Después de un largo y complejo proceso de negociación, que se extendió por más de cinco años, Bahía Málaga entrará definitivamente en la lista oficial de Parques Nacionales Naturales, ocupando el número 55.
El próximo 11 de septiembre el Gobierno Nacional y cinco comunidades del Valle del Cauca anunciarán los acuerdos para la conservación de este cálido rincón del Pacífico, al que cada año arriban entre 500 y 700 ballenas yubarta. Después de recorrer más de 8.000 kilómetros, los gigantescos cetáceos encuentran en las tranquilas aguas colombianas el lugar ideal para dar a luz a sus crías.
El parque, que abarca unas 50.000 hectáreas, corresponde en 90% a ecosistemas marinos y algunos pocos costeros donde predominan los manglares. “Es un rincón donde confluyen los más importantes ecosistemas del Pacífico colombiano”, explicó Hernando Zambrano, consultor de WWF, una de las organizaciones que trabaja por la conservación de la zona.
La declaración cierra de una vez por todas el debate entre quienes soñaban con la construcción de un puerto comercial en este lugar, complementario al de Buenaventura, y quienes añoraban verlo convertido en un santuario natural.
Hace apenas cinco meses el gobernador del Valle, Juan Carlos Abadía, le había recomendado a la directora de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca desmontar el decreto que había expedido el anterior director de la corporación prohibiendo que Bahía Málaga se transformara en puerto. Una directriz que tenía con los nervios de punta a toda la comunidad ambiental.
“Esta decisión es producto de un debate con todas las cartas sobre la mesa”, explicó Julia Miranda, directora de Parques Nacionales, al referirse al choque de intereses en torno a Bahía Málaga. Además de las declaraciones del gobernador, un documento Conpes la había identificado como una zona con potencial portuario. Gracias a un estudio de viabilidad, contratado por el Ministerio de Transporte, esa opción fue descartada.
Además del nuevo Parque Nacional, la Corporación Autónoma Regional trabaja en la declaración de otras áreas de conservación en los alrededores. La Fundación Yubarta, la Universidad del Valle así como las comunidades asentadas en la bahía, celebran la noticia. Saben que es la mejor garantía para sus turistas más fieles, las ballenas yubarta, regresen cada año.