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En 2017, la actriz Emma Watson fue la primera persona en recibir un premio de actuación sin distinciones de género, en los premios MTV Movie & TV Awards. Desde ese momento, algunos premios reconocidos de la industria del entretenimiento han contemplado la posibilidad de implementar categorías neutras en sus nominaciones, argumentando que esto podría disminuir la brecha de género en el cine.
Tal es el caso de los Premios Oscar, pues en junio de este año, Bill Kramer, director ejecutivo de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, confirmó que se están llevando a cabo conversaciones sobre la posibilidad de introducir categorías de género neutro en las estatuillas doradas. Esto implicaría fusionar las nominaciones femeninas y masculinas en una única categoría, permitiendo que hombres y mujeres compitan por un único premio en actuación, dirección, guión, entre otros.
Algunas personas expertas, al analizar experiencias previas en las que se eliminaron las categorías segmentadas, como la del Festival de Cine de Berlín en 2021, sugieren que esto podría contribuir a cerrar la brecha de género presente en la industria cinematográfica, fomentando así la inclusión. Ya que todas las personas serían evaluadas por su profesionalismo y mérito, sin tener en cuenta si son hombres o mujeres.
Y es que es evidente que existe una desigualdad en la participación femenina en el cine. En 2023, la Asociación de Mujeres Cineastas (CIMA) publicó un informe que reveló que sólo tres de cada 10 cargos de dirección en las películas de habla hispana corresponden a mujeres, representando el 29%. Mientras que en cargos de dirección ejecutiva ocupan el 31% y en cargos relacionados a los guiones el 35%, manteniendo la mayoría de los cargos de responsabilidad bajo el mando de hombres.
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Según el mismo informe, en el campo cinematográfico las mujeres tienen una mayor participación en roles asociados a la estética: el 85% de las encargadas de vestuario son mujeres, el 81% en maquillaje y peluquería, y el 64% en dirección artística. Esto evidencia que las mujeres en el cine continúan siendo relegadas a roles tradicionalmente asociados a lo femenino.
Y pareciera que esta tendencia es transversal a otros países. En conversación con El Espectador, Natalia Pinilla, cineasta independiente, reconoce que el panorama en Colombia no es muy distinto. En su experiencia, “la mayoría de los cargos en donde se puede ver mujeres trabajando en temas audiovisuales en Colombia, sigue siendo bajo las direcciones de arte”.
En el caso de Hollywood, la situación no se diferencia mucho. Por ejemplo, en los Premios Óscar, solo doce mujeres han sido nominadas a premios de dirección y solo tres han ganado el premio en toda la historia de la Academia: Kathryn Bigelow, Chloé Zhao y Jane Campion. De hecho, el estudio “Inclusión en la silla del director”, de la USC Annenberg, reportó que en 2022, de las 100 películas más taquilleras de ese año, solo el 9% de los puestos de dirección estaban ocupados por mujeres.
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Con este panorama, algunos premios de la industria del entretenimiento ya han eliminado de sus categorías las distinciones de género, como los ‘MTV Movie & TV Awards’, los ‘Independent Spirit Awards’, los ‘Gotham Awards’ y los ‘BRIT Awards’. Esto, con el fin de ser más inclusivos y “reconociendo el trabajo excepcional de los artistas en lugar de cómo se identifican”.
Sin embargo, algunas personas del gremio opinan lo contrario, pues podría retroceder en un terreno ya ganado para las mujeres. “Es un arma de doble filo. Por un lado, se empezaría a reconocer otras identidades que no estarían encasilladas dentro de lo que es el binarismo [personas queer], lo cual es bueno. Pero, por otro lado, quizás seguiríamos viendo lo mismo de otros años: la supremacía de los hombres a nivel laboral y de reconocimiento”, menciona Natalia Pinilla.
Ibeth Rey, productora de cine en MODOC, en entrevista con El Espectador, concuerda con esta posición. “Todavía no hemos llegado al punto de equidad e igualdad de género en el cine como para hacer eso. Sí sólo el 16% de las mujeres hacen parte de cargos de dirección y producción, la desventaja al competir con ese 84% de hombres podría representar una disminución en el reconocimiento de las pocas mujeres que logran llegar a esos lugares”. Para ella, primero se debe solucionar el tema de las oportunidades, que sean equitativas, en el campo del cine, antes que arriesgarse a cambiar los premios.
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Esas apreciaciones no están muy alejadas de la realidad. Un ejemplo de esto es lo que ocurrió el año pasado en los ‘Premios BRIT’, evento en el cual se eliminaron las categorías de “Mejor Artista Masculino” y “Mejor Artista Femenino”, para lanzar una única categoría: “Artista del Año”, pero desafortunadamente los cinco nominados fueron hombres.
Y esto es lo que mencionan las críticas de la propuesta de las categorías neutras, pues el hecho de que en ese tipo de clasificación se acepten profesionales de cualquier género, no significa que tengan las mismas oportunidades dentro de la industria del cine. Las mujeres siguen estando subrepresentadas en este gremio. Según las estadísticas, todavía no se ha llegado a un punto de equidad en los puestos de trabajo, en salarios y en representación.
Desde su experiencia, Natalia Pinilla cuenta que entrar a la industria audiovisual es un proceso muy difícil para las mujeres, pues es un lugar que históricamente han ocupado los hombres, desde las cámaras hasta los puestos ejecutivos. Trasladando a las mujeres a campos independientes, “hemos optado por hacerlo de manera independiente, por trabajar como freelancers, por presentarnos a todo tipo de convocatorias y becas para poder tomar las riendas de nuestros propios proyectos y sacarlos adelante, porque no se puede de otra manera”.
De esta manera, la discusión por las categorías neutras en los premios de la industria del entretenimiento sigue estando abierta, pues según los críticos parecería una medida superficial para un problema estructural de una industria en la que no hay paridad de género.