Siete jóvenes violaron a una niña de 13 años frente a su novio
La violación en grupo se dio en un baño público en la ciudad italiana Catania. Seis de los agresores ya están siendo procesados, tras la denuncia de la víctima.
Redacción Género y Diversidad
Una nueva violación en grupo conmociona a Italia. El pasado 30 de enero, una niña de 13 años paseaba con su novio por los jardines de Catania, Sicilia (Italia). Siete jóvenes de entre 15 y 19 años siguieron a la pareja, la acorralaron y la obligaron a ingresar a un baño público y ahí dos de ellos violaron a la niña frente a su novio, que estaba inmovilizado.
“Dos de ellos me violaron, mientras los demás observaban y sujetaban a mi novio. Les rogué que pararan, que no me hicieran daño porque nunca antes había tenido relaciones sexuales”, dijo la menor, según el diario italiano Corriere della Sera. “A pesar de que era un momento en el que esa zona estaba bastante concurrida y que la niña pidió ayuda, nadie se percató de lo que estaba sucediendo”, cuenta el diario ABC.
Lea aquí: Un líder religioso, la iglesia Su Presencia y una denuncia de violación
Media hora después, la víctima pudo zafarse de los agresores y huyó con su pareja. Fueron auxiliados por personas que los vieron llorando. La niña denunció lo ocurrido ante las autoridades e identificó a uno de sus agresores, quienes en el pasado han estado en un centro para menores extranjeros no acompañados, porque migraron a Italia siendo menores de edad. Seis de ellos están detenidos y uno de ellos está prófugo.
Según El Mundo, la abogada Angela Pennisi, responsable del área jurídica de inmigración de la comunidad, aseguró que lo sucedido también los conmocionó, pues uno de los chicos detenidos que presenció la violación sin intervenir o frenarla “mantiene el vínculo con su familia de origen, participaba en actividades parroquiales y en talleres de animación y fotografía. Es un joven que siempre ha mostrado ganas de comprometerse, dando buenas opiniones. Lo describiría como una persona dulce”.
(La violencia que parece invisible, que te humilla, pero no te da golpes)
“Tiene mucha valentía y determinación”, aseguró el fiscal del caso sobre la denunciante, según reportó el diario Repubblica. Cientos de personas marcharon el fin de semana pasado para rechazar esta agresión y mostrar apoyo a la niña. “Hermana, no estás sola”, se leía en algunos de los carteles de las marchantes.
En agosto de 2023, ocurrió un caso similar en Italia. Siete jóvenes violaron en grupo a una mujer de 19 años en Palermo y grabaron el ataque. Uno de los imputados era menor de edad. Y la víctima tuvo que ser llevada a una casa refugio, luego de que su identidad se hiciera pública y, tras la exposición, tuviera pensamientos suicidas. Antes de eso, dos niñas fueron violadas varias veces por un grupo de jóvenes de su misma edad en Caivano, a las afueras de Nápoles.
“Estos casos han abierto debates en Italia acerca de las áreas abandonadas, las actitudes machistas que a menudo se adoptan hacia las mujeres y el peligroso papel amplificador de las redes sociales. También han expuesto divisiones profundas en cuanto a la persistencia del problema de la violencia contra las mujeres y cómo solucionarlo”, informó The New York Times a finales del año pasado en un reportaje que abordó la problemática de las violaciones grupales en Italia.
Lea aquí: El psicólogo señalado de violentar sexualmente a nueve pacientes en Medellín
La publicación periodística menciona también que, “según un informe reciente del instituto de estadística del país, ISTAT, todavía persiste la idea generalizada en Italia de que las mujeres violadas tienen de algún modo la culpa, al haber propiciado la agresión”.
La justicia también ha contribuido a reforzar estos prejuicios. Hace poco, se conoció una sentencia de un juez italiano que absolvió a dos acusados de violación grupal porque “malinterpretaron” la voluntad de la víctima.
Según El País, el magistrado consideró que “los chicos entendieron mal la negativa de la joven, a pesar de que les pidió que pararan en varias ocasiones. El juez habla de conducta incauta, pero no delictiva (…) es decir, según su interpretación, no sabían ni podían saber que estaban cometiendo un delito (…) reconoce que existió una violación, pero sin ningún responsable”. Además, el juez intentó justificar la agresión mencionando que la mujer había bebido y que en el pasado había mantenido una relación sexual consensuada con uno de los agresores.
No es el primer caso en el que la justicia Italia actúa con base a prejuicios. En 2021, el país fue condenado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos a resarcir a una mujer violada por seis jóvenes. El juez consideró que transmitió en su sentencia “prejuicios sobre el papel de la mujer existente en la sociedad italiana”, no respetaba la “vida privada y la integridad personal” de la demandante y no había protegido a la mujer de la “victimización secundaria”.
De hecho, Amnistía Internacional les ha pedido a los países de Europa que modifiquen sus leyes con el objetivo de que “cualquier acto sexual no consentido sea punible”. La organización reporta que sólo nueve países del Espacio Económico Europeo (EEE) reconocen que el sexo sin consentimiento es violación.
Adicional a esto, “las cifras de una reciente encuesta realizada en la Unión Europea muestran que, a partir de los 15 años de edad, una de cada 20 mujeres de la UE ha sido violada. Eso representa alrededor de 9 millones de mujeres. A pesar de la gravedad del delito, en Europa las cifras de denuncias de casos de violación siguen estando muy por debajo de la realidad. El miedo a no ser creída, la desconfianza en el sistema de justicia o el estigma disuaden a demasiadas mujeres y niñas de denunciar una violación”, asegura Amnistía Internacional.
Otro reciente estudio concluyó que más del 25 por ciento de la población de la UE cree que las relaciones sexuales sin consentimiento podrían estar justificadas en ciertas circunstancias, como por ejemplo si la víctima está borracha o bajo los efectos de drogas, va voluntariamente a casa con alguien, lleva ropa sugerente, no dice claramente que no o no se resiste físicamente.
“Los mitos y los estereotipos de género también influyen en la forma en que el sistema de justicia penal maneja los casos de violación. A menudo sustentan actitudes de la policía y la judicatura y las bajas tasas de enjuiciamientos y sentencias condenatorias merman la confianza en el sistema de justicia”, concluye Amnistía Internacional.
Una nueva violación en grupo conmociona a Italia. El pasado 30 de enero, una niña de 13 años paseaba con su novio por los jardines de Catania, Sicilia (Italia). Siete jóvenes de entre 15 y 19 años siguieron a la pareja, la acorralaron y la obligaron a ingresar a un baño público y ahí dos de ellos violaron a la niña frente a su novio, que estaba inmovilizado.
“Dos de ellos me violaron, mientras los demás observaban y sujetaban a mi novio. Les rogué que pararan, que no me hicieran daño porque nunca antes había tenido relaciones sexuales”, dijo la menor, según el diario italiano Corriere della Sera. “A pesar de que era un momento en el que esa zona estaba bastante concurrida y que la niña pidió ayuda, nadie se percató de lo que estaba sucediendo”, cuenta el diario ABC.
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Media hora después, la víctima pudo zafarse de los agresores y huyó con su pareja. Fueron auxiliados por personas que los vieron llorando. La niña denunció lo ocurrido ante las autoridades e identificó a uno de sus agresores, quienes en el pasado han estado en un centro para menores extranjeros no acompañados, porque migraron a Italia siendo menores de edad. Seis de ellos están detenidos y uno de ellos está prófugo.
Según El Mundo, la abogada Angela Pennisi, responsable del área jurídica de inmigración de la comunidad, aseguró que lo sucedido también los conmocionó, pues uno de los chicos detenidos que presenció la violación sin intervenir o frenarla “mantiene el vínculo con su familia de origen, participaba en actividades parroquiales y en talleres de animación y fotografía. Es un joven que siempre ha mostrado ganas de comprometerse, dando buenas opiniones. Lo describiría como una persona dulce”.
(La violencia que parece invisible, que te humilla, pero no te da golpes)
“Tiene mucha valentía y determinación”, aseguró el fiscal del caso sobre la denunciante, según reportó el diario Repubblica. Cientos de personas marcharon el fin de semana pasado para rechazar esta agresión y mostrar apoyo a la niña. “Hermana, no estás sola”, se leía en algunos de los carteles de las marchantes.
En agosto de 2023, ocurrió un caso similar en Italia. Siete jóvenes violaron en grupo a una mujer de 19 años en Palermo y grabaron el ataque. Uno de los imputados era menor de edad. Y la víctima tuvo que ser llevada a una casa refugio, luego de que su identidad se hiciera pública y, tras la exposición, tuviera pensamientos suicidas. Antes de eso, dos niñas fueron violadas varias veces por un grupo de jóvenes de su misma edad en Caivano, a las afueras de Nápoles.
“Estos casos han abierto debates en Italia acerca de las áreas abandonadas, las actitudes machistas que a menudo se adoptan hacia las mujeres y el peligroso papel amplificador de las redes sociales. También han expuesto divisiones profundas en cuanto a la persistencia del problema de la violencia contra las mujeres y cómo solucionarlo”, informó The New York Times a finales del año pasado en un reportaje que abordó la problemática de las violaciones grupales en Italia.
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La publicación periodística menciona también que, “según un informe reciente del instituto de estadística del país, ISTAT, todavía persiste la idea generalizada en Italia de que las mujeres violadas tienen de algún modo la culpa, al haber propiciado la agresión”.
La justicia también ha contribuido a reforzar estos prejuicios. Hace poco, se conoció una sentencia de un juez italiano que absolvió a dos acusados de violación grupal porque “malinterpretaron” la voluntad de la víctima.
Según El País, el magistrado consideró que “los chicos entendieron mal la negativa de la joven, a pesar de que les pidió que pararan en varias ocasiones. El juez habla de conducta incauta, pero no delictiva (…) es decir, según su interpretación, no sabían ni podían saber que estaban cometiendo un delito (…) reconoce que existió una violación, pero sin ningún responsable”. Además, el juez intentó justificar la agresión mencionando que la mujer había bebido y que en el pasado había mantenido una relación sexual consensuada con uno de los agresores.
No es el primer caso en el que la justicia Italia actúa con base a prejuicios. En 2021, el país fue condenado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos a resarcir a una mujer violada por seis jóvenes. El juez consideró que transmitió en su sentencia “prejuicios sobre el papel de la mujer existente en la sociedad italiana”, no respetaba la “vida privada y la integridad personal” de la demandante y no había protegido a la mujer de la “victimización secundaria”.
De hecho, Amnistía Internacional les ha pedido a los países de Europa que modifiquen sus leyes con el objetivo de que “cualquier acto sexual no consentido sea punible”. La organización reporta que sólo nueve países del Espacio Económico Europeo (EEE) reconocen que el sexo sin consentimiento es violación.
Adicional a esto, “las cifras de una reciente encuesta realizada en la Unión Europea muestran que, a partir de los 15 años de edad, una de cada 20 mujeres de la UE ha sido violada. Eso representa alrededor de 9 millones de mujeres. A pesar de la gravedad del delito, en Europa las cifras de denuncias de casos de violación siguen estando muy por debajo de la realidad. El miedo a no ser creída, la desconfianza en el sistema de justicia o el estigma disuaden a demasiadas mujeres y niñas de denunciar una violación”, asegura Amnistía Internacional.
Otro reciente estudio concluyó que más del 25 por ciento de la población de la UE cree que las relaciones sexuales sin consentimiento podrían estar justificadas en ciertas circunstancias, como por ejemplo si la víctima está borracha o bajo los efectos de drogas, va voluntariamente a casa con alguien, lleva ropa sugerente, no dice claramente que no o no se resiste físicamente.
“Los mitos y los estereotipos de género también influyen en la forma en que el sistema de justicia penal maneja los casos de violación. A menudo sustentan actitudes de la policía y la judicatura y las bajas tasas de enjuiciamientos y sentencias condenatorias merman la confianza en el sistema de justicia”, concluye Amnistía Internacional.