Pastor Francisco Jamocó será condenado por agredir sexualmente a dos mujeres
El pasado 12 de junio, una jueza anunció que el pastor Francisco Jamocó será condenado, en primera instancia, por violentar sexualmente a dos mujeres que hicieron parte de la iglesia El Shaddai.
Alejandra Ortiz
El 12 de junio de 2024, una jueza de Bogotá anunció que el pastor José Francisco Jamocó será condenado, en primera instancia, por haber agredido sexualmente a Ana Milena Rubiano y Patricia Campos, dos mujeres que formaban parte de la iglesia que él lideraba, El Shaddai. Tras un proceso judicial de casi cuatro años, la sentencia se leerá el próximo 22 de agosto, y hasta entonces se conocerá el monto de la pena. Mientras tanto, Jamocó permanecerá privado de la libertad.
Este caso inició en 2019, cuando Ana Milena Rubiano, una de las primeras víctimas que decidió alzar la voz en contra de las violencias que Jamocó ejercía sobre algunas mujeres en la iglesia, decidió denunciar. Las agresiones sexuales hacia ella ocurrieron durante más de 11 años, según el informe de la Fiscalía. Desde comentarios inapropiados hasta abusos sexuales que él justificaba con versículos de la Biblia, fueron algunas de las violencias que ella sufrió por parte de Jamocó.
Vea aquí: El pastor cristiano que pedía besos y sexo citando la biblia - Las Igualadas
En la audiencia en la que se anunció que Jamocó es culpable por estos hechos, la jueza mencionó que mientras ocurrían estos abusos, “él sacaba la Biblia le leía versículos donde Dios permitía que hubiese doncellas y vírgenes que estuvieran a los pies de los reyes y elegidos de Dios, para que le calentaran los pies como forma de consolar el servicio que le estaban dando a Dios; luego le decía, tranquila aquí no ha pasado nada”. Una acción con la que por muchos años Ana Milena fue manipulada para no hablar.
Para ella, la manipulación de su fe y la culpa eran factores fundamentales para no hablar con nadie de lo que estaba viviendo y sentir miedo. “Es un tema muy delicado porque es algo muy sutil. Te van cambiando tus pensamientos y tu pensamiento crítico para que de alguna forma los pensamientos del líder religioso sean vistos como el pensamiento absoluto. Llegué a dudar de mi fe”, apuntó Ana Milena en entrevista con El Espectador.
Además, en la diligencia judicial la juez explicó que quienes manifestaban querer salir de la congregación eran expuestos a la intimidación y el escarnio público por parte de Jamocó. Y en privado, también le manifestaba a sus feligreses que, si abandonaban la iglesia, podrían caer en enfermedades terminales, acabar con su familia y otras “maldiciones”. A ambas situaciones estuvo expuesta Ana Milena, según la determinó la justicia en la audiencia en la que se anunció que su agresor será condenado.
Vea aquí: Parte III: El pastor cristiano que pedía besos y sexo citando la biblia, orden judicial
En el caso de Patricia Campos, los hechos ocurrieron de una manera muy similar. Durante siete años, entre 2012 y 2019, sufrió abusos sexuales y psicológicos por parte de Francisco Jamocó. Para 2012, cuando empezaron las agresiones, ella ya llevaba vinculada a la iglesia 16 años. Tiempo suficiente para que estuviera completamente adoctrinada por las ideas que Jamocó predicaba en los servicios religiosos.
Patricia cuenta que cuando ella se reconoció como víctima y decidió hablar con su red de apoyo cercana -en la iglesia- nunca se habló de abuso, “se hablaba de disciplina, se hablaba de pruebas de Dios, se hablaba de que eso era lo necesario para ser probado y para recibir el carácter de Cristo. Era como si uno necesitara de esas malas experiencias en la vida para ser pulido y tallado y puesto a prueba de fuego como el oro para ser hallado precioso”, agregó en entrevista con El Espectador.
Por estos hechos, la jueza de primera instancia también encontró culpable a Jamocó. “El pastor insistía permanentemente en el hecho de lo que el denominaba sexo oral, no era pecado, porque la Biblia hablaba de penetración, que el sexo oral era una excepción, que eso no era pecado”, afirmó la jueza. Además, cuando cometía los abusos contra Patricia y ella le decía que no quería, Jamocó “le hacía ver que era una decisión del ungido de Dios”. Por lo que la manipulación de la fe de Patricia también fue un mecanismo con el que Jamocó la silenció por mucho tiempo.
Vea aquí: Parte IV: El pastor cristiano que pedía besos y sexo citando la biblia
En ambos casos, la manipulación y la posición de inferioridad que las sobrevivientes tenían frente al pastor fueron determinantes para el veredicto de la jueza. Pues el delito por el que se le condena es “acceso carnal o acto sexual en persona puesta en incapacidad de resistir”. Y esta incapacidad de las mujeres se explica a través del adoctrinamiento religioso, en el que Jamocó era la máxima figura de autoridad de la iglesia.
Para la jueza, había una condición de “incapacidad de resistir” muy clara en los dos casos. Primero, porque ellas estaban en una situación en la que no podían darse cuenta de que lo que estaba ocurriendo tenía una connotación sexual. Y, en segundo lugar, porque esta manipulación les impedía dar voluntariamente su consentimiento para el acto sexual. Todo esto argumentando que ambas mujeres estaban en una “inferioridad psíquica”.
Un poco de reparación para las víctimas
Después de un largo proceso judicial, hoy Ana Milena y Patricia sienten que hubo un poco de reparación para tantas dificultades que tuvieron que vivir estos años. “No solamente es el sufrimiento del momento, no solamente es el sufrimiento que se tiene en ese instante en que se comete el delito, sino es el sufrimiento que uno tiene que llevar después”, comenta Ana Milena, recordando lo más difícil de todo el proceso.
Para ella, este veredicto la llenó de emoción y gratitud, pues “era el resultado que estaba esperando de una batalla tan, tan fuerte. Es satisfactorio saber que por fin se hizo justicia”, agregó.
Por el contrario, Patricia considera que, pese a que se hizo justicia, no sintió un “gran regocijo frente al veredicto”, más bien tranquilidad y gratitud con todas las personas que la acompañaron durante todo el proceso. “Creo que una de las pocas recompensas que uno puede tener después de hacer la denuncia es poder llegar a este veredicto, llegar a un fallo en donde le dicen: ‘Usted no era la loca. Sí, sí fue lo que pasó’”, concluyó.
Vea aquí: Sentimos “mucha emoción”: denunciantes del pastor Jamocó porque será condenado
Sin embargo, ambas coinciden en que todos estos años de proceso judicial también les trajo cosas buenas. Como sobrevivientes de Jamocó y violencia sexual en contextos religiosos, quisieron impactar durante estos años a otras posibles víctimas, no solo de este pastor sino de otras iglesias, por lo que crearon la organización ‘Metamorfosis’, la cual acoge muchos testimonios de víctimas y les brinda asesoría jurídica y psicológica.
Patricia asegura que “hay un vacío en el sistema, pues el Estado les da la aprobación a las iglesias para funcionar. El Ministerio del Interior les entrega la autorización para funcionar, los registra, les da su nombre, puede haber un representante legal y todo, pero si pasa algo dentro de esos entornos, no hay un ente que regule”. Por esta razón, Ana Milena y Patricia decidieron crear esta organización, un lugar al que las víctimas en contextos religiosos pueden acudir.
Francisco Jamocó será absuelto por otros tres casos
A pesar de que Francisco Jamocó será condenado por el caso de Ana Milena y Patricia, también fue llevado a este juicio por otros tres casos, una mujer adulta y dos menores de edad. No obstante, la jueza no encontró la coherencia probatoria suficiente para incluir estos casos dentro de la condena, por lo cual Jamocó será absuelto de estos cargos.
Ana Milena y Patricia reconocen que hay más víctimas de este pastor, algunas con denuncias ante la Fiscalía y otras que todavía tienen mucho miedo de hablar. Es importante recordar que cuando el caso de Jamocó se hizo público en 2020 a través de la periodista de El Espectador, Mariángela Urbina, en Las Igualadas, Jamocó ya acumulaba 10 denuncias por violencia sexual y psicológica ante la Fiscalía.
Lea aquí también: Piden a Colombia investigar a pastor Francisco Jamocó por denuncias de violencia sexual
Estas denuncias, que databan de 20 años atrás antes de que el caso se hiciera público en El Espectador, no obtuvieron ninguna respuesta y Jamocó no enfrentó cargos ni imputaciones. Para ese mismo año, 2020, el Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará de la Organización de Estados Americanos le solicitó a Colombia investigar a Francisco Jamocó por las diferentes denuncias que se estaban presentando en su contra.
El 12 de junio de 2024, una jueza de Bogotá anunció que el pastor José Francisco Jamocó será condenado, en primera instancia, por haber agredido sexualmente a Ana Milena Rubiano y Patricia Campos, dos mujeres que formaban parte de la iglesia que él lideraba, El Shaddai. Tras un proceso judicial de casi cuatro años, la sentencia se leerá el próximo 22 de agosto, y hasta entonces se conocerá el monto de la pena. Mientras tanto, Jamocó permanecerá privado de la libertad.
Este caso inició en 2019, cuando Ana Milena Rubiano, una de las primeras víctimas que decidió alzar la voz en contra de las violencias que Jamocó ejercía sobre algunas mujeres en la iglesia, decidió denunciar. Las agresiones sexuales hacia ella ocurrieron durante más de 11 años, según el informe de la Fiscalía. Desde comentarios inapropiados hasta abusos sexuales que él justificaba con versículos de la Biblia, fueron algunas de las violencias que ella sufrió por parte de Jamocó.
Vea aquí: El pastor cristiano que pedía besos y sexo citando la biblia - Las Igualadas
En la audiencia en la que se anunció que Jamocó es culpable por estos hechos, la jueza mencionó que mientras ocurrían estos abusos, “él sacaba la Biblia le leía versículos donde Dios permitía que hubiese doncellas y vírgenes que estuvieran a los pies de los reyes y elegidos de Dios, para que le calentaran los pies como forma de consolar el servicio que le estaban dando a Dios; luego le decía, tranquila aquí no ha pasado nada”. Una acción con la que por muchos años Ana Milena fue manipulada para no hablar.
Para ella, la manipulación de su fe y la culpa eran factores fundamentales para no hablar con nadie de lo que estaba viviendo y sentir miedo. “Es un tema muy delicado porque es algo muy sutil. Te van cambiando tus pensamientos y tu pensamiento crítico para que de alguna forma los pensamientos del líder religioso sean vistos como el pensamiento absoluto. Llegué a dudar de mi fe”, apuntó Ana Milena en entrevista con El Espectador.
Además, en la diligencia judicial la juez explicó que quienes manifestaban querer salir de la congregación eran expuestos a la intimidación y el escarnio público por parte de Jamocó. Y en privado, también le manifestaba a sus feligreses que, si abandonaban la iglesia, podrían caer en enfermedades terminales, acabar con su familia y otras “maldiciones”. A ambas situaciones estuvo expuesta Ana Milena, según la determinó la justicia en la audiencia en la que se anunció que su agresor será condenado.
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En el caso de Patricia Campos, los hechos ocurrieron de una manera muy similar. Durante siete años, entre 2012 y 2019, sufrió abusos sexuales y psicológicos por parte de Francisco Jamocó. Para 2012, cuando empezaron las agresiones, ella ya llevaba vinculada a la iglesia 16 años. Tiempo suficiente para que estuviera completamente adoctrinada por las ideas que Jamocó predicaba en los servicios religiosos.
Patricia cuenta que cuando ella se reconoció como víctima y decidió hablar con su red de apoyo cercana -en la iglesia- nunca se habló de abuso, “se hablaba de disciplina, se hablaba de pruebas de Dios, se hablaba de que eso era lo necesario para ser probado y para recibir el carácter de Cristo. Era como si uno necesitara de esas malas experiencias en la vida para ser pulido y tallado y puesto a prueba de fuego como el oro para ser hallado precioso”, agregó en entrevista con El Espectador.
Por estos hechos, la jueza de primera instancia también encontró culpable a Jamocó. “El pastor insistía permanentemente en el hecho de lo que el denominaba sexo oral, no era pecado, porque la Biblia hablaba de penetración, que el sexo oral era una excepción, que eso no era pecado”, afirmó la jueza. Además, cuando cometía los abusos contra Patricia y ella le decía que no quería, Jamocó “le hacía ver que era una decisión del ungido de Dios”. Por lo que la manipulación de la fe de Patricia también fue un mecanismo con el que Jamocó la silenció por mucho tiempo.
Vea aquí: Parte IV: El pastor cristiano que pedía besos y sexo citando la biblia
En ambos casos, la manipulación y la posición de inferioridad que las sobrevivientes tenían frente al pastor fueron determinantes para el veredicto de la jueza. Pues el delito por el que se le condena es “acceso carnal o acto sexual en persona puesta en incapacidad de resistir”. Y esta incapacidad de las mujeres se explica a través del adoctrinamiento religioso, en el que Jamocó era la máxima figura de autoridad de la iglesia.
Para la jueza, había una condición de “incapacidad de resistir” muy clara en los dos casos. Primero, porque ellas estaban en una situación en la que no podían darse cuenta de que lo que estaba ocurriendo tenía una connotación sexual. Y, en segundo lugar, porque esta manipulación les impedía dar voluntariamente su consentimiento para el acto sexual. Todo esto argumentando que ambas mujeres estaban en una “inferioridad psíquica”.
Un poco de reparación para las víctimas
Después de un largo proceso judicial, hoy Ana Milena y Patricia sienten que hubo un poco de reparación para tantas dificultades que tuvieron que vivir estos años. “No solamente es el sufrimiento del momento, no solamente es el sufrimiento que se tiene en ese instante en que se comete el delito, sino es el sufrimiento que uno tiene que llevar después”, comenta Ana Milena, recordando lo más difícil de todo el proceso.
Para ella, este veredicto la llenó de emoción y gratitud, pues “era el resultado que estaba esperando de una batalla tan, tan fuerte. Es satisfactorio saber que por fin se hizo justicia”, agregó.
Por el contrario, Patricia considera que, pese a que se hizo justicia, no sintió un “gran regocijo frente al veredicto”, más bien tranquilidad y gratitud con todas las personas que la acompañaron durante todo el proceso. “Creo que una de las pocas recompensas que uno puede tener después de hacer la denuncia es poder llegar a este veredicto, llegar a un fallo en donde le dicen: ‘Usted no era la loca. Sí, sí fue lo que pasó’”, concluyó.
Vea aquí: Sentimos “mucha emoción”: denunciantes del pastor Jamocó porque será condenado
Sin embargo, ambas coinciden en que todos estos años de proceso judicial también les trajo cosas buenas. Como sobrevivientes de Jamocó y violencia sexual en contextos religiosos, quisieron impactar durante estos años a otras posibles víctimas, no solo de este pastor sino de otras iglesias, por lo que crearon la organización ‘Metamorfosis’, la cual acoge muchos testimonios de víctimas y les brinda asesoría jurídica y psicológica.
Patricia asegura que “hay un vacío en el sistema, pues el Estado les da la aprobación a las iglesias para funcionar. El Ministerio del Interior les entrega la autorización para funcionar, los registra, les da su nombre, puede haber un representante legal y todo, pero si pasa algo dentro de esos entornos, no hay un ente que regule”. Por esta razón, Ana Milena y Patricia decidieron crear esta organización, un lugar al que las víctimas en contextos religiosos pueden acudir.
Francisco Jamocó será absuelto por otros tres casos
A pesar de que Francisco Jamocó será condenado por el caso de Ana Milena y Patricia, también fue llevado a este juicio por otros tres casos, una mujer adulta y dos menores de edad. No obstante, la jueza no encontró la coherencia probatoria suficiente para incluir estos casos dentro de la condena, por lo cual Jamocó será absuelto de estos cargos.
Ana Milena y Patricia reconocen que hay más víctimas de este pastor, algunas con denuncias ante la Fiscalía y otras que todavía tienen mucho miedo de hablar. Es importante recordar que cuando el caso de Jamocó se hizo público en 2020 a través de la periodista de El Espectador, Mariángela Urbina, en Las Igualadas, Jamocó ya acumulaba 10 denuncias por violencia sexual y psicológica ante la Fiscalía.
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Estas denuncias, que databan de 20 años atrás antes de que el caso se hiciera público en El Espectador, no obtuvieron ninguna respuesta y Jamocó no enfrentó cargos ni imputaciones. Para ese mismo año, 2020, el Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará de la Organización de Estados Americanos le solicitó a Colombia investigar a Francisco Jamocó por las diferentes denuncias que se estaban presentando en su contra.