“Como la falda de una mujer”: las palabras sexistas de decano de la U del Rosario
El nuevo decano de la facultad de Economía de la Universidad del Rosario, Miguel Gómez, pidió disculpas públicas por su discurso de posesión. Por medio de su cuenta de Twitter, reconoció que fue “inadecuado y desacertado”.
Redacción género y diversidad
El discurso de posesión de Miguel Gómez Martínez como nuevo decano de Economía de la Universidad del Rosario ha causado reacciones dentro y fuera de la comunidad educativa. Gómez citó la frase de Wiston Churchill: “Un buen discurso debe ser como la falda de una mujer: suficientemente largo para cubrir el tema, pero suficientemente corto para ser interesante”. (Violencia contra las mujeres: cuando el Estado las agrede)
Ante las críticas por la selección de esa frase el decano, por medio de un comunicado publicado en su cuenta de Twitter, reconoció que realizar dicha referencia fue inadecuado y desacertado. Además, se comprometió a la no repetición y formarse en temáticas de diversidad, inclusión y equidad, pues “el contenido de la cita mencionada no refleja bajo ninguna circunstancia la posición de la universidad y tampoco la mía”. (No hay denuncias contra Víctor de Currea en universidades, ¿cómo interpretar esto?)
Esta es la segunda vez que Gómez Martínez es posesionado como decano de la facultad de Economía de la Universidad del Rosario; el cargo ya lo había ocupado entre 1993 y 1994. Es economista y político. Ha estado en la presidencia de Bancoldex y la Vice-contraloría General de la República. Además, fue embajador en Francia y la Unesco y Representante a la Cámara por Bogotá durante el periodo 2010-2014. Su más reciente cargo fue como presidente de Fasecolda, gremio que reúne al sector asegurador.
Si bien el comunicado que reconoce su equivocación es clave, para algunos estudiantes no es suficiente. “¿En qué momento alguien cita, en su posesión, una frase que no lo representa y con la que no está de acuerdo?”, dice a El Espectador Control Colegial, un grupo estudiantil que hace públicas denuncias de índole administrativas, académicas y financieras de la Universidad del Rosario.
A modo de protesta, durante esta semana, estudiantes decidieron pegar afiches en las puertas de la oficina de la decanatura con mensajes como: “¿Y el largo de su falda, sr. Decano? Queremos sentirnos segurxs en la universidad, no un misógino como decano”. Frente a esto, el Consejo Estudiantil de la Facultad de Economía asegura que ya se reunieron con Gómez e invitaron a toda la comunidad a realizar un ejercicio de reflexión frente a los comentarios y comportamientos reproducen discriminación. (Las fotos que dejó la marcha del 8M en Bogotá)
De igual forma, varios docentes de la institución se pronunciaron en un comunicado rechazando el discurso de posesión. “Hemos trabajado para erradicar este tipo de estereotipos desde distintos roles y áreas del conocimiento. Consideramos que como comunidad debemos reaccionar y reflexionar sobre la normalización de este tipo de comentarios”, se lee en el pronunciamiento. Durante el año pasado, según cifras presentadas por Dejusticia, hubo 75 casos de acoso sexual en universidades a nivel nacional que quedaron en la impunidad.
Frases como la citada por Gómez, aun cuando en principio su uso no fuera malintencionado, posee una carga de violencia simbólica. Como explica Bárbara Ojeda, redactora de género de la plataforma de investigación United Explanations, la violencia simbólica puede ser entendida como aquella que, mediante estereotipos, reproduce desigualdad, dominación y discriminación en las formas de relacionarnos con otros. En este caso, reproduciendo un mensaje de sexualización y cosificación de la mujer.
El discurso de posesión de Miguel Gómez Martínez como nuevo decano de Economía de la Universidad del Rosario ha causado reacciones dentro y fuera de la comunidad educativa. Gómez citó la frase de Wiston Churchill: “Un buen discurso debe ser como la falda de una mujer: suficientemente largo para cubrir el tema, pero suficientemente corto para ser interesante”. (Violencia contra las mujeres: cuando el Estado las agrede)
Ante las críticas por la selección de esa frase el decano, por medio de un comunicado publicado en su cuenta de Twitter, reconoció que realizar dicha referencia fue inadecuado y desacertado. Además, se comprometió a la no repetición y formarse en temáticas de diversidad, inclusión y equidad, pues “el contenido de la cita mencionada no refleja bajo ninguna circunstancia la posición de la universidad y tampoco la mía”. (No hay denuncias contra Víctor de Currea en universidades, ¿cómo interpretar esto?)
Esta es la segunda vez que Gómez Martínez es posesionado como decano de la facultad de Economía de la Universidad del Rosario; el cargo ya lo había ocupado entre 1993 y 1994. Es economista y político. Ha estado en la presidencia de Bancoldex y la Vice-contraloría General de la República. Además, fue embajador en Francia y la Unesco y Representante a la Cámara por Bogotá durante el periodo 2010-2014. Su más reciente cargo fue como presidente de Fasecolda, gremio que reúne al sector asegurador.
Si bien el comunicado que reconoce su equivocación es clave, para algunos estudiantes no es suficiente. “¿En qué momento alguien cita, en su posesión, una frase que no lo representa y con la que no está de acuerdo?”, dice a El Espectador Control Colegial, un grupo estudiantil que hace públicas denuncias de índole administrativas, académicas y financieras de la Universidad del Rosario.
A modo de protesta, durante esta semana, estudiantes decidieron pegar afiches en las puertas de la oficina de la decanatura con mensajes como: “¿Y el largo de su falda, sr. Decano? Queremos sentirnos segurxs en la universidad, no un misógino como decano”. Frente a esto, el Consejo Estudiantil de la Facultad de Economía asegura que ya se reunieron con Gómez e invitaron a toda la comunidad a realizar un ejercicio de reflexión frente a los comentarios y comportamientos reproducen discriminación. (Las fotos que dejó la marcha del 8M en Bogotá)
De igual forma, varios docentes de la institución se pronunciaron en un comunicado rechazando el discurso de posesión. “Hemos trabajado para erradicar este tipo de estereotipos desde distintos roles y áreas del conocimiento. Consideramos que como comunidad debemos reaccionar y reflexionar sobre la normalización de este tipo de comentarios”, se lee en el pronunciamiento. Durante el año pasado, según cifras presentadas por Dejusticia, hubo 75 casos de acoso sexual en universidades a nivel nacional que quedaron en la impunidad.
Frases como la citada por Gómez, aun cuando en principio su uso no fuera malintencionado, posee una carga de violencia simbólica. Como explica Bárbara Ojeda, redactora de género de la plataforma de investigación United Explanations, la violencia simbólica puede ser entendida como aquella que, mediante estereotipos, reproduce desigualdad, dominación y discriminación en las formas de relacionarnos con otros. En este caso, reproduciendo un mensaje de sexualización y cosificación de la mujer.