso, pues que ha sido una práctica normalizada. Además, enfatiza que al momento de denunciar el peso no puede caer sobre las víctimas y que el sistema jurídico debería reevaluar sus procesos de investigación para que el “proceso penal no les exija a las víctimas que sean sus propias defensoras”.
Las reporteras también buscan llamar la atención sobre la importancia de proteger a mujeres con menos visibilidad. “Sentí temor. Me asusta que en cualquier momento este señor puede hacer cualquier cosa. Hoy llegué a trabajar llena de miedo. Y eso que hemos estado protegidas por el canal, todos nos están cuidando, los vigilantes tienen órdenes de no dejar pasar a nadie, estamos buscando cubrirnos desde todos los frentes. Pero hay muchas mujeres que no tiene la posibilidad de que las cuiden como a nosotras. Tenemos que pensar en ellas, en cómo protegemos a las que no son tan visibles”, concluye Maldonado.
Las denuncias de las reporteras de CityTV se suman a las de tres periodistas de Noticias Caracol que, hace dos semanas, denunciaron ser víctimas de un exmilitar que las hostiga e incluso las espera a las afueras del canal. Los hechos fueron denunciados como acoso sexual y constreñimiento ante la Fiscalía, que archivó el caso y luego lo reactivó por constreñimiento. Sin embargo, a la audiencia no se presentó el fiscal. Luego de que se hicieran públicos los hechos, la Fiscalía le indicó a este diario que el caso ya había sido priorizado y que le habían solicitado protección para las víctimas a los comandantes de las estaciones de policía de Suba y Usaquén.
Lea también: “Sin activismo, la política no tiene contenido”: edilesa samaria y feminista
Fuentes consultadas por El Espectador señalan que, al momento de denunciar acoso u hostigamiento, es importante acercarse a la Fiscalía, la entidad encargada de investigar los hechos. La denuncia puede ser presentada por la víctima o por un tercero y debe especificar el lugar, tiempo y detalles sobre los hechos. Para esto, se recomienda presentar pruebas del acoso, como registros de llamadas, mensajes, fotografías, entre otros.
Fotos. Mensajes. Videollamadas. Videos con contenido sexual. Todo esto han tenido que padecer Deisy Nivia, Estefanía Maldonado y Angie Téllez, las periodistas de CityTV que denunciaron ser víctimas de acoso sexual por medio de mensajes de texto desde hace varios años y por parte del mismo hombre.
“Todo comenzó hace dos años. Yo acababa de entrar al canal y había compartido mi número para recibir las denuncias de la ciudadanía. En ese momento no dimensioné lo que significaba entregar mi número de teléfono”, recuerda la periodista Deisy Nivia. “Un día recibí una videollamada y, cuando contesté, la primera imagen que tuve fue la de ese hombre masturbándose”, le dijo a El Espectador.
Nivia cuenta que colgó y bloqueó el número del agresor, quien se identifica en los mensajes de texto como Álvaro. Sin embargo, a los pocos meses, y por medio de otros números telefónicos, este le volvió a escribir. “Me decía que tenía una adicción a las drogas y me enviaba videos mientras consumía, se tocaba y repetía mi nombre”.
Los mensajes que recibió Estefanía Maldonado eran muy similares. El hombre se contactó con ella, según él, para pedirle ayuda. “No me pareció raro porque este es un número de denuncias, pero cuando le pregunté qué necesitaba, empezó a enviarme una seguidilla de videos masturbándose”, relató la periodista en conversación con este medio. “Me decía: ‘Hola, Estefanía, me estoy drogando y todo esto que estoy haciendo es por ti’”.
La reportera optó por bloquear el número, pero el hombre encontró la forma de que no pudiera cortar la comunicación. “Me escribe desde otros números, incluso hizo un grupo conmigo que se llamaba ‘Ayuda a un drogadicto’ donde había más personas. En uno de los videos se escucha que tiene de fondo nuestro noticiero y se está masturbando mientras lo ve”, asegura Maldonado.
Pese a que las reporteras han bloqueado a más de diez números diferentes para evitar el acoso, el hombre sigue encontrando la manera de contactarlas para enviarles contenido sexual. “Él desaparece por unos días, semanas, incluso meses, pero siempre vuelve a aparecer”, le dijo Nivia a este diario.
Puede leer: 38 mujeres fueron asesinadas en masacres durante 2023, según la JEP
Incluso, cuenta que la situación se volvió tan abrumadora que decidió confrontarlo y pedirle que parara. “Estaba tan desesperada que decidí tener una charla con él. Le pregunté si tenía hijas, sobrinas, que seguro sí tenía mamá. Le dije que sus problemas de adicción o que el hecho de que tuviera un problema mental, no justificaba que se desquitara con mujeres como yo. Le dije que lo que estaba haciendo era un delito”. Según el relato de la reportera, el hombre respondió que solo estaba buscando ayuda.
Las tres periodistas realizaron la denuncia frente a las autoridades. Sin embargo, según aseguró la Fiscalía en un comunicado, la de Maldonado se cerró luego de que la entidad le solicitara una ampliación de la denuncia y ella no asistiera a la diligencia. La Fiscalía también indicó que “el proceso se encuentra activo” y que ya “se realizó la ampliación de la denuncia y se destacó un equipo de investigadores y del Grupo Nacional de Género para adelantar las actividades de investigación”.
Por su parte, Maldonado dice que nunca le informaron que iban a cerrar el caso por cuenta de las declaraciones que hacían falta. “Si lo hubiese sabido, hubiera hecho todo lo posible para que no lo cerraran”. Además, dijo que sí sintió un respaldo por parte de las autoridades, pero que “en un punto del proceso se rompió el canal de comunicación”.
Nivia tiene otra perspectiva y dice que nunca recibió información suficiente para seguir con el proceso. “Pusimos la denuncia, vino un investigador, tomó el testimonio, le compartimos las pruebas y no pasó nada. Ellos tenían mis datos y hoy que me llamaron, volvieron a pedirme mi nombre completo”.
Maldonado asegura que ya se reabrió su caso y que en este momento se encuentra en conversación con las autoridades, que ya identificaron al hombre y están intentando dar con su paradero. También, que después de denunciar el caso en el noticiero, otras mujeres la han contactado para decirle que han sido víctimas del mismo hombre.
Ambas periodistas hacen un fuerte llamado a no normalizar este tipo de violencia. “La invitación es a que no nos quedemos calladas, a no normalizar estos casos. Esta vez puede ser el video de un señor masturbándose, pero mañana puede ser algo peor”, dice Maldonado. Nivia asegura que la normalización también tiene que ver con que las culpen por ser víctimas de acoso. “No nos deberían pasar este tipo de cosas y lo peor es que, cuando te pasan, te culpan por eso. Te preguntan por qué compartes información personal, por qué compartes tu número, para qué respondes. Entonces ahora yo soy la culpable de dar mi número para recibir las denuncias de la gente”.
Carmen Lilia Uribe, abogada experta en violencia intrafamiliar y de género, explica que es fundamental comenzar a hablar públicamente sobre el acoso, pues que ha sido una práctica normalizada. Además, enfatiza que al momento de denunciar el peso no puede caer sobre las víctimas y que el sistema jurídico debería reevaluar sus procesos de investigación para que el “proceso penal no les exija a las víctimas que sean sus propias defensoras”.
Las reporteras también buscan llamar la atención sobre la importancia de proteger a mujeres con menos visibilidad. “Sentí temor. Me asusta que en cualquier momento este señor puede hacer cualquier cosa. Hoy llegué a trabajar llena de miedo. Y eso que hemos estado protegidas por el canal, todos nos están cuidando, los vigilantes tienen órdenes de no dejar pasar a nadie, estamos buscando cubrirnos desde todos los frentes. Pero hay muchas mujeres que no tiene la posibilidad de que las cuiden como a nosotras. Tenemos que pensar en ellas, en cómo protegemos a las que no son tan visibles”, concluye Maldonado.
Las denuncias de las reporteras de CityTV se suman a las de tres periodistas de Noticias Caracol que, hace dos semanas, denunciaron ser víctimas de un exmilitar que las hostiga e incluso las espera a las afueras del canal. Los hechos fueron denunciados como acoso sexual y constreñimiento ante la Fiscalía, que archivó el caso y luego lo reactivó por constreñimiento. Sin embargo, a la audiencia no se presentó el fiscal. Luego de que se hicieran públicos los hechos, la Fiscalía le indicó a este diario que el caso ya había sido priorizado y que le habían solicitado protección para las víctimas a los comandantes de las estaciones de policía de Suba y Usaquén.
Lea también: “Sin activismo, la política no tiene contenido”: edilesa samaria y feminista
Fuentes consultadas por El Espectador señalan que, al momento de denunciar acoso u hostigamiento, es importante acercarse a la Fiscalía, la entidad encargada de investigar los hechos. La denuncia puede ser presentada por la víctima o por un tercero y debe especificar el lugar, tiempo y detalles sobre los hechos. Para esto, se recomienda presentar pruebas del acoso, como registros de llamadas, mensajes, fotografías, entre otros.