Así nació la Iglesia Cristiana Berea, que esperaba la “segunda venida de Jesucristo”
La Iglesia Cristiana Berea fue cuestionada a comienzos de este año porque su pastor, Gabriel Ferrer, convidó a los feligreses a vender sus propiedades y esperar la “llegada de Jesús”, pero luego perdió el contacto con ellos.
Pilar Cuartas Rodríguez
A finales de enero, el pánico colectivo se apoderó de Isabel López, un pequeño corregimiento del municipio de Sabanalarga (Atlántico). Decenas de seguidores de la Iglesia Cristiana Berea se congregaron en una casa durante días esperando la “segunda venida de Jesucristo” y adelantaron extensas jornadas de ayuno. La actividad, que hacía parte de la libertad religiosa de esas personas, quedó bajo la lupa de las autoridades porque había menores de edad y varios de los familiares de los creyentes alertaron que se estaban vendiendo masivamente propiedades, por solicitud del pastor Gabriel Alberto Ferrer Ruiz. (“No somos suicidas, nosotros somos y estamos llenos de vida”: pastor de iglesia Berea)
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A finales de enero, el pánico colectivo se apoderó de Isabel López, un pequeño corregimiento del municipio de Sabanalarga (Atlántico). Decenas de seguidores de la Iglesia Cristiana Berea se congregaron en una casa durante días esperando la “segunda venida de Jesucristo” y adelantaron extensas jornadas de ayuno. La actividad, que hacía parte de la libertad religiosa de esas personas, quedó bajo la lupa de las autoridades porque había menores de edad y varios de los familiares de los creyentes alertaron que se estaban vendiendo masivamente propiedades, por solicitud del pastor Gabriel Alberto Ferrer Ruiz. (“No somos suicidas, nosotros somos y estamos llenos de vida”: pastor de iglesia Berea)
Aunque así lo anunció Ferrer, Jesucristo nunca llegó, pero en cambio él sí desapareció de la escena pública, dejó de contestar llamadas de los miembros de su comunidad y se dice que permanece en su casa encerrado, preparando acciones legales contra quienes lo han señalado por supuesta estafa. Desde entonces, la pregunta en la región es quiénes están detrás de la Iglesia Cristiana Berea y a qué se dedica. De acuerdo con los registros del Ministerio del Interior, la entidad religiosa no es nueva en Colombia y su sede principal está en Barranquilla, donde se constituyó legalmente el 5 de abril de 2010 en la calle 79B n.° 42-131. (Pastor que anunció llegada de Jesucristo registró su iglesia desde 2010)
El pastor Gabriel Alberto Ferrer Ruiz estudió Ciencias Sociales y realizó posgrados en Literatura, y su esposa, Yolanda Rodríguez Cadena, experimentada licenciada en idiomas, con tres maestrías y un doctorado en Lingüística, es una de sus asistentes y mano derecha. Los esposos Ferrer Rodríguez estuvieron vinculados durante dos décadas a la Universidad del Atlántico, pero en diciembre del año pasado renunciaron. Un colega de la pareja envió una carta a las directivas pidiendo que las dimisiones no fueran tenidas en cuenta, sino más bien consideradas como indicio de posible “estado de alteración de la salud mental”, debido a la reciente pérdida de su hija de 24 años. (Pastor de comunidad que se prepara para el fin del mundo renunció como docente)
Junto a los esposos Ferrer Rodríguez, también se reunieron para la creación de la iglesia Rosario Cadena de Rodríguez, Gabriel Ferrer González, Martha Padilla Consuegra, Martha Benavides Hernández y Betty Rodríguez de la Torre. El pastor Gabriel Ferrer Ruiz propuso el nombre de Iglesia Cristiana Berea y, desde el comienzo de sus actividades, fue nombrado representante legal y presidente por término indefinido. A su vez, su esposa fue nombrada copastora y vicepresidenta, y otras personas que acompañaron la iniciativa entraron a ocupar los cargos de secretaria, tesorero, vocal y revisora fiscal en la junta directiva.
Yolanda Rodríguez propuso, además, crear una escuela bíblica llamada Instituto Bíblico Iglesia Cristiana Berea, con el propósito de formar a los creyentes y capacitar a los pastores, capellanes y ministros de culto para que se pudieran incorporar a su iglesia. Los estatutos dejaron claro que el objetivo de la entidad religiosa es predicar la palabra de Dios y que su creación se gestó desde meses antes de su constitución en el barrio Nogales, donde el pastor Gabriel Ferrer Ruiz dijo haber atendido el llamado de Dios para dedicarse a la “oración e intercesión”. (Quitan custodia provisionalmente a padres de niños en ayuno extendido en Sabanalarga)
Los directivos de la iglesia definieron el carácter cristiano evangélico de la iglesia, basado en la Biblia; con opción de atender fieles en el extranjero, adquirir y administrar bienes para desarrollar sus actividades, y recibir donaciones financieras o de otra índole de personas naturales y jurídicas. Sobre el dinero recaudado de diezmos y ofrendas, establecieron que sería utilizado con “los parámetros prescritos en las sagradas escrituras y para el sostenimiento de la obra de Dios, los gastos administrativos de la iglesia, la remuneración de los pastores, ministros y ayuda a miembros más necesitados”. Aunque se constituyó como una entidad sin ánimo de lucro, quedó abierta la posibilidad de celebrar contratos con el Gobierno.
El control y el poder de la iglesia ha estado siempre en manos de Gabriel Ferrer, quien como representante legal suscribe los contratos, compra los bienes, ejecuta las transacciones comerciales, autoriza el ingreso de donaciones y nombra o remueve a ministros, ancianos y líderes de la iglesia, los tres rangos más importantes. Quienes ocuparon estos cargos no recibieron remuneración económica, a menos que la junta directiva contemplara alguna vinculación laboral. Se dejó claro que los miembros no podían recoger dineros ni bienes en especie a nombre de la iglesia, sin autorización de Gabriel Ferrer, y que quienes confesaran no creer en la segunda venida de Jesucristo serían expulsados.
La Iglesia Cristiana Berea impuso normas sobre el matrimonio, institución que definió como unión exclusiva entre hombre y mujer, y aseguró que por “razones espirituales” no todas las causales de divorcio legales son aplicables para los cristianos. Reconoció únicamente como “causales bíblicas de divorcio”, el “adulterio irremediable”, “el abandono del cónyuge”, “el homosexualismo” y “el maltrato físico y psicológico permanente”. “No se bendecirán matrimonios mixtos; es decir, entre un creyente y un inconverso, para evitar las consecuencias del yugo desigual. De igual manera, en ningún caso se bendecirán matrimonios entre personas del mismo sexo, ya que Dios lo prohíbe tácticamente en la Biblia”, se lee en los estatutos que desconocen el matrimonio igualitario, reconocido en Colombia desde 2013, y los avances jurisprudenciales.
A Gabriel Ferrer Ruiz no se le ve desde hace más de un mes en Barranquilla. El diario El Tiempo afirmó que el pastor permanece en su casa en silencio y sin dar explicaciones a sus seguidores que habrían vendido sus pertenencias y le habrían entregado el dinero confiados en su fe. Los estatutos de su iglesia cobran ahora relevancia, pues establecen que si el presidente renuncia o abandona el cargo por más de sesenta días, la vicepresidenta (su esposa, Yolanda Rodríguez) deberá convocar a una asamblea para el elegir a un nuevo pastor, presidente y representante legal. Ferrer también podría optar por disolver y liquidar la entidad religiosa.