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En el Consejo Comunitario de Comunidades Negras Jacobo Pérez Escobar en el municipio de Aracataca, Magdalena, mujeres afrodescendientes e indígenas de los pueblos arhuaco, kankuamo, wiwa, ette ennaka, wayúu que pertenecen al Mecanismo Especial de Consulta (MEC) se reunieron en el Segundo Encuentro de la Mesa Violeta Étnica para plantear estrategias conjuntas que fortalezcan su participación en la implementación de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET). El buen vivir de las mujeres, sus hogares y las comunidades étnicas son los temas principales que buscan posicionar en los proyectos.
De acuerdo con la Agencia para la Renovación del Territorio (ART) en la subregión PDET de la Sierra Nevada y la Serranía del Perijá, que comprende 15 municipios de Magdalena, Cesar y La Guajira, existen 2.135 iniciativas, de las cuales solo el 7,6 % corresponden al componente étnico; es decir, 164 proyectos enfocados en transporte, vivienda, agricultura y energía.
Uno de los proyectos con enfoque ético, financiado por el Sistema General de Regalías con la aprobación de OCAD Paz, consiste en el suministro e instalación de sistemas de energía solar fotovoltaica individuales para familias de los pueblos kankuamo y wiwa en Valledupar, Cesar. La Mesa Violeta Étnica busca que iniciativas como esta que busca mejorar la calidad de vida de la comunidad con el acceso a energía que les permita, por ejemplo, refrigerar alimentos, sean una prioridad en la implementación de los PDET.
Durante el encuentro, que contó con la participación de la ART y de la Consultoría de Derechos Humanos y Desplazamiento, Codhes, las mujeres profundizaron en la importancia sus conocimientos ancestrales para que la implementación de los proyectos no genere acción con daños en el desarrollo de sus comunidades y en sus tradiciones. También analizaron la construcción de una agenda conjunta para la reivindicación de las luchas históricas de las mujeres que buscan el equilibrio y armonía para el buen vivir de los pueblos étnicos y sus hogares.
“Estos aportes de las mujeres son valiosos desde sus diversidades étnicas y territoriales, por lo que desde la ART se busca que sus memorias de resistencia, experiencias de convivencia y recomendaciones sean incorporadas y materializadas en los PDET, garantizando sus derechos y participación”, explicó Elvia Mejía, gerente del PDET Sierra Nevada y Serranía del Perijá de la ART.
Por su parte, Marta Salazar, coordinadora de la Región Caribe de Codhes, resaltó la importancia de elaborar y desarrollar un plan de trabajo de la mesa étnica de género a corto, mediano y largo plazo señalando la atención a aspectos relacionados con la participación real y efectiva de las mujeres, con las acciones para la incidencia y con herramientas para el seguimiento y el control social durante la implementación.
Dicho plan de trabajo será desarrollado durante los próximos meses de forma conjunta entre las organizaciones de la sociedad civil con la participación de Codhes, Usaid y las comunidades étnicas del territorio. En agosto se llevará a cabo una nueva mesa técnica para evaluar las acciones a realizar para el fortalecimiento del enfoque de género en la implementación de iniciativas étnicas.
“Con esta representación de los pueblos indígenas creo que estamos llegando a un punto donde las mujeres vamos a cambiar la línea que ha venido desarrollándose en la construcción de PDET. Vamos a empezar a construir desde la visión de familia, del sentir, desde el empoderamiento de los hogares indígenas con nuestro enfoque étnico y nuestra mirada intercultural”, dijo Alejandra Izquierdo, indígena del pueblo Arhuaco de la Sierra Nevada de Santa Marta.