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Tras casi dos semanas de incertidumbre sobre la posesión de Jesús Santrich como representante a la Cámara, el panorama en el Congreso parece aclararse a su favor y hoy, entre las 8:00 y 10:00 de la mañana se espera que se aparezca en el Capitolio para solicitar el acta que le permita ejercer como legislador. Ayer, la Comisión de Acreditación de la corporación dio vía libre a que el excomandante guerrillero ocupara la curul que se derivó del Acuerdo de Paz y que fue ratificada tanto por el Consejo de Estado como por la Corte Suprema de Justicia. Y es que desde el mismo día en que Santrich quedó en libertad por orden de este último tribunal, la pelota quedó en el campo del presidente de la Cámara, Alejandro Carlos Chacón, quien elevó una serie de consultas para definir si este cumplía con los requisitos para posesionarse o no.
La semana pasada, el Consejo de Estado y la Corte Suprema le respondieron a Chacón que, efectivamente, nada impedía que se realizara el trámite administrativo para entregarle la credencial al miembro del ahora partido FARC. Sin embargo, el presidente de la Cámara le envió la carpeta, con todos los documentos aportados por el partido del exguerrillero, a la Comisión de Acreditación, en donde se presentó un hecho inédito en la historia del Congreso: su presidente, Wadith Manzur (Partido Conservador) apeló a la objeción de conciencia argumentando que “mi moral, mi ética, mis convicciones no me permiten darle trámite a esta posesión. No le vamos a abrir la puerta grande para que entre triunfal una persona que le faltó a la paz”.
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La decisión de Manzur se sumó ayer al aplazamiento de la sesión de la Comisión de Acreditación, pues, a la hora que estaba citada, no se logró el quórum suficiente y se tuvo que convocar un par de horas después. Al final, con tres votos a favor y dos objeciones de conciencia —incluido el representante José Vicente Carreño, del Centro Democrático— la Comisión dio por terminado el trámite y anunció que la curul número uno de la FARC en la Cámara está dispuesta para Santrich. “Los documentos que presentó están en regla. Si el presidente de la Cámara así lo decide, hoy mismo lo puede posesionar y hoy mismo puede entrar a sesionar”, dijo Manzur.
Aun cuando quedó resuelta la situación jurídica para que el exjefe guerrillero tome posesión, para la FARC lo que ha habido es una estrategia de dilación. Benedicto González, quien venía supliendo el rol de Santrich en la Cámara, señaló directamente al presidente la corporación. “El doctor Chacón tiene toda la responsabilidad, está jugando a la dilación y a los cálculos políticos. Al desvincularme a mí de la Cámara y no posesionar a Santrich incumplió el fallo de tutela del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, porque nos decretan de facto una silla vacía: ni yo estoy actuando ni Santrich se posesionó al darse mi salida de la Cámara”, aclaró.
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Además, González se fue en contra del representante Manzur, haciendo referencia a su calidad de hijo del excongresista Julio Manzur, quien enfrenta un proceso por parapolítica en la Corte Suprema de Justicia, que le valió la captura y posterior liberación. “¿Cómo así doctor Manzur? Su padre, el parapolítico Julio Manzur Abdala, ¿tiene derecho a la presunción de inocencia, pero Santrich no? Curiosa conciencia la suya”, dijo el saliente legislador del partido FARC, y aseguró que la determinación del congresista conservador no se dio con base en argumentos jurídicos, sino políticos y no apegados a la ley.
Desde la perspectiva de la Mesa Directiva de la Cámara de Representantes, la exigencia de requisitos formales no ha tenido la intención de dilatar, sino que ha sido una salvaguarda de la investidura del presidente Chacón, quien ha querido evitar futuras demandas por saltarse el artículo 60 de la Ley Quinta o Reglamento del Congreso, que dice explícitamente que los documentos que acrediten a quienes aspiran a ocupar su curul deben ser revisados por la Comisión de Acreditación dentro de los cinco días siguientes a su presentación. Para el caso de Santrich, dicho plazo comenzó a correr desde el viernes de la semana pasada. Al respecto, Benedicto González había advertido que no tiene sentido haber vuelto a solicitar este trámite, pues todos esos documentos habían sido enviados antes de la posesión del 20 de julio, e insistió en que esto muestra el ánimo dilatorio de la Mesa Directiva de la Cámara.
Así pues, uno de los capítulos de la novela de Jesús Santrich, ese que versa sobre el día en que el excomandante guerrillero llegó al Congreso, ya parece tener su punto final. Más pronto que tarde tendrá en sus manos la credencial de congresista y desde ya se sabe que su presencia en el Capitolio Nacional traerá candentes debates, pues mientras las fuerzas del Gobierno, como lo ha hecho el presidente Iván Duque, no lo bajan de “mafioso y narcotraficante”, el proceso judicial que cursa en su contra aún le da el beneficio de la duda, desenlace que se surtirá con él en libertad y con fuero de congresista.
Por cierto, el acto de posesión de las próximas horas no será efectuado por el presidente de la Cámara, el liberal Chacón, sino el vicepresidente de la corporación, Atilano Giraldo, del partido Cambio Radical. Según trascendió en el Capitolio, Chacón pedirá un permiso para dedicarse a estudiar un debate de control político que tiene preparado para el miércoles sobre la defensa de la industria y el empleo. Pero mientras se llega la hora de las formalidades, se espera una respuesta de la Procuraduría ante la petición que le hizo ayer el presidente Iván Duque desde Argentina: “Cómo puede uno pretender que en un país tengamos a un mafioso posesionándose como congresista. Yo, respetando las instituciones, también espero que, dado que la Procuraduría está pidiendo que se capture por parte de la Corte Suprema de Justicia, con la evidencia que existe, la propia Procuraduría suspenda del ejercicio de ese cargo a esa persona”, manifestó.