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El invierno arrecia y la asistencia estatal a los damnificados tiene serios retrasos y son evidentes las debilidades de los organismos que tienen el deber de atender la emergencia humanitaria. Al menos esa es la conclusión de la Contraloría General, que en su último informe de auditoría puso en evidencia que la respuesta de las autoridades de los órdenes nacional, departamental y local, a la crisis que vive el país desde abril de 2010 a raíz del crudo invierno, deja mucho que desear y requiere cambios urgentes.
El informe, conocido por El Espectador y fechado el pasado 15 de abril, concluye que según información de la propia organización Colombia Humanitaria, los recursos girados a los entes del país sólo se han comprometido en un 53%, lo cual refleja una baja ejecución de los programas y proyectos creados para la atención y rehabilitación de las zonas afectadas por el invierno. Y aclara el documento que esta situación es aún más crítica si se considera el comienzo efectivo de las obras.
Como resultado de un proceso de vigilancia especial inmediata, la Contraloría encontró que es notable la falta de coordinación local, departamental y nacional con respecto a la construcción de las obras de mitigación, teniendo en cuenta que el Ideam ya había advertido que la ola invernal se iba a recrudecer en 2011. De hecho, en lo que va corrido del mes de abril ya se han reportado 110 emergencias, y desde más de mil municipios cia y la asistencia estatal a los damnificados tiene serios retrasos y son evidentes las debilidades de los organismos que tienen el deber de atender la emergencia humanitaria. Al menos esa es la conclusión de la Contraloría General, que en su último informe de auditoría puso en evidencia que la respuesta de las autoridades de los órdenes nacional, departamental y local, a la crisis que vive el país desde abril de 2010 a raíz del crudo invierno, deja mucho que desear y requiere cambios urgentes.
El informe, conocido por El Espectador y fechado el pasado 15 de abril, concluye que según información de la propia organización Colombia Humanitaria, los recursos girados a los entes del país sólo se han comprometido en un 53%, lo cual refleja una baja ejecución de los programas y proyectos creados para la atención y rehabilitación de las zonas afectadas por el invierno. Y aclara el documento que esta situación es aún más crítica si se considera el comienzo efectivo de las obras.
Como resultado de un proceso de vigilancia especial inmediata, la Contraloría encontró que es notable la falta de coordinación local, departamental y nacional con respecto a la construcción de las obras de mitigación, teniendo en cuenta que el Ideam ya había advertido que la ola invernal se iba a recrudecer en 2011. De hecho, en lo que va corrido del mes de abril ya se han reportado 110 emergencias, y desde más de mil municipios en 28 departamentos se han enviado informes por afectación por las lluvias.
En criterio del ente fiscalizador, las corporaciones autónomas regionales, el Ministerio de Transporte y el Instituto Nacional de Vías (Invías) no han sido lo suficientemente ágiles para la coordinación y ejecución de las obras de mitigación. Además, son notorias las contradicciones entre la información sobre la ejecución de los proyectos que suministran las distintas entidades nacionales y las que hoy se están recibiendo desde las alcaldías y las gobernaciones.
Persisten las debilidades en el proceso de los censos y los registros de damnificados; no se dispone de un plan integral para la recuperación y reconstrucción de las zonas afectadas; no hay claridad en las entregas realizadas por parte del Fondo Nacional de Calamidades, puesto que no hay soportes de recibo de gran cantidad de ayudas enviadas a los territorios afectados. En otras palabras, prevalece el desorden y la ayuda humanitaria no está cumpliendo con sus objetivos.
De acuerdo con estadísticas oficiales, la ola invernal que se inició en el país en abril de 2010, ya ha dejado más de 400 víctimas mortales, más de 650 mil familias afectadas, al menos 12 mil viviendas destruidas e incontables daños en la infraestructura vial, institucional, de salud, de comunicaciones y el sistema productivo rural y urbano del país. En términos globales, ya son más de 2,8 millones los colombianos damnificados. Pero la atención estatal prueba que las comunidades no están recibiendo los beneficios de ayuda del Estado.
La situación de emergencia, que se hizo crítica a finales de 2010, obligó al Gobierno a declarar el estado de emergencia económica, social y ecológica, a cuyo amparo se expidieron múltiples normas encaminadas a desplegar una acción conjunta del Estado en favor de los damnificados. Hoy, Colombia está viviendo una nueva oleada invernal de gran impacto en todo el país, pero la falta de celeridad y las demoras en la atención humanitaria están agravando la crisis.
El informe de la Contraloría detalla departamento por departamento, cuál es la situación en materia de atención humanitaria y, por ejemplo, en el caso de Córdoba, la ejecución es extremadamente baja, apenas del 0,35%, lo cual implica básicamente que a las comunidades no les ha llegado la ayuda. El operador, que fue seleccionado para la entrega del apoyo, fue la Cámara de Comercio de Montería, pero su nivel de ejecución es crítico. Hoy en Ayapel, Chimá, Tierralta y Montería persisten los albergues temporales.
En Antioquia, la zona con mayor afectación por el invierno, los operadores seleccionados para la entrega de apoyos fueron la Cruz Roja, seccional Antioquia, y la Corporación Ayuda Humanitaria. La cobertura ha sido de atención total y aún se dispone de recursos para continuar con entregas adicionales. Sin embargo, el interventor del contrato, el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, no hizo presencia para cumplir con sus obligaciones contractuales. Respecto a los subsidios de arrendamiento, no se ha entregado ninguno.
En cuanto al departamento de Caldas, que acaba de vivir la tragedia de 18 víctimas en un bus arrasado por un alud, el operador seleccionado para entregar los apoyos fue el Comité Departamental de Cafeteros y en Manizales la Cruz Roja. La primera parte ya está ejecutada. En la ciudad todavía está pendiente la entrega de kits de alimentación y aseo, el 7% de la ayuda. Todos los subsidios de arrendamiento han sido entregados. La temporada escolar sigue transcurriendo con plena normalidad.
La Contraloría cree que, de todos modos, en el país hubiese sido deseable una mayor celeridad en la aprobación y ejecución de los recursos de la ayuda, por cuanto el cuarto período seco de comienzo de año no fue utilizado para adelantar obras presupuestadas en la emergencia. Por lo demás, en la mayoría del territorio nacional se advierte un paso a la fase de rehabilitación, pero en Córdoba, Casanare, La Guajira, Norte de Santander, Cesar y Sucre, son bajos los porcentajes de atención para obras menores y contención de cuerpos de agua.
El organismo advirtió que el único propósito en su vigilancia especial inmediata es advertir o prever graves riesgos que puedan comprometer el patrimonio público, pero de todos modos también debe llamar la atención sobre las debilidades en la gestión de las instituciones que están permitiendo que las comunidades afectadas no estén recibiendo debidamente la ayuda humanitaria. El viernes lo evidenció el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, cuando llamó la atención de los alcaldes para que se pellizquen ante el invierno.
Hechos y cifras de la ola invernal de 2011
Tramitomanía y donación
A comienzos de febrero varias universidades y fundaciones de Miami donaron siete toneladas en alimentos y ropa a los damnificados del invierno. La donación llegó al puerto de Barranquilla y por efecto de los trámites sólo pudo salir de la DIAN de esa ciudad 47 días después. A Comfamiliar se delegó la distribución.
Avivato de precios altos
Gustavo Adolfo Marín Rincón, propietario del establecimiento de comercio Distribuidores El Trébol del Sinú, resultó escogido para distribuir las ayudas en el departamento de Córdoba. Pero se detectó un supuesto sobrecosto de $2.500 millones. Como si fuera poco no descartó un reajuste de precios.
El caso Pereira
Las autoridades encontraron que sólo se ha realizado la entrega del 27,46% de los kits de aseo y alimentación. En cuanto a los subsidios de arrendamiento para los damnificados, se encontró que hace falta por entregar más del 88%. Por eso se conminó a la Alcaldía y al operador mayor celeridad en las entregas.
Dudas en Santander
El convenio finalizó hace unos días y fue ejecutado por la Caja Santandereana de Subsidio Famililar (Cajasan). Se manifestó preocupación por inconsistencias detectadas en el suministro de la información entregada por Colombia Humanitaria en cuanto al total de familias beneficiadas por el programa.
El presidente, alerta
“Dispusimos que cada dos horas la Policía, el Ideam y el Ministerio del Interior estarán informando sobre la situación de las vías, las lluvias y las zonas de riesgo para que los colombianos tengan una información actualizada y estén bien enterados si se van a desplazar por el país”, indicó el viernes Juan Manuel Santos.