Caso Odebrecht: “Es más fácil esconderse tras las cámaras para decir mentiras”, Andrade
El exdirector de la ANI, Luis Fernando Andrade sostuvo que Bernardo Elías, Otto Bula y Juan Sebastián Correa no han dejado de mentir en su caso. Agregó que nada tuvo que ver con campañas presidenciales y que no puede asegurar o negar si entraron dineros de Odebrecht.
La supuesta entrada de dineros de Odebrecht a la campaña presidencial de Juan Manuel Santos vuelve a ser el eje del debate. En las últimas semanas, la aparición del exsenador Bernardo Ñoño Elías en el juicio del exdirector de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), Luis Fernando Andrade, volvió a revivir el tema, con declaraciones que en el pasado no había aportado en las que aseguró que entregó a Roberto Prieto $800 millones con destino al viceministro de comercio Luis Miguel Pico para apoyar gestiones de la campaña Santos. A pesar de que no se trata de un tema del proceso de Andrade y que su abogado enfatizó en el reparo a este asunto, quedó claro que la Fiscalía busca insistir en el tema.
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La supuesta entrada de dineros de Odebrecht a la campaña presidencial de Juan Manuel Santos vuelve a ser el eje del debate. En las últimas semanas, la aparición del exsenador Bernardo Ñoño Elías en el juicio del exdirector de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), Luis Fernando Andrade, volvió a revivir el tema, con declaraciones que en el pasado no había aportado en las que aseguró que entregó a Roberto Prieto $800 millones con destino al viceministro de comercio Luis Miguel Pico para apoyar gestiones de la campaña Santos. A pesar de que no se trata de un tema del proceso de Andrade y que su abogado enfatizó en el reparo a este asunto, quedó claro que la Fiscalía busca insistir en el tema.
Al parecer, el objetivo es dejar en el ambiente que la campaña reeleccionista recibió dineros de Odebrecht y que hubo reuniones con el directivo brasilero Eleuberto Martorelli. Además, que el Ñoño Elías habría sido uno de los enlaces para entregar esos dineros que habrían salido del negocio Ocaña-Gamarra. Sin embargo, la defensa de Andrade dejó al descubierto las incongruencias del testimonio de Elías y su poco conocimiento sobre cómo se estructuró el contrato. Además, advirtió que estas nuevas revelaciones de Elías son contradictorias. Ante la controversia, Luis Fernando rompió un silencio de dos años y habló con este diario.
Su caso volvió a ser noticia por la declaración del exsenador Bernardo Elías, quien habló de reuniones con Eleuberto Martorelli para que el gobierno sacara adelante esa vía. ¿Ese interés que señala el “Ñoño” Elías tiene algo que ver con las campañas presidenciales?
A raíz de las declaraciones de Otto Bula y Bernardo Elías, se han hecho aseveraciones con mucha ligereza. Se toma una frase que dicen en audiencia pública y se replica como si fuera verdad. Eso afecta de forma grave mi reputación. Ha quedado claro en las audiencias que las declaraciones del Ñoño Elías, Otto Bula y Juan Sebastián Correa son contradictorias a las que dieron en el pasado. Está diciendo cosas que muy fácilmente se pueden comprobar que no son verdad.
¿Qué no es verdad, las reuniones entre usted, Elías y Eleuberto Martorelli (expresidente de Odebrecht en Colombia)?
Siempre admití que hubo una reunión en noviembre de 2014 en el apartamento de Bernardo Elías, en la que estuvo Martorelli y me cogieron de sorpresa. Lo que entiendo es que Martorelli quería ver si realmente ellos tenían influencia y una de las pruebas que les pedían era que me sentaran frente a él. Lo lograron, porque me invitó Bernardo Elías a una cena en su casa y cuando llegué estaba Martorelli. Lo que hice fue que le pedí de forma discreta a Elías que se fuera Martorelli. Antes de irse, me dijo que necesitaba que le ayudáramos a considerar unas reclamaciones por sobrecostos. Esa reunión existió y la admití desde las primeras declaraciones que di en la Fiscalía. Las otras se las inventaron.
¿Por qué?
Porque fueron anteriores a esa fecha y varían en el tiempo según la versión de cada uno. Cada uno tiene fechas diferentes. En términos generales hay un hilo común, y es que hablan de una reunión en el segundo semestre de 2013 y otras en el primer trimestre de 2014, en las que Martorelli y yo supuestamente negociamos cosas para la adición Ocaña-Gamarra. Esas reuniones son falsas. Correa dio tres versiones bajo juramento y nunca hizo mención a esos encuentros. Elías no lo hizo cuando declaró ante la Corte Suprema de Justicia. Otto Bula menos. Ellos hablan de esas reuniones después de que la Fiscalía anunciara mi imputación de cargos en junio de 2017.
¿Eso fue después de que usted rindió interrogatorio?
Mucho después. Yo di declaración en enero de 2017 y en marzo, en las que expliqué el interés y las reuniones que sostuve con ellos, luego de que viera las declaraciones de Otto Bula en las que decía que fue contratado para hacer lobby y reclutar congresistas. Ahí surgió la pregunta de qué congresistas estaban interesados y fue lo primero que le reporté a la Fiscalía. Es más, antes de mis interrogatorios se lo dije al propio Néstor Humberto Martínez, porque me llamó a mi casa justo después de las revelaciones del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Es decir, en enero de 2017, cuando arrancó todo este escándalo, ¿el fiscal Martínez lo llamó a pedirle información directamente?
Sí y me preguntó por los congresistas que se interesaron porque era importante para la investigación. Estaba en el comedor de mi casa cuando entró la llamada y le dije que estaba seguro que en esas reuniones estuvieron preguntando Ciro Rodríguez y Bernardo Elías. Le dije que iba a averiguar y llamé a Juan Sebastián Correa, que era el enlace (de la ANI) con el Congreso, más no mi secretario privado u hombre de confianza. Correa me dio la lista de los congresistas que preguntaron por ese proyecto en el Congreso.
Elías, Correa y Bula han dicho que siempre existió interés especial del Gobierno en Ocaña-Gamarra y lo han querido vincular al tema de las campañas políticas. ¿Eso tuvo alguna relación?
Esto arrancó antes de las campañas políticas. La discusión sobre hacer una adición a la Ruta del Sol 2 y estudiar la posibilidad de Ocaña-Gamarra es de julio de 2012. Es decir, dos años antes de las elecciones. Incluso, quien dio el aval jurídico desde la Concesionaria Ruta del Sol fue Néstor Humberto Martínez en el segundo semestre de 2012. Él era el abogado de los socios. Nosotros se la pedimos a la abogada de la ANI y a la interventoría, y con base a esos tres conceptos dimos la viabilidad. Nosotros concluimos que esto tenía mucho sentido...
¿Quiénes somos nosotros?
Todo el Gobierno. En ese sentido tiene razón Elías en decir que era un interés del Gobierno. Y se oficializa con la firma del otrosí 3, en julio de 2013, a la espera de terminar todos los estudios y el modelo financiero para firmar el otrosí de la adición. Eso es mucho antes de las elecciones y Elías dice que es en ese momento en el que lo contratan a él para acelerar los temas. Él mismo dice que no tuvo injerencia en eso porque eso estaba adelantado en un 90%. Esto es importante, porque en la opinión pública quedó la impresión de que este proceso se decidió hacer antes de las elecciones y eso no es cierto.
¿Su defensa logró en el contrainterrogatorio a Elías dejar en evidencias de contradicciones, cuáles resalta?
No conocía el proceso. Luego de firmar el otrosí 3, faltaban unos estudios financieros y diseños. Se dio un periodo de cuatro meses a la concesionaria para entregarlos, pero no fueron de satisfacción de la ANI, porque la obra tenía un costo mayor a lo que se pensaba. Ahí hubo un tire y afloje, hasta que la Concesionaria Ruta del Sol aceptó la posición de la ANI y se firmó el otrosí 6 de Ocaña-Gamarra en marzo de 2014. Eso nunca se aceleró, sino que se firmó cinco meses más tarde. El otrosí 6 sí coincide con los tiempos electorales, pero es una simple consecuencia de los tiempos.
¿Hubo entonces alguna relación del otrosí 6 con el proceso electoral?
Yo no participé de ninguna campaña, no soy político, por lo que no puedo opinar sobre eso. No puedo decir nada ni para bien ni para mal. Lo que sí puedo decir es que todas las actuaciones están documentadas.
El “Ñoño” Elías en declaraciones anteriores mencionó que el dinero que recibió lo usó para su campaña al Senado, pero nunca dijo que entregó plata a Roberto Prieto para la campaña reeleccionista. ¿Por qué cree que lo hace en este momento?
Lo de la campaña no es lo único que dice por primera vez, dice mil cosas más. Eso demuestra sus inconsistencias. Si ese evento ocurrió y si realmente le dio dinero a Luis Miguel Pico, no tengo que opinar. Pero sí creo que Elías debería presentar pruebas, no solo decirlo. Es claro que busca un principio de oportunidad.
¿Usted cree que Otto Bula, Juan Sebastián Correa y el “Ñoño” Elías se organizaron para cuadrar sus versiones?
Antes de imputarme cargos, la Fiscalía no tenía ningún testigo en mi contra. Lo que querían era sacarme de la ANI y meterme a la cárcel. En el descubrimiento de pruebas, encontramos que las declaraciones de estos señores son posteriores a la imputación. Y las declaraciones las dan cuando los tres están recluidos juntos en el patio ERE SUR de La Picota. Se cuadraron para organizar sus versiones porque era la única forma de hacer una imputación efectiva en mi contra. La Fiscalía necesitaba testimonios consistentes entre sí.
¿Quién está detrás de esto?
El mayor interés de los socios de la Ruta del Sol 2 eran reclamaciones por un billón de pesos. La ANI no cedió y ellos llamaron a un tribunal de arbitramento. Teníamos un conflicto fuerte que fue subiendo de tono porque se hizo público que obtuvieron el contrato pagando sobornos, lo que indicaba que el contrato era nulo. Es decir, que no existió. Por eso pedí la nulidad del contrato. Lo grave es que, al hacerlo, ellos solo tenían derecho a recibir el costo de las obras que invirtieron, sin ganancias ni reclamaciones. Después nos dio la razón un tribunal.
A su vez, intentaron tramitar una ley de infraestructura con beneficios retroactivos, a la cual me opuse también. Imagínese, los sinvergüenzas pedían cambiar una ley retroactivamente para que beneficiara su proceso. Yo salí de la discusión porque me imputaron, pero la Contraloría también se opuso. Me convertí en una persona non grata y la forma más fácil de salir de alguien así es imputarle cargos y mandarlo a la cárcel. No tenían una evidencia contra mí y por eso juntaron a los testigos en el mismo patio para tener un testimonio consistente.
El “Ñoño” Elías también habló de sus supuestas relaciones con las exministras Cecilia Álvarez y Gina Parody y su insistencia para aprobar Ocaña-Gamarra. ¿Cómo fue su relación con ellas?
A Gina Parody poco la conozco. Traté con ella tres o cuatro veces. No tengo ninguna relación. Con Cecilia Álvarez sí porque era mi jefe. Pero hay que aclarar que la adición se empezó a considerar a mediados de 2012, cuando Cecilia Álvarez no era ministra. No es verdad que la decisión de hacer la adición Ocaña-Gamarra fuera de ella. Fue mía por la conveniencia que traía al país y fue aprobada por Miguel Peñalosa. Tampoco es verdad lo que dice Elías que yo le decía que las exministras vivían en el mismo edificio mío y que me enloquecían diciéndome que tenía que pasar el proyecto. Parody tuvo un apartamento donde yo vivía, pero antes de tener su relación con Cecilia Álvarez.
La Fiscalía le imputó, nuevamente, cargos por irregularidades en la Ruta del Sol 3. ¿Vuelve una batalla judicial que creía ganada?
Pensé que la tenía ganada porque un juez en noviembre dijo que esos cargos no tenían sentido y los declaró nulos. Pero resucitó. Es curioso porque la Fiscalía hizo un anuncio del nuevo impulso del proyecto Odebrecht y lo primero que mencionan es mi nombre. Y este tema (Ruta del Sol 3) nada tiene que ver con Odebrecht. Alguien en la Fiscalía no tiene los hechos claros.
¿Le imputaron más cargos en ese caso?
Sí, me imputaron tres nuevos cargos. Interés indebido en una modificación al contrato que permitió que recursos que se iban a utilizar para supervisión aérea se pudieran utilizar para otros propósitos, que es el otrosí 2. También por el otrosí 5, que es la utilización de esos recursos para hacer los diseños del Puente del Plato sobre el río Magdalena. Y me acusan por peculado en favor de terceros, porque Roberto Prieto recibió casi $900 millones de Consultores Unidos (Carlos Zambrano). Es lo mismo de antes.
Según usted, ¿qué pasó?
Estoy de acuerdo con los otrosí. Tenían todo el sentido del mundo, Eso fue delegado en la ANI a la vicepresidencia Ejecutiva un año antes. Yo no firmé los trámites con la concesionaria. No participé ni en los comités ni en las decisiones. Aunque los diseños sí se hicieron porque Consultores Unidos, que sabemos fue una empresa corrupta que también participó en Odebrecht y fue contratada por decisión autónoma del concesionario YUMA. Eso es lo absurdo, un interés indebido en algo que no hago ni firmo, y peculado en un dinero que no es del Estado.
Según la Fiscalía, usted fue una especie de “tramitador” para que el contrato quedara en manos de Yuma. ¿Por qué cree que la Fiscalía no ha hecho nada con Germán Córdoba Ordóñez, que firmó esos contratos?
Es que no pueden ir contra Germán Córdoba porque él no hizo nada malo. Yuma contrató con sus recursos a Zambrano para hacer unos estudios que se entregaron. Lo malo es que ese subcontratista le pagó una plata a (Roberto Prieto), ¿por qué vamos a ser culpables Córdoba y yo?
Los nuevos anuncios de imputación de cargos de la Fiscalía y las declaraciones de los testigos en su juicio concentraron toda la atención en las campañas presidenciales. ¿Cree que en la Fiscalía quieren vincular todos los casos de los diferentes tramos de la Ruta del Sol con la campaña presidencial en 2014?
No lo sé. Varios de estos hechos se decidieron o iniciaron mucho antes o sucedieron después de las campañas, como el tema de las reclamaciones y la caducidad de Navelena. Yo no digo que las campañas estén libres de pecado, ni tampoco que sean culpables. Las decisiones que tomamos están documentadas.
Las investigaciones en su contra arrancaron en la administración de Néstor Humberto Martínez. A finales de su periodo como fiscal, él dio varias declaraciones y se empezó a hablar de que era persecución en su contra. Pero ahora, con Barbosa a bordo, nada parece cambiar. Es más, le imputaron cargos por otros hechos. ¿Cómo lo vio?
Hay cosas inexplicables e inconsistentes. Cuando llegó Barbosa, él dijo que los fiscales asignados al caso Odebrecht no habían generado resultados y los removió, entre ellos, a Amparo Cerón. En principio nombraron a otra fiscal para evaluar el caso y me dio tranquilidad, pero unos meses después la retiraron y pusieron al que era el segundo de Cerón: Javier Delgado. Eso es una contradicción, porque para qué traer a los fiscales que supuestamente no sirvieron.
Si la Fiscalía lograra firmar el programa de colaboración con la justicia de Brasil y los directivos de Odebrecht pudieran declarar en su caso, y el resto, ¿qué podrían decir sobre usted?
Nada, no tengo preocupación.
¿Cree que los brasileños y funcionarios de la Concesionaria Ruta del Sol y Consol son quienes realmente saben qué pasó con los dineros que se pagaron en corrupción o terminaron en campañas presidenciales?
No sé cuánto sepan, pero algo deben saber. Fueron ellos quienes redactaron esos contratos ficticios, los que los aprobaron y autorizaron giros de recursos a pesar de que no se hizo ningún trabajo. Por lo menos sí deben decir quién les dio la orden.
¿Cómo es defenderse a la distancia y sin confrontar cara a cara a quienes lo señalan?
Es más fácil esconderse tras las cámaras para decir mentiras. La verdad, el juicio ha funcionado bien porque el juez ha mantenido el orden y la virtualidad obliga a ser más organizados y evitar la gritería que se arma en las audiencias presenciales.
¿Siguen los ojos de Estados Unidos puestos sobre su juicio?
Supongo que sí.
¿Quién quiere verlo condenado?
Hay un dicho que dice que hay que ver quién es el beneficiado para entender quién puede estar detrás. He causado problemas a dos grupos de personas. El primero fue no aceptar las reclamaciones y decretar la nulidad de la Ruta del Sol 2, porque los socios no pudieron cobrar un billón de pesos. Y el segundo, la proximidad que tuve con Jorge Enrique Pizano, quien me entregó la información de lo que él encontró. Eso llevó a unas denuncias graves contra la concesionaria y el exfiscal Néstor Humberto Martínez. Él dijo ante el Congreso que yo era, junto a mi esposa, el mayor conspirador contra la justicia. Que pueda decir que Martínez dio la orden contra todo lo que me ha sucedido, no tengo esa información. Solo sé que hay indicios fuertes porque él fue el abogado de los socios.
¿En qué está trabajando ahora?
He tenido una grave afectación laboral porque ninguna empresa grande quiere tener como empleado o miembro de su junta directiva una persona que está siendo procesada por corrupción. Me he ido más por el mundo emprendedor y trabajando con dos empresas que están sacando proyectos tecnológicos.