Airbnb se articula con la alcaldía de Medellín para frenar la explotación sexual
Campañas de educación para los anfitriones de la plataforma, un canal de asistencia para que vecinos puedan denunciar situaciones sospechosas y formación en el portal de colaboración con autoridades policiales, son parte de los acuerdos firmados con la alcaldía de la capital paisa para ayudar a hacerle frente a este fenómeno criminal.
Natalia Herrera Durán
Aún se desconoce el paradero de Timothy Alan Livingston, el estadounidense de 36 años que fue sorprendido por la policía en un claro contexto de explotación sexual de dos niñas, de 12 y 13 años, en un exclusivo inmueble rentado por Internet, en Medellín, a finales de marzo, y quien pudo evadir a las autoridades y salir del país, rumbo a Miami. Lo que sí pudo establecer este diario es que, desde abril, el Hotel Gotham, el edificio de rentas turísticas donde fue encontrado Livingston y estas menores de edad, ya no aparece en la lista de sitios de Airbnb —la plataforma de renta de inmuebles en internet más grande del mundo, fundada en 2008 en San Francisco, California (Estados Unidos)—.
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Aún se desconoce el paradero de Timothy Alan Livingston, el estadounidense de 36 años que fue sorprendido por la policía en un claro contexto de explotación sexual de dos niñas, de 12 y 13 años, en un exclusivo inmueble rentado por Internet, en Medellín, a finales de marzo, y quien pudo evadir a las autoridades y salir del país, rumbo a Miami. Lo que sí pudo establecer este diario es que, desde abril, el Hotel Gotham, el edificio de rentas turísticas donde fue encontrado Livingston y estas menores de edad, ya no aparece en la lista de sitios de Airbnb —la plataforma de renta de inmuebles en internet más grande del mundo, fundada en 2008 en San Francisco, California (Estados Unidos)—.
No por nada, en marzo, el alcalde Federico Gutiérrez anunció que prohibiría los arrendamientos de corto plazo, como estrategia para prevenir casos de explotación sexual de menores, reconociendo que este delito, como lo demostró el caso del Hotel Gotham, se mueve a sus anchas en esta modalidad de renta en la capital paisa.
El Espectador publicó por esos días un cuestionario que cruzó con directivos de Airbnb sobre esta propuesta, en donde manifestaban que esa no podía ser la salida y que estaban dispuestos a activar alianzas para prevenir y denunciar estos casos. En ese momento, también reconocieron que estaban en mora de empezar a realizar acciones que aportaran en la prevención, denuncia y sanción de esta problemática en Medellín, uno de los epicentros de este delito, que viene en aumento en el país.
Según la Asociación Turística y Hotelera de Colombia, Cotelco, para diciembre de 2023, en Medellín había 5.900 hospedajes. De estos, solo 477, es decir, el 8%, son hoteles y menos del 2% son hostales. La mayoría (3.449) se trata de apartamentos turísticos inscritos a plataformas como Airbnb.
Este martes, la empresa estadounidense dio a conocer las acciones en las que vienen trabajando con las autoridades de Medellín para prevenir casos de explotación sexual y así evitar, de paso, que se materialicen regulaciones más severas como las que anunció, pero no concretó, el alcalde Gutiérrez contra el negocio de rentas en plataformas digitales. En entrevista con este diario, Daniela Guzmán, gerente de Alianzas Globales para la Confianza y la Seguridad de Airbnb, detalla estas acciones.
¿Qué trabajo activaron en Medellín para evitar que se sigan presentando casos de explotación sexual de menores en inmuebles rentados en su plataforma?
El alcalde de Medellín nos invitó para tener conversaciones con él y, de hecho, en abril, firmamos un acuerdo con su alcaldía para ejecutar varias áreas de colaboración. Participamos también en un taller en mayo, que desarrolló la embajada de Estados Unidos en Colombia y reunió a varias agencias públicas, incluyendo a la policía de Medellín, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la Defensoría del Pueblo y otras entidades y organizaciones del sector privado turístico. Una suma de esfuerzos que ya estamos teniendo en Medellín y en Colombia, en contra de la explotación sexual de menores de edad.
¿Cuál es la política de Airbnb frente al delito de explotación sexual?
Airbnb rechaza profundamente cualquier tipo de conducta o acto relacionado con la explotación sexual de menores y la trata de personas en general. Nosotros tenemos unas políticas de usuario que prohíben este tipo de delitos y hay cientos de personas que están trabajando todos los días en Airbnb para poder combatir este tema.
Nuestra estrategia global se centra en un modelo colaborativo con expertos externos, es decir, con ONGs que tienen conocimiento del tema de trata de personas y explotación de menores.
¿Cómo se materializa?
Por ejemplo, somos la primera empresa de rentas de corto plazo que ha firmado The Code, un conjunto de directrices y prácticas creadas por ECPAT -una organización mundial de 124 miembros en más de 100 países y regiones- para ayudar al sector de los viajes y el turismo a combatir la explotación sexual y la trata de menores. Por eso estamos desarrollando campañas de formación y prevención de este fenómeno en la comunidad de anfitriones de Airbnb, con los prestadores de servicios turísticos.
El primer taller en Medellín tuvo 70 anfitriones y se realizó en mayo, con el apoyo de Renacer, Polaris e ICMEC. Fue una gran oportunidad, no solamente de educar y proporcionar esta información a los anfitriones, sino también de escuchar lo que está pasando en Medellín y saber, cómo están viendo ellos esta problemática.
¿Cómo están viendo los anfitriones este delito?
Los anfitriones para nosotros son un aliado muy importante, son ellos los que nos pueden reportar cualquier caso, cualquier sospecha que ellos tengan puede ser muy relevante en un momento de emergencia y así nos lo han hecho saber.
¿Cómo se puede reportar un caso de posible explotación sexual en Airbnb?
Tenemos la línea de vecinos, un canal de asistencia que está disponible globalmente, para que cualquier persona en la comunidad nos pueda informar sobre preocupaciones que tienen sobre una propiedad cercana que creen que puede estar compartida en Airbnb. Cada caso se registra.
Hablemos de ese registro, ¿cuántas denuncias de posibles casos de explotación sexual tienen registrados en Colombia?
No tengo ese dato puntual en este momento, y no estoy seguridad de que se puedan compartir porque son temas sensibles legalmente.
La Relatora Especial sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, sus causas y consecuencias, Reem Alsalem, de Naciones Unidas, publicó hace poco su informe en el que concluye que la prostitución es un sistema de violencia contra las mujeres y niñas más vulnerables. Dijo, además, que estamos perdiendo la batalla contra este fenómeno, entre otras, porque los Estados se concentran en la persecución del crimen organizado y no en los demandantes de estas conductas. Es decir, en quienes pagan por estas conductas y están viajando a diferentes países, como Colombia. ¿Han activado campañas dirigidas a los huéspedes para que se deje de naturalizar que se puede acceder sexualmente a cambio de dinero a niñas y mujeres vulnerables?
Me parece superimportante lo que estás destacando y yo creo que es parte de esta estrategia de comunicación y de educación que también busca Airbnb. Tenemos que hacer una fuerte declaración, que se escuche no solamente adentro de nuestra comunidad de usuarios, sino más allá, en la comunidad externa e internacional y es que nosotros rechazamos este tipo de conducta y que nos la tomamos muy en serio.
¿Cómo están contribuyendo a la investigación de posibles casos de explotación sexual?
Nosotros tenemos un historial muy largo de trabajo con gobiernos en todo el mundo para implementar reglas que puedan proteger no solamente el uso de viviendas, pero también la seguridad del usuario. Contamos con unos equipos que trabajan 24/7 para investigar estos reportes. Trabajamos de manera muy cercana con las autoridades a nivel global en las investigaciones criminales. Tenemos un portal para que las autoridades de policía puedan solicitar información, por ejemplo.
¿Cómo se llama ese portal?
Se llama Lert y ayuda a que las autoridades puedan solicitar información de Airbnb cuando están trabajando en alguna investigación. De hecho, vamos a hacer un entrenamiento para las autoridades en Medellín, eso es parte del acuerdo que firmamos en abril, para que puedan acceder y trabajar en este portal con más facilidad. También tenemos en Airbnb un portal para apoyar a los usuarios, una línea de protección que es accesible durante las reservas activas, que se activa 24 horas antes de que la reserva esté disponible.
Cualquier huésped o anfitrión puede comunicarse con Airbnb inmediatamente, reportar alguna queja o preocupación, Aparte de esto también tenemos una tecnología que ayuda a prevenir las situaciones peligrosas y esto es algo en lo que hemos trabajado desde 2023. Se trata de un sistema de calidad para los anfitriones, sostenido en unas reglas fundamentales, por ejemplo, compromiso con la reserva; comunicación oportuna con el huésped; precisión del anuncio; limpieza del alojamiento, etc. Todos esos factores nos ayudan a medir la fiabilidad y la calidad del anfitrión. Esto nos ha permitido eliminar 12.000 anuncios en todo el mundo, que no han cumplido con los estándares de fiabilidad y calidad que deben tener nuestros anfitriones.
¿Hay algún punto en donde adviertan la prohibición explícita de explotar sexualmente? Lo pienso porque en Colombia, por ejemplo, las cadenas hoteleras se articularon con políticas públicas para advertir sobre este fenómeno.
En el sistema de calidad, que es de reglas fundamentales, no, pero sí en las políticas de la comunidad, que en inglés se llaman “community policies”, que son para los usuarios y dentro de esa esas políticas se prohíbe todo tipo de explotación y todo tipo de trata de personas. También tenemos un protocolo para poder responder a ese tipo de incidentes en la plataforma. Estas campañas de educación que estamos haciendo con los anfitriones, en parte, es para comunicar de nuevo que nosotros prohibimos esto y también para ayudar a que los anfitriones sepan cómo identificarlo y cómo poder reaccionar ante una situación sospechosa.
¿Cómo es la política antifiestas de Airbnb?
Sí, tenemos una tecnología de análisis de reservas que busca mitigar el riesgo de eventos disruptivos en Airbnb. Es para prevenir fiestas disruptivas y eso lo hemos lanzado globalmente para identificar y evitar las reservas que puedan tener un riesgo potencial de sufrir incidentes de seguridad o daños a la propiedad. Desde que hemos implementado esta tecnología se ha producido un descenso global de 55% en la tasa de denuncias de fiestas en la plataforma. Esto es importante porque los eventos disruptivos que la gente reporta como una simple fiesta puede tener otros fenómenos, como la explotación de menores, que pueden estar ocurriendo, y que para nosotros es muy significativo prevenir.
En el caso concreto del Hotel Gotham, en Medellín, donde estaba hospedado el estadounidense que estaba con dos menores de edad en un claro contexto de explotación sexual, ¿qué medidas tomaron con ese sitio en su plataforma?
Para cualquier caso reportado en Airbnb por este tipo de situaciones, nosotros tenemos un protocolo de investigación, para revisar toda la evidencia y colaborar de la mano con las autoridades locales. Nuestro compromiso no se quedó en papel. Creemos que si los anfitriones y la comunidad saben cómo denunciar y cómo identificar que algo está pasando en un Airbnb o en una propiedad que creen que está en Airbnb a nosotros nos va a llegar más rápidamente la información y así podemos tomar las acciones adecuadas.
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